Crisis migratoria | Crisis política en el país de los cayucos

El aplazamiento electoral de Senegal amenaza con agitar la ruta canaria

La incertidumbre política y social podría reactivar la salida de cayucos desde las costas senegalesas y sumarse a los que ahora zarpan desde Mauritania

Protestas en Dakar por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal.

Protestas en Dakar por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal. / Efe

Isabel Durán

Isabel Durán

El terremoto político de Senegal se siente en Canarias. La decisión del presidente senegalés, Macky Sall, de posponer la celebración de los comicios previstos para el 25 de febrero ha desatado profundas protestas en las calles de Dakar, en las que ha habido dos muertos y decenas de detenidos.

La agitación política y social que registró el país el pasado mes de junio tras el encarcelamiento de Ousmane Sonko, uno de los líderes de la oposición, se convirtió en el germen que reactivó la salida de cayucos hacia Canarias. La incertidumbre empujó a miles de jóvenes a abandonar el país, lo que desató una emergencia humanitaria en las Islas, a donde arribaron más de 35.500 personas de manera irregular en los últimos siete meses de 2023, de los casi 40.000 que llegaron a lo largo de todo el año.

La incertidumbre ante el aplazamiento de las elecciones presidenciales es un nuevo foco de preocupación a los dos lados de la orilla. Las costas de Senegal podrían convertirse de nuevo en uno de los principales puntos de salida de cayucos hacia el Archipiélago, sumándose a los que zarpan desde Mauritana, que es actualmente el origen del 83% de las embarcaciones precarias que alcanzan las costas isleñas.

Irregularidades

Hace diez días, en un mensaje televisado y a pocas horas de que arrancara la campaña, Sall informó a la ciudadanía de la decisión de aplazar indefinidamente la cita con las urnas.

Según argumentó, se habían detectado irregularidades en la aprobación de la candidatura de Karim Wade, del Partido Democrático Senegalés (PDS), y de Rose Wardini, de la formación Nuevo Senegal, quien cuenta con la doble nacionalidad franco-senegalesa, una condición prohibida a los presidenciables por la Constitución. Sall reveló que estos descubrimientos habían destapado un «presunto caso de corrupción de jueces», que ponía en cuestión el proceso de selección de candidaturas. 

Archivo - Imagen de archivo del presidente de Senegal, Macky Sall

Archivo - Imagen de archivo del presidente de Senegal, Macky Sall / Europa Press/Contacto/Beata Zawrzel - Archivo

Moratoria inconstitucional

La mayoría de los opositores se manifestaron en contra esta medida, que calificaron como un «golpe de Estado constitucional». El pasado martes, el Parlamento de Senegal fijo el 15 de diciembre como la nueva fecha de las elecciones presidenciales. La votación se produjo tras un acalorado debate y las fuerzas armadas expulsaron del edificio a algunos diputados que intentaron frenar las votaciones. Un grupo de cerca de 40 parlamentarios opositores presentaron el jueves un recurso ante el Consejo Constitucional para reclamar que se declare inconstitucional la moratoria electoral hasta finales de año.

Poner esta cita en el calendario no ha contribuido a calmar las concentraciones de protesta en las calles. En un intento de frenar las movilizaciones, el Gobierno senegalés cortó el lunes todas las conexiones de internet, que fueron restauradas dos días después. Además, retiró la licencia de transmisión de una televisión privada, a la que denunció por utilizar «lenguaje subversivo, odioso y peligroso que amenaza la seguridad del Estado».

Los opositores ven un «golpe de Estado constitucional» en el retraso de la cita con las urnas

Sall no se presenta como candidato en los próximos comicios, pues ya ha agotado los dos mandatos que le permite la Carta Magna y debe abandonar el cargo el próximo 2 de abril, pero con el aplazamiento electoral consigue prologar diez meses su estancia en la Presidencia senegalesa. La bochornosa situación del país y «su deseo de pacificar la opinión pública» llevaron a Sall a prometer diálogo con todos los actores políticos, para «fortalecer la democracia» a través de un proceso electoral «transparente, libre e inclusivo».

Anticolonialismo

La lista definitiva de candidatos solo incluyó 20 de las 93 propuestas presentadas inicialmente. Entre las candidaturas descartadas se encontraba la de Sonko, que encabezaba las listas de Sénégal en Tête (Senegal en la cabeza), después de que su formación, Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), fuera disuelta tras su detención. El Consejo Constitucional consideró incompleta la candidatura de Sonko, quien es conocido por su discurso antisistema y anticolonialista. Sonko ha denunciado la «instrumentalización» de la justicia por parte del Sall para impedirle concurrir a los comicios.

La incertidumbre desestabiliza un país que ha perdido a miles de jóvenes desde el verano

En este contexto de tensión que arrastra el país desde la detención de Sonko pone en peligro la que se considera como la democracia más estable de África Occidental. La primera vez que Senegal eligió a su presidente en las urnas fue en 1963 y, desde entonces, nunca se han aplazado unos comicios. En esta línea, la exprimera ministra Aminata Touré, explicó a Efe que «desde su independencia, Senegal no ha conocido un golpe de Estado. Sin embargo, desde que al presidente Sall se le metió en la cabeza un tercer mandato hemos vivido una regresión democrática».

Manifestantes intentan reunirse cerca de la Asamblea Nacional en Dakar, Senegal.

Manifestantes intentan reunirse cerca de la Asamblea Nacional en Dakar, Senegal. / EFE

Reacciones internaciones

En la última semana, la ONU se ha pronunciado hasta tres veces sobre la situación política de Senegal. Su sec retario general, António Guterres, ha pedido a las autoridades del país a entablar un diálogo nacional para «garantizar unas elecciones presidenciales en el marco de la constitución».

Por otra parte, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) pide hacer todo lo posible para «restablecer el calendario electoral» con urgencia y ha instado a Senegal a evitar «la violencia y las acciones que puedan perturbar aún más la paz y la estabilidad en estos tiempos difíciles para el país y la región». La Unión Africana también se ha pronunciado y ha pedido a Senegal que organice los comicios lo antes posible.

Quien aún no ha reaccionado con contundencia a la regresión democrática de Senegal es Francia, antigua metrópoli e histórico aliado del país africano, apenas ha enviado un comunicado del Ministerio de Exteriores apelando a que las elecciones se produzcan cuanto antes.

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