Astrid Pérez remite a las administraciones implicadas las demandas y propuestas de las mujeres rurales de Canarias

La presidenta del Parlamento de Canarias recibió el 18 de octubre en el hemiciclo a una representación de mujeres del sector primario y se comprometió a enviar sus aportaciones a los Grupos Parlamentarios, el Gobierno canario, el Gobierno de España, los siete cabildos y la Fecam

Astrid Pérez remite a las administraciones implicadas las demandas y propuestas de las ujeres rurales de Canarias

Astrid Pérez remite a las administraciones implicadas las demandas y propuestas de las ujeres rurales de Canarias

C. E. P.

La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, traslada a las administraciones públicas implicadas las principales demandas y propuestas planteadas por las mujeres rurales de Canarias que el pasado 18 de octubre participaron en un histórico encuentro en el hemiciclo.

Desde la Presidencia de la Cámara se dio voz a este colectivo, que pudo plantear algunas de sus reivindicaciones respecto al agua de riego, la reducción de costes de producción, la promoción y venta de productos locales, el asesoramiento técnico, las ayudas, la mejora de la calidad de vida en las zonas rurales, la formación, el asociacionismo, el relevo generacional o el agroturismo.

Astrid Pérez se comprometió con las asistentes a trasladar sus aportaciones a los Grupos Parlamentarios de la Cámara; el Gobierno de Canarias; el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España; la Federación Canaria de Islas (Fecai), que aglutina a los siete cabildos, y a todos los ayuntamientos de las islas, a través de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), “para que su voz y sus demandas lleguen, de una forma directa, a las administraciones que pueden atender estas peticiones en el futuro”.

Entre sus aportaciones en materia de riego, las mujeres rurales de Canarias proponen priorizar la disponibilidad de agua para las explotaciones agrícolas y ganaderas; ampliar o establecer redes de riego adecuadas, o incentivar el aprovechamiento de las aguas pluviales en el campo.

La mejora de la promoción de los productos locales para aumentar sus ventas es otro de sus grandes objetivos, para lo que plantean nuevas fórmulas para lograr la compensación de los elevados costes de producción; campañas publicitarias; el fomento de la venta directa, o incentivar la presencia de productos locales en la oferta gastronómica de restaurantes, hoteles y centros educativos. Además, solicitan que se invierta más en preservación y promoción de productos únicos, o medidas efectivas y controles que impidan fijar precios de compra por debajo de los costes de producción. 

Para atajar la despoblación y mejorar el arraigo y la calidad de vida en zonas rurales, abogan por la aplicación de políticas de igualdad y conciliación; facilitar el acceso a los servicios sociales; más medios humanos y materiales para reducir los robos en el campo, o un plan de fomento del relevo generacional.

En cuanto a trabajo y pensiones, Astrid Pérez detalla que “las mujeres rurales piden políticas activas de empleo centradas en el sector primario; la simplificación de los trámites y requisitos necesarios para nuevas explotaciones agrícolas y ganaderas; medidas para que las mujeres rurales accedan a pensiones de jubilación más dignas, e incentivar la titularidad compartida”.

Para reducir la burocracia y aumentar el asesoramiento, se propuso crear un servicio gratuito para el diseño, legalización y apertura de explotaciones agrícolas y ganaderas, y mejores servicios de asistencia técnica gratuita para tramitar ayudas. Las mujeres rurales solicitan más subvenciones y créditos para la emprendeduría rural; la creación de planes de negocio, estrategias de marketing e imagen corporativa; la contratación y cotización; la mejora de explotaciones, o la adquisición de semillas, maquinaria, material de trabajo o alimentación de

ganado. También abogan por ayudas para sistemas de cultivo tradicional, variedades locales o razas autóctonas; agricultura de subsistencia, o explotaciones afectadas por incendios y otras catástrofes. 

En cuanto a formación, plantearon nuevos ciclos de FP para actividades de gran arraigo como la quesería, así como formación especializada, gratuita e itinerante para mujeres rurales, especialmente en nuevas tecnologías. Este colectivo ve básico el fomento del asociacionismo; establecer canales de comunicación más directos y eficaces con las administraciones públicas, o la organización de encuentros sectoriales periódicos.

Astrid Pérez recuerda que las mujeres rurales también han planteado “que se facilite la generación de rentas complementarias a través del agroturismo; una mejora de la relación entre el sector primario y el sector turístico, y establecer sinergias, a través de encuentros y mesas de trabajo entre el sector primario, el comercio local y el sector turístico para promover la colaboración y el apoyo mutuo”.