Entrevista | Arnaldo Ojeda Cruz Pregonero del Carnaval de Telde

Arnaldo Ojeda: «Echo de menos el carnaval de antes; lo prohibido tiene su morbo»

Uno de los incondicionales del Carnaval de Telde, el banquero jubilado Arnaldo Ojeda, será el encargado de pregonar el viernes las carnestolendas teldenses este año. Con sus impresionantes trajes, diseñados por él mismo, cada año acapara las miradas y los objetivos de las cámaras.

Arnaldo Ojeda Cruz

Arnaldo Ojeda Cruz / La Provincia

E. M. A.

¿Qué supone para usted pregonar el carnaval teldense?

Es un gran orgullo y satisfacción el que me hayan elegido.

¿Quién se lo pidió?

Me llamó el alcalde, Juan Antonio Peña, y me reuní con él y el concejal de Festejos, Miguel Rodríguez, y me lo propusieron. Me dijeron lo que tenía que hacer y que me lo pensara, pero yo dije que sí enseguida por si acaso se arrepintieran.

Usted es ya uno de los personajes del Carnaval de Telde, un incondicional de la fiesta.

Sí, desde pequeñito. Era la fiesta que había y yo participaba siempre. Tenía una peñita de amigos, pero poco a poco se fueron retirando y me quedé yo, en primera línea.

Es curioso el cambio de la seriedad de un trabajo en la banca a vivir el carnaval como lo hace. ¿Le decían algo?

En absoluto. En aquellos tiempos se vivía el carnaval de otra manera, sobre todo en El Casino, donde quedaba con otros compañeros. Cuando aparecía, al principio, no me reconocían, pero luego eran todo bromas y aceptación.

¿Qué es lo que más le gusta de esta fiesta?

El carnaval es la alegría y la solidaridad, y parece que se respira otro aire diferente al resto del año.

¿Hay algún disfraz de los que haya hecho al que le tenga especial cariño?

Yo diseñaba el disfraz y hacía un boceto y se lo llevaba a mi tía Paquita Ojeda, que era la artífice. Y cuando iba a los dos días, aquello era otra cosa gracias a su habilidad y su creatividad, añadiendo cosas que ni a mí se me habían ocurrido. Me gustan todos los que me hizo, pero ahora guardo un recuerdo especial uno que me confeccionó Noelia González. Saqué el diseño de una revista de moda y es azul con flores pintadas de blanco. Ella hizo el patrón y yo le llevaba los trozos de tela pintados para que ella los ensamblara. El resultado fue muy bonito.

¿Cómo es el de este año?

El de este año ya lo estrené en la cabalgata de Las Palmas de Gran Canaria y aunque tengo disfraces mucho más bonitos, creo que nunca había causado tanto furor. Quería un disfraza de cuento y elegí El País de las Maravillas y la Reina de Corazones. Yo mismo compré la goma eva e hice los corazones y Noelia (González) lo unía todo. Hicimos un disfraz sencillo, pero que ha calado en la gente.

¿Lo usará también en Telde?

Sí, cada año me hago uno y lo llevo por todos los carnavales.

¿Qué puede esperar la gente que vaya el viernes al pregón?

No voy a hacer un pregón muy largo para no cansar a la gente. Voy a ir a lo principal, a compartir mis vivencias, a hablar de los carnavales de antes y de los de hoy, a contar alguna anécdota graciosa que me ha pasado y, en fin, carnaval, carnaval, carnaval te quiero.

¿Hay algo que eche de menos del carnaval de antes?

Echo de menos el de antes porque siempre lo prohibido tiene su morbo. Entonces la gente, aunque estaba prohibido, se vestía al atardecer e iba de casa en casa preguntando ‘¿me conoces mascarita?’, y bailábamos en las casas donde tenían preparadas las tortillas de carnaval y se probaba todo. Ese es un ambiente que ya se ha perdido, pero han llegado nuevas costumbres. El carnaval se va modificando según la época que va pasando.

¿Ha heredado su familia esta afición por la fiesta?

Sí, mis hijos y nietos se disfrazan, aunque ya no es el mismo carnaval. No son como yo, que me apunto a un bombardeo y disfruto tanto del carnaval, pero les gusta mucho.

¿Qué hace falta para disfrutar bien del carnaval?

La predisposición para pasar un buen rato y aceptar las bromas propias de estas fiestas.

¿Hay alguna alegoría que le gustaría disfrutar?

Nunca espero al tema. Mi carnaval lo hago yo y no me lo impone nadie.