CARNAVAL 2023

Arranca la pista del Carnaval de Studio 54

El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de rinde homenaje a la discoteca neoyorkina de los años 70, icónica por el famoseo y sus fiestas de desenfreno

Liza Minelli, Bianca Jagger y Andy Warhol en Studio 54.

Liza Minelli, Bianca Jagger y Andy Warhol en Studio 54. / LA PROVINCIA/DLP

Prepárense para bailar el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2023. El parque Santa Catalina se convertirá hasta el próximo 5 de marzo en la mítica discoteca neoyorkina Studio 54 [los conciertos nocturnos se han trasladado al parque de La Música]. Todo un referente de la noche neoyorkina a finales de los años 70 del siglo pasado y por donde pasaron la mayoría de las celebridades de la música, el diseño, el arte y el cine de aquel momento. Pero ¿por qué Studio 54 adquirió esa fama?

El 26 de abril de 1977, las reclamaciones salariales del personal de Tierra habían paralizado Iberia y el Partido Comunista, recientemente legalizado, se presentaba en el campo López Socas de la mano de Marcelino Camacho, líder de Comisiones Obreras, y de dirigentes del partido en Canarias como José Carlos Mauricio y Antonio González Viéitez. El problema pesquero seguía siendo prioritario, mientras en los mentideros periodísticos comentaban que el presidente Adolfo Suárez se presentaría a las elecciones del 15 de junio de ese año como centrista independiente (LA PROVINCIA). Ese mismo día, pero al otro lado del Atlántico, abría sus puertas la discoteca Studio 54 en la Gran Manzana. En la misma calle oeste que lleva su nombre. 

El artista Andy Warhol; los cantantes Liza Minelli, Donna Summer, Mick Jagger, Michael Jackson, Rod Stewart; los actores Elisabeth Taylor, John Travolta; las modelos Grace Jones, Jarry Hall; y el escritor Truman Capote; entre otras celebridades de la época pasaron por el local. Solo hay que visualizar en Internet el archivo Getty Imagenes sobre la sala para descubrir quién estaba en el top ten de la sociedad cultural, artística y del famoseo neoyorkino y también europeo. Todo el que lo era pasaba entonces por el club nocturno, abierto por Steve Rubell e Ian Schrager.

La sala abrió el 26 de abril de 1977 y se cerró en 1980 cuando sus dueños tuvieron un problema con el fisco estadounidense

Ubicada en el solar que en 1927 fuera un teatro -el Gallo Ópera House- y después teatro de variedades, estudio radiofónico de la CBS, de televisión y discoteca, Studio 54 logró popularidad nada más ponerse en marcha. Por los famosos que entraban en el club y también por las peculiares fiestas que se celebraban en él, los tipos anónimos y frikis que se codeaban con las estrellas y que se elegían escrupulosamente entre el público que hacía cola o la libertad y desenfreno que se vivía en su interior.  

Entre su anecdotario, la fiesta de cumpleaños de la mujer del líder de los Rolling Stones, Bianca Jagger, que llegó a lomos de un caballo blanco a la sala; el de la actriz Elizabeth Taylor, que entró en la disco en una carroza decorada con gardenias y a la que regalaron una tarta con una muñeca a tamaño natural de su figura; la aparición de un cadáver entre los conductos del aire acondicionado al parecer de una persona que pretendía colarse en la discoteca o la cocaína que corría en la sala, cuya decoración hacía apología de la droga.

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Las Palmas de Gran Canaria no era New York pero aquí también se disfrutaba de la noche. Cerca de 70 discotecas y salas de fiestas convivían a mediados de los 70 gracias al boom de turismo. Lo recuerda Fran Rivero, que comenzó como pincha discos en el 74 y llegó a ser empresario durante doce años de la discoteca Pick Up. «En los 70 y 80 se escuchaba mucha música de importación; la misma que se pinchaba fuera, aunque a nosotros nos llegaba unos meses más tarde», rememora Fran, que viajaba a Londres a comprar las últimas novedades. «Se escuchaba a Barry White, Donna Summer y el Sonido Filadelfia [tipo de música soul y funk precursora de la música disco]. Era todo música dedicada a la pista de baile», cuenta Fran, que señala que la música disco «nunca ha faltado ni faltará en una fiesta o en una boda». «No pasará de moda; es pegadiza, tiene ritmo y está destinada a bailar», continúa este empresario de la noche, que asegura que el Carnaval será todo un éxito gracias a la elección del tema. 

 Su fama llegó a tal grado que pese a que cerró en febrero de 1980 por problemas de sus dueños con la ley por un delito fiscal, Studio 54 siguió siendo un icono del glamour y de la transgresión nocturna. Testimonio de ello es la película dirigida por Mark Christopher en 1998 y que su nombre pervive hoy como un símbolo de transgresión.  

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Studio 54 fue el refugio nocturno de los artistas de los años 70 pero también de los que ya eran leyenda en el mundo del cine, la moda o la canción. Si algo caracterizó al local es que supo compaginar este famoseo con los personajes anónimos que rompían los canones establecidos al destacar por su vestimenta o pose extravagante en la cola de entrada al local, y que eran seleccionados con cuidado para dar más brillo y morbo a la ya controvertida discoteca por lo que su fama creció entre los colectivos más inconformistas y liberales de la sociedad neoyorkina

La discoteca volvería a abrir en los años 80 con el mismo nombre y espíritu pero ya nada sería lo mismo. Y es que Studio 54 nació en una coyuntura social muy concreta. Atrás había quedado la Guerra de los misiles, la de Vietnam y la primera crisis del petróleo; la libertad sexual era una aspiración más del movimiento por los derechos humanos, en especial del colectivo gay que comenzaba a ser más visible, y las drogas eran ya una vía de escape para muchas personas.

Si algo perduró de aquella época fue la música disco, especialmente tras la exhibición de la película Fiebre del sábado noche, dirigida por John Badham e interpretada por John Travolta en 1977 con música de los Bee Gees y que se convirtió en todo un fenómeno de masas. 

El coordinador de Inolvidable FM Juan Carlos Santomé señala que la música disco ha pervivido en el tiempo porque fueron grandes producciones musicales

El coordinador de Inolvidable FM Juan Carlos Santomé señala que la música disco ha pervivido en el tiempo porque se trata de una música «happy [felicidad en inglés], para divertir, bailar y desinhibirse» además de que fueron «grandes producciones musicales». «Las canciones están bien elaboradas, tienen buenos arreglos y estribillos muy marcados y pegadizos», afirma Santomé, que recuerda que muchas de las canciones hablan incluso de «empoderamiento como I will survive [Sobreviviré] de Donna Summer», todo un himno entre el colectivo gay.  

Santomé añade que han tenido una segunda vida al ser utilizadas en series televisivas y en publicidad, de ahí su calado entre el público. También un resurgir en la actualidad. «Algunos artistas del pop dance y el tecno actual como Dua Lipa tiran del género, que tiene sus raíces en la música negra de los campos de algodón», dice el coordinador de Inolvidables FM, que añade que los jóvenes que usan Tik Tok las han popularizado por las coreografías.