Los Legañosos más gladiadores brillan y Traviesas quedan a las puertas de la final

Estreno destacado de Majaderos en el Concurso de murgas de Las Palmas de Gran Canaria

El jurado da a conocer las ocho murgas que pasan a la final del sábado, Los Chancletas abrirán

Los Legañosos en la tercera fase del concurso de murgas.

Los Legañosos en la tercera fase del concurso de murgas. / Sociedad de Promoción.

Con una apertura potente, Las Traviesas marcaron la pauta de la tercera fase del Concurso de murgas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. La murga femenina del Polígono Cruz de Piedra se quedó a las puertas de la final pese a un número con nivel. Los Legañosos se coronaron en la recta final de la noche como los reyes del Coliseo. Además, Las Crazy Trotas sacaron más de una carcajada con su Grand Prix y los Majaderos sorprendieron en su debut, actuación que les valió un pase a la final del sábado.

El pase a la final del próximo sábado, sin duda, estaba muy reñido. El concurso ha estado en esta edición más reñido que en citas anteriores y casi cualquier posibilidad estaba abierta. Finalmente, tras la deliberación del jurado, en orden de actuación consiguieron una plaza: Los Chancletas, Serenquenquenes, Los Nietos de Sary Mánchez, Los Chacho tú, Trapasones, Legañosos, los Majaderos y cerrarán Despistadas, única murga femenina que logra el pase pese al buen papel de otros grupos.

Traviesas

Cual guerreras, las Traviesas del Polígono Cruz de Piedra lo dieron todo sobre el escenario. Tenían el reto de volver a pasar la final del sábado -el año pasado fueron la única murga femenina en lograr el pase- y se marcaron un número intenso y efectivo. Las de Alicia Benítez, que estuvo exultante durante toda la actuación, lucieron la fantasía "El despertar de las guerreras", con el objetivo de resurgir el carnaval de calle.

En su primer tema, Tras mil batallas perdidas, entraron en formación con potencia. Forjadas en "mil batallas contra la desigualdad, el racismo y la mala economía", tenían las letras "para disparar". Y lo hicieron. A la directora se le notaban los nervios por momentos. Pero las voces y la predisposición de las chicas taparon los huecos. Cantaron contra los discursos de odio, los alquileres por las nubes -una de las pocas murgas que trajeron el tema al concurso-, la sanidad o el caso de Joel Domínguez.

Siguieron de menos a más. Cuando las del Polígono y sus 84 componentes -es la murga femenina más numerosa- parecían que iban tirar por el pique fácil con Tenerife, reconocieron que se estremecieron con los incendios del verano y terminaron por sacar la bandera canaria. No obstante, el colofón final de este primer tema sería cuando denunciaron los discursos homófobos y lanzaron un mensaje especial a "las valientes trans" todo "un símbolo de resistencia, son grandes guerreros y guerreras". Colofón por todo lo alto.

En el segundo tema, "Los dioses a los que le Rexxo", comenzaron de monjas, pero pronto el reguetón inundó el escenario y las religiosas se transformaron en Karol G. Sonaban como un coral, o eso decían entre el público, hasta que lo confesaron: "mi religión es el perreo". Como "una ley celestial", cantaron el Quédate de Quevedo, cruzaron dedos para que Carolina Darias perreara mejor que Augusto Hidalgo y hasta cantaron el "aleluya" por la marcha de Israel Reyes como director artístico. Cuando iban a decaer, cerraron la Tusa y un canto a la libertad.

Crazy Trotas

Como espantapájaros, la murga femenina de El Risco de San Nicolás entró con fuerza. Fantasía vistosa, colorida. Leticia Sánchez se estrenó al frente de la agrupación, pero lo cierto es que lleva entre las filas de las Crazy desde hace años. Cumplió a la hora de armonizar a las 58 componentes, quienes demostraron entusiasmo y supieron defender su actuación.

Y Karol G volvió a aparecer por el concurso de murgas. Dos abuelos llamaron a Karol G del Carmen. Aunque tras abrirse los biombos aparecieron por allí las murgueras divididas en un particular Grand Prix. De azul las representantes de Santa Cruz de Tenerife y de amarillo las de Las Palmas de Gran Canaria. Estuvieron divertidas con los clásicos del programa de televisión en una competición presidida por Carolina Darias y José Manuel Bermúdez. Los bolos, las manos o la papa caliente.

En su segundo tema, la Galería, las murgueras del Risco se centraron en las cosas que se hacen de cara a la galería en las redes sociales. Con una letra más crítica, empezaron por la individualismo y terminaron por hilar contra los bulos y por pedir "una solución" a la inmigración. Las chicas pudieron remontar el tema cuando subieron al escenario a la murga infantil los Chachitos, para quienes reclamaron al Ayuntamiento un local de ensayo. Momento que aprovecharon para pinchar con el alto coste del Carnaval del año pasado.

Los Majaderos

Acordonados por la policía, los Majaderos debutaron en el concurso de murgas. Dirigidos por Ayoze Sánchez y con Raúl Talavera com presidente -con años a sus espaldas en Twittys-, los murgueros hicieron una presentación con un tono épico luciendo una fantasía en la que se convirtieron en Joker. El pasacalles, marchoso, con protagonismo de la percusión y el juego de manos. Brindaron una actuación de nivel y con buenas voces.

