La apuesta por la ciencia impulsa a Canarias en el ranking europeo de innovación

Canarias es la región española que más alimenta su potencial innovador en siete años, creciendo un 11% desde 2016 

El Archipiélago se mantiene a la cola de Europa

Un investigador realiza un proyecto científica en una empresa canaria.

Un investigador realiza un proyecto científica en una empresa canaria. / Carsten W. Lauritsen

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Después de décadas relegada al desinterés más absoluto, la ciencia y la innovación en Canarias empieza a caminar. En los últimos siete años, Canarias ha pasado de ser una región que menospreciaba la I+D+i, a convertirse en la comunidad autónoma española que más ha alimentado su potencial innovador y científico en los últimos siete años. El Archipiélago ha logrado así hacer crecer su índice de innovación europeo un 11% desde 2016. 

Sin embargo, este crecimiento no le ha sido suficiente como para escapar de la cola de innovación de Europa, en la que se encuentra estancada desde hace más de una década. "Nos enorgullecen estos datos porque significa que estamos empezando a caminar, pero no estamos satisfechos", asevera Javier Franco, director de la Agencia Canaria de Investigación, innovación y sociedad de la información (Acisii). 

Son los datos que emanan del Regional Innovation Scoreboard (RIS) elaborado por la Comisión Europea, que integra 21 indicadores de innovación para evaluar 238 regiones europeas. Entre dichos indicadores figuran la I+D pública y empresarial, la colaboración de las Pymes con otros socios para el desarrollo de proyectos de innovación, la propensión de las Pymes a innovar, el uso de distintos mecanismos de propiedad intelectual, y varios indicadores sobre la calidad del sistema de investigación. 

De esta manera Canarias pasa de registrar un índice del 50% en 2021 a uno del 57%, siendo la comunidad que más crece en este sentido. Le siguen País Vasco (del 106% al 110%), Comunidad Foral de Navarra (del 97% al 102%) y Cataluña (del 102% al 106%). Además, estas dos últimas comunidades han conseguido subir de categoría, pasando ambas de ser consideradas innovador moderado a fuerte. De este modo, España cuenta ya con cuatro territorios clasificados como innovador fuerte (País Vasco, Madrid, Cataluña y Navarra). Canarias, por su parte, se mantiene en el puesto más bajo, como región emergente. 

Entre estos indicadores se sustrae que Canarias cuenta con casi 800 publicaciones científicas entre las más citadas de Europa y que la I+D emplea al menos al 8,9% de la población isleña. Y todo proviene de una apuesta por la ciencia cuyo gasto ha crecido desde 2014 un 4,4% anual en Canarias, cuando entre 2005 y 2013 descendía a un ritmo del 0,7% cada año. 

Sin embargo, estos datos también ponen de manifiesto que la investigación en el Archipiélago sigue dependiendo en gran medida del sector público. En concreto, el sector público (universidades y administraciones) dedican el 0,44% del PIB a las actividades científicas, mientras que el sector empresarial apenas gasta un 0,11% con respecto al PIB

"Seguimos teniendo una alta inversión pública, pero la privada es floja", destaca Franco. Canarias, de hecho, es la comunidad autónoma en la que se encuentran mayores diferencias porcentuales entre inversión privada y pública. "Estamos intentando materializar varias líneas de actuación para animar al sector privado a invertir en ciencia", revela. 

Dos líneas de apuesta

En concreto, Canarias apuesta por dos líneas de actuación para incentivar la apuesta por la ciencia en las empresas isleñas. Por un lado, la Consejería de Universidades, Ciencia y Cultura, que lidera Migdalia Machín, apuesta por una "regeneración" de la Ley Canaria de Ciencia. "Queremos adaptarla al momento actual, ya que data de 2001", recuerda Franco. 

En este sentido, la nueva normativa –que pretende aprobarse a finales de este año– busca hacer la inversión en ciencia más amable para las empresas. Entre sus motivaciones se encuentra el aligerar los trámites administrativos, reducir los impuestos a la ciencia, incrementar los presupuestos dedicados a I+D+i o poner en marcha medidas para buscar y retener el talento en todas las islas. 

La segunda línea de actuación tiene que ver con la financiación. "Queremos buscar nuevas fórmulas de financiación que animen a las empresas a invertir", explica Franco. En este sentido, la Consejería ya ha anunciado la compra pública innovadora con 10 millones de euros. A esto se unirá, en un futuro, la puesta en marcha de un Venture Builder. Una factoría de startups que recibirán un apoyo para salir adelante. Además, Franco recuerda que Canarias es la comunidad que "mejor financia a las empresas", ya que los incentivos fiscales permiten recuperar prácticamente el 100% de la inversión que se haga en ciencia y tecnología. 

A raíz de estos indicadores, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU) ha publicado el informe Nuevos enfoques políticos para promover los ecosistemas regionales de innovación: el caso de España en el contexto de la UE. El documento concluye que se ha avanzado hacia un nuevo modelo de gobernanza multinivel de las políticas de ciencia e innovación, con una visión orientada al territorio que promueve el uso eficiente de las capacidades de todas las regiones, fomenta la cooperación interregional y afronta las persistentes brechas territoriales de innovación. 

Para el Ministerio, parte del éxito de esta evolución regional tiene que ver con los programas específicos para financiar distintos proyectos científicos que se han puesto en marcha. En concreto, la cartera de Ciencia puso en marcha en 2020 los Planes Complementarios de I+D+i para cofinanciar proyectos en áreas estratégicas en los que participan varias CCAA. Este programa pionero en nuestro país movilizará 466 millones de euros hasta 2025. 

Canarias ha recibido más de 30 millones de euros para participar en estos proyectos específicos con el propósito de situar a España a la vanguardia científica. En concreto, los centros de investigación del Archipiélago participarán en el impulso de proyectos de ciencias marinas, energía e hidrógeno renovable y biodiversidad. 

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