El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, que celebra el próximo año su 18ª edición, estudia la posibilidad de imprimir un giro a su programación musical y de replantear su modelo de relación con el Monopol Music Festival (MMF).

Este último, que celebró este año su cuarta entrega bajo la dirección del músico y productor Víctor Ordóñez, se desarrolló bajo el paraguas del certamen grancanario por segundo año consecutivo -manteniendo su identidad y autonomía- con la filosofía de conjugar música y cine a través de la programación de proyecciones de cine documental musical y la celebración de conciertos en diferentes espacios de la ciudad.

La explotación de esta fórmula, inspirada en la de certámenes anteriores como el Festival In-Edit de Barcelona, se complementa con la oferta cinematográfica del Festival de Cine y, en principio, se inscribe en su línea de exploración de diferentes tendencias y lenguajes dentro del género documental musical.

Sin embargo, la programación de contenidos del MMF en esta última edición, que se solapó en muchos de sus títulos con la de plataformas y parrillas televisivas como Movistar+, así como los ajustados límites presupuestarios en los que se mueve el certamen capitalino, cifrado en 430.000 euros en su última edición -de los que 340.000 se correspondieron con aportación municipal-, son algunas de las razones que se esgrimen desde el Festival del Cine para reconsiderar este apartado específico del certamen, cuyo porcentaje presupuestario registró un aumento significativo sobre el total del Festival.

"La programación y los contenidos de la próxima edición del Festival todavía está en fase de diseño y de negociación, por lo que no podemos hablar de nada concluyente", sostiene Luis Miranda, director del Festival de Cine de Las Palmas. "Nosotros hemos ido valorando los resultados de la última edición del Festival y los del MMF no fueron tan positivos el año pasado, pero sí tenemos muy claro que el festival quiere mantener una programación y una faceta musical fuerte. Lo que también tenemos claro es que el diseño presupuestario tendría que ser muy distinto y que tenemos que considerar el encaje de toda la parte musical en otros términos", añade Miranda, que se reunirá con la dirección del MMF "preferiblemente, antes de que termine el mes de septiembre". "Tenemos pendiente sentarnos con el equipo del MMF para hacer un balance de la situación, estudiar bien qué opciones y posibilidades hay, que sean las más convenientes para todos y, a partir de ahí, reeditar el futuro, sea cual sea", revela.

En 2016, la aportación municipal al MMF se cifró en 35.000 y 45.000 euros, que este año registró un aumento muy significativo debido a la presencia de la cantante mexicana Julieta Venegas. Asimismo, desplegó en la pasada edición una programación de 20 documentales en los Multicines Monopol y nueve conciertos en el Teatro Pérez Galdós, The Paper Club y la Plaza de Santa Ana, por los que desfilaron, además de Venegas, el rapero Bejo o la banda de indie-