Dieron rienda suelta a la fantasía -de nombre kilométrico- en el primer tema: "En este juego soy el Joker". Comenzaron con un animado juego de naipes, con Carolina Darias de por medio o a Dani Calero convertido en la sota de bastos. Hasta le piden a Fernando Clavijo que no vaya de farol. Y así, fueron sacando cartas. De la Metroguagua a las zonas azules o la conversación de Veneguera. Mantuvieron el nivel, se nota que a pesar de ser nuevos llevan en esto de las murgas años. Entraron en un batiburrillo de temas varios aunque lo defendieron con nota.

Con 72 componentes, mayoritariamente de Ciudad Alta, en el segundo tema dejaron atrás el disfraz de Joker para convertirse en farolas. Originales. Con un tono de himno y bien armonizados fueron de menos a más. Celebraron el pase a primera de la UD y siguieron por las colas de la autopista. Con un tono divertido, denunciaron los precios récord de los alquileres o el abono animal. Eso sí, dedicaron más tiempo a un tema tan trivial como la pérdida de la bandera azul de Las Canteras. Tema animado. Lo hicieron con nota.

Payasos Alborotados

Desde el Lomo Apolinario, los Payasos Alborotados y sus 40 componantes arrancaron en plan épico, eso pretendían. Acordes a su nombre, pisaron el escenario de Belén María queriendo hacer un homenaje a sus cinco años de historia. Néstor Gómez se estrenó al frente de la dirección, quien animó a la murga Tramposas -del mismo barrio capitalino- a salir al concurso el próximo año.

En el primer tema, "Una de superhéroes", cambiaron el disfraz de payaso por el de Batman. El actuación apuntaba mejor que las de años anteriores. Este batman alborotado cantó a los barrios. Hablaron de la dificultad de aparcar en la capital y terminaron por hablar de "las rayas de colores". Y es que el disfraz venía claramente inspirado en el conocido como Batman de La Isleta que pintó de negro las líneas amarillas en una calle de la Nueva Isleta.

Pidieron a la alcaldesa "una ciudad limpia" y le cantaron a los "cuatro personajes" que denuncian las fiestas. El tema se hizo largo. Cerraron con un homenaje a los servicios esenciales. En la segunda canción prometieron dar la vuelta al mundo al ritmo de Raffaela Carrá. Brasil, Venecia, Nueva Orleans y de ahí a Cádiz. La idea no era mala, la ejecución fue pasable, acabaron por todo lo alto con el "la vida es un Carnaval".

Los Legañosos

La cosa iba de legionarios. Los Legañosos llegaron al recinto de Belén María transformados en soldados romanos aunque con los colores de la bandera canaria en el casco. Entrada con nota. Voces impecables y al unísono. David Zurita levantó al público a media noche con el tradicional pasacalles de los del Carrizal al ritmo del 'hola don Pepito, hola don José'.

Los Legas llegaron para combatir las injusticias. Se colocaron en formación y abrieron el Coliseo, "¡Ave César, los que van a cantar te saludan!". Un arranque original y potente. En su Tierra de luchadores, llegaron los gladiadores con una crítica fina en la que no faltó el pique con Tenerife -tal vez tiraron de este recuerso en exceso durante toda la actuación-.

Poco a poco fueron descubriendo varios bustos. Reclamaron una vez más una base de hidroaviones para Canarias y hasta le dedicaron un pedestal a Ángel Víctor, quien después de tantas desgracias "se merece una rotonda". Sacaron luchadores e hicieron un homenaje a los Nietos de Kika, a quienes les entregaron un busto de Tomás Pérez. Con buena letra, el tema se dejó llevar.

En el segundo tiempo, los Legas, montaron un restaurante gourmet. Pinito la del Norte intentó reservar mesa para cenar, pero no hubo manera. Los de Carrizal, transformados de legionarios a camareros, le cantaron al ritmo del "hay que ser torero" a la precariedad laboral. Pretendían servir pollo de primera y chicharro de segunda. Bandeja en mano, el tema brindó crítica de una manera divertida. Hasta sirvirieron un chorizo multicolor con los colores de los partidos políticos. Lástima que dejaran para el final la denuncia a los precios de los alimentos para celiacos.

Los Chancletas

Con un homenaje a "un riconcito sin igual", Los Chancletas arrancaron con su actuación cantándole La Isleta, "la cuna de mi Carnaval". Defensores murgueros del barrio, con 44 carnavales a sus espaldas. Los de Toni Brito, ganadores de la pasada edición, jugaron en casa y lograron mantener el recinto con un buen número de público. Lucieron la fantasía 'Las cosas de Julio' con unos curiosos tocados inspirados en la obra de Julio Verne.

Los isleteros tenían como misión volver a conseguir el título. Brito se mostró "encantadísimo estar en nuestra casa, el barrio que nos vio nacer". Y aunque es ahora él quien sujeta la batuta, el histórico Tito Rosales sigue entre las filas chancletistas. Y así, los de Julio Verne arrancaron con su primer tema "Los Imperdonables". Lo hicieron con una retahíla rajando por los atascos y contra quienes van sin disfraz al Carnaval.

La salud mental y las listas de espera como tema central. Siguieron por la vivienda que "sube y sube" y los salarios precarios. Los Chancletas se marcan una retahíla murguera bien hilada. En la recta final, fueron de más a menos. El tema se fue por otros lados y rajaron contra el área de Cultura que supuestamente les tiró la posibilidad de tener una plaza a su nombre en La Isleta. Y eso que después dijeron que no la necesitan.

Y en su segundo tema, después de hora y media para salir de La Isleta, les dio un toc: "trastorno obsesivo carnavalero". En calcetines y con gorritos de papel de periódico, comenzaron un tema que pretendía ser gracioso. El tema comenzó bien cantándo al Carnaval, pero a media que pasaba el tiempo el hilo se perdió.