Opinión | El mandarinazo

El comunicado que le faltó al Granca

Momento en el que Jaka Lakovic es expulsado durante el derbi canario.

Momento en el que Jaka Lakovic es expulsado durante el derbi canario. / ACB Photo

Hace precisamente un año y una semana escribía una columna de opinión que titulé: Lakovic y el doble rasero con los buenos. En él intenté exponer la doble vara de medir con la que se juzgan las sanciones en la ACB después de que al entrenador esloveno le castigaran con cuatro partidos sin dirigir a su equipo tras las protestas excesivas que dirigió contra Esperanza Mendoza, la árbitro del Covirán-Granca, y ser retirado de la cancha por los miembros de seguridad.

Un día antes, cuando ya tenía preparado el texto, desde el club me instaron a «defender lo nuestro» porque era el momento. Yo ya lo iba a hacer, porque Lakovic me parece una persona sensata y que merecía el perdón por un error aislado, no por un sentimiento chovinista.

Ahora, un año después, con Jaka tropezando con la misma piedra, tengan por seguro que nadie de la cúpula del Gran Canaria tiene la intención de que sea LA PROVINCIA/DLP quien ejerza un juicio sobre la situación sufrida en el derbi en Tenerife.

Por tanto, no es que me sorprenda que el club haya querido pronunciarse en otros medios, válgame dios cuestionar la libertad de comunicación. Lo sorprendente es el modo en el que un presidente que representa a todos los aficionados del CB Gran Canaria opte por un lenguaje cuestionable en sus redes sociales y posteriormente ordene emitir un comunciado a la ACB que roza el ridículo.

«Vergonzoso. Esto no se quedará aquí», publicó Sitapha Savané en su cuentra personal de Twitter. En Instagram optó por algo más escueto: «Vergonzoso lo visto hoy», expuso, además de promocionar su discurso sesgado.

La Provincia estaba en Tenerife para constatar los hechos y hacerlos llegar a sus lectores. Si no leen las valoraciones de los representantes del club en este medio, entiendan que es porque el presidente, incluso, declina mis saludos en el lugar de los hechos.

Eso sí, como yo estuve en Tenerife, les puedo decir que, en los pasillos del Santiago Martín, vi que la misma persona que decía estar indignada, minutos después estaba entre carcajadas con algunos jugadores del Lenovo mientras Jaka Lakovic se encontraba solo en la sala de prensa intentando responder por su error.

El esloveno me pidió perdón a la conclusión de su comparecencia. Que obviamente no tenía por qué hacerlo, porque yo sólo represento a un medio de comunicación. Jaka es un señor a pesar de que el domingo volviera a repetir su error.

Por eso, a mí lo que me faltó del Gran Canaria fue un comunicado en el que también pidieran perdón en nombre de su entrenador. Que pidieran perdón por los insultos que profirió Víctor García a la afición tinerfeña, a los árbitros y por las patadas a las publicidades. Y sobre todo, que alguien pidiera perdón por no transmitir ni una palabra de lamento por Jaime Fernández, que se perderá el resto de la temporada por romperse la rodilla.

¿Que el arbitraje del derbi fue lamentable? Por supuesto. ¿Que influyeron en el resultado del partido? Seguramente. Pero que todo esto pueda servir para desviar la atención de las actitudes que tuvieron las personas que representan a un escudo de 60 años de historia no tiene justificación alguna.

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