Economía circular

Financiación y legislación para avanzar en circularidad

Contar con un marco regulatorio claro, lograr la colaboración de todos los actores implicados y apoyar la inversión en este nuevo tipo de economía son algunos de los desafíos abordados en un encuentro en Madrid

Financiación y legislación para avanzar en circularidad.

Financiación y legislación para avanzar en circularidad.

Cristina Andrade

La economía circular se presenta como uno de los principales aliados para hacer frente a la crisis climática y lograr alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible recogidos por Naciones Unidas. Para entender exactamente qué es la economía circular y cuáles son sus retos de presente y de futuroEL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, organizó en Madrid, con el patrocinio de Banco Sabadell y la colaboración de Signus, una mesa de expertos en la que, bajo el título Economía circular, ¿oportunidad o desafío?, se abordó el momento actual en el desarrollo de este nuevo modelo económico.

Román Martín Antón, director de Relaciones Institucionales de Signus, señaló que "la economía circular es un modelo en el que los recursos y materiales se mantienen en el ciclo productivo el mayor tiempo posible". Añadió que esto incluye "el ecodiseño y la fabricación de productos con materiales sostenibles, duraderos, reparables y reutilizables" que, con la ayuda del consumidor, persistan en el ciclo productivo el mayor tiempo posible.

Elena Carrera Crespo, directora de Sostenibilidad y Eficiencia de Banco Sabadell, destacó que su entidad financiera "tiene un papel fundamental en la financiación de la transición hacia una economía circular" y, en este sentido, aseguró que el Sabadell da apoyo a todos los sectores. "Para nosotros el reto es reconocer es detectar las particularidades de la circularidad, medirla y acompañar en las transformaciones y las tecnologías necesarias para conseguirlo", sostuvo. La directiva remarcó que las empresas deben "repensar" su proceso productivo, incluyendo los residuos, desde el ecodiseño, un factor que, junto a una tecnología madura y con visión a largo plazo, repercutirá en un a ventaja competitiva con un potencial ahorro de costes para las compañías.

Manuel Guerrero Pérez, director ejecutivo de la Fundación Economía Circular, habló de un nuevo modelo económico y señaló que el reto ahora está en ir hacia un concepto "circular y sostenible". Guerrero considera que para hacer posible esta circularidad no sólo conviene tener en cuenta los materiales sino también los actores implicados en el proceso. El ejecutivo señaló también que uno de los grandes desafíos es devolver al mercado "las materias primas que estamos descartando tras su utilización".

Enrique Castelló Muñoz, presidente del Foro de Empresa y Emprendimiento del Colegio de Economistas de Madrid comentó, por su parte, que este cambio de paradigma supone el tránsito de un modelo lineal -extraer, producir, consumir y tirar- a uno circular que añada las llamadas tres ‘erres’: reducción de residuos, reciclaje y reutilización. Castelló manifestó que "la sostenibilidad debe ser rentable" para que afecte a las diferentes dimensiones social, medioambiental y económica. "La sostenibilidad significa la pervivencia de la empresa a lo largo del tiempo, pensando en los ciudadanos, los empleados y los accionistas", expuso.

Federico Ramos, presidente de la Comisión de Economía Circular de la Cámara de Comercio de España y director de Veolia Madrid, puso de relieve que uno de los sectores que más tiempo lleva trabajando en la circularidad es el sector hídrico. "El agua es un recurso que tiene una circularidad natural y es, quizás, uno de los ámbitos donde más ha avanzado este enfoque de la economía", apostilló.

Colaboración

En este cambio de modelo, las grandes compañías desempeñan un papel crucial para impulsar el salto de las pequeñas y medianas empresas (pymeshacia el mundo de la sostenibilidad, ayudando a poner en marcha diferentes medidas. Elena Carrera expuso que, para las organizaciones, los beneficios principales de esta transformación son "el ahorro de costes y el mitigar futuros riesgos anticipando actuaciones" y puso sobre la mesa la realidad de que "cada vez más compañías tienen que acreditar una estrategia sostenible ante inversores, consumidores y como proveedores de otras empresas".

Financiación y legislación para avanzar en circularidad.

Financiación y legislación para avanzar en circularidad. / Alba Vigaray

Carrera sostuvo que la transición hacia un modelo circular ayudará a anticipar "una menor pérdida futura, reduciendo riesgos" y recuerda que va a estar muy presente la regulación que obligará a reutilizar los residuos y establecerá impuestos a las emisiones de CO2. La representante del Banco Sabadell destacó el "rol fundamental" que tienen las grandes compañías para avanzar hacia la circularidad, puesto que cuentan con más recursos para ir incorporando todas estas iniciativas. "Las pymes necesitan que otros innoven antes pero deben ser proactivas en seguir su estela cuando la tecnología sea a escala y esté a costes competitivos", añadió Carrera.

Enrique Castelló remarcó la idea de que la empresa "es el motor económico que da progreso y bienestar" y cuyo objetivo prioritario debe ser maximizar beneficios. El representante del Cemad subrayó que "hay que impulsar el compromiso de la empresa en la sociedad a través de las distintas acciones sociales y, sobre todo, la mejora de la gobernanza a través de la transparencia y los códigos de buenas prácticas".

Castelló abogó por conseguir una eficiencia en la gestión de los fondos europeos y una mayor transparencia para aprovechar los recursos con el fin de "tener un sistema económico español mucho más moderno y en consonancia con los retos que hay que asumir".

Marco legal

Román Martín reconoció que "es esencial darle a las empresas un acompañamiento normativo por parte de las administraciones" y demandó más medidas prácticas para fomentar y garantizar que los materiales procedentes de los residuos se vuelvan a introducir en la cadena productiva. "Hay mucho camino por recorrer", concluyó.

En cuanto a la regulación actual que impulsa la transformación circular, Federico Ramos declaró que existe un objetivo que deben abodar conjuntamente las empresas y las administraciones. Unas y otras deben buscar, a su juicio, "un marco legal adecuado y claro en el que desenvolvernos". Aun así, Ramos es consciente de que "la transición hacia ese marco legal, coherente y coordinado no es fácil". Manuel Guerrero se mostró a favor de fusionar los procesos para "hacer más fácil al gestor la aplicación de medidas que avancen en sostenibilidad y circularidad".

Enrique Castelló señaló que "más que regular, hace falta regular mejor". Y en este sentido, propuso que se simplifique la regulación actual para que los ciudadanos puedan comprender mejor los productos y servicios que se les ofrece. Martín Antón manifestó que existe también "una evolución en los consumidores, que ya demandan servicios en vez de productos". Enrique Castelló completó esta idea y confirmó que los hábitos de consumo han cambiado tanto por el cambio de regulación a nivel europeo como porque "lo demanda la sociedad".

Elena Carrera apuntó, a este respecto, que "si el consumidor no demanda productos sostenibles, las empresas estarán menos incentivadas a cambiar su proceso" y resaltó que algo similar ocurre cuando no se regula orientando la legislación hacia un uso más responsable de los recursos. "Si los bancos e inversores no fomentamos la financiación de las actividades de economía circular, pasarán más lentamente", sentenció.

Financiación y legislación para avanzar en circularidad.

Financiación y legislación para avanzar en circularidad. / Alba Vigaray

Román Martín confesó que otro de los desafíos esenciales de la economía circular es "la innovación". Elena Carrera señaló que las nuevas tecnologías son "muy relevantes para poder alcanzar los objetivos necesarios para avanzar". Agregó que es esencial la labor didáctica y de asesoramiento a las empresas, con especial atención a las pymes para que puedan "identificar cuál es su huella de carbono y tomar medidas con las que encontrar una estrategia que repercuta en una mayor rentabilidad".

Desafíos

Enrique Castelló subrayó la importancia de que las nuevas empresas que quieran adentrarse en el mundo de la sostenibilidad y la circularidad estén informadas, ya que muchas veces "los fondos no se piden porque no se conocen". "Hace falta concienciación, compromiso y cumplimiento", apuntó. Asimismo, Castelló afirmó que las funciones tradicionales del economista han cambiado y que ahora tiene que "mirar el horizonte con lentes largas para que aquellos que ejercen la profesión sepan que tienen que ponerse al día de estos conocimientos".

El presidente del Foro de Empresa y Emprendimiento del Colegio de Economistas de Madrid añadió que hay que facilitar a las empresas todo lo que emana de las directivas europeas. Se trata de "hacer lo complicado fácil y, por lo tanto, de estar preparados para abordar esta serie de nuevas profesiones que marcan el futuro de las empresas en el siglo XXI", añadió.

Federico Ramos reconoce que, desde su entidad, no imaginan otro desarrollo que no sea sostenible y señala que es fundamental que esa visión a largo plazo esté presente en las compañías, sin importar su tamaño o recursos. "Se generarán oportunidades para su desarrollo, y serán mejor percibidas por su entorno, sus clientes y proveedores", aseguró. Ramos cree que "si no te transformas, te puedes encontrar con activos que cuenten con un valor que va a desaparecer en poco tiempo". Es por ello, que animó a las empresas a prestar atención a esta realidad.

Román Martín Antón declaró, en esta línea, que el proceso de "planificar y diseñar una empresa a día de hoy tiene que ser circular" y que hace falta poner en marcha una labor pedagógica para explicar las ventajas con las que cuenta este nuevo modelo. "No todo se pone en marcha de una manera automática ya que hay un camino por recorrer de explicar, analizar y convencer de ciertas prácticas", agregó.

Elena Carrera cree que es básico que las organizaciones conozcan cuál es su impacto ambiental y social y hagan planes para minimizar y mitigar las externalidades negativas. En materia ambiental, Carrera concluyó que las empresas deben conocer cuál es su huella de carbono, cómo utilizar las fuentes de energía renovable y cómo pueden aprovechar sus propios residuos para maximizar el ciclo de vida. Para ello, la obtención de asesoramiento especializado, la captación del talento y el uso de las tecnologías serán palancas clave para el desarrollo sostenible de la empresa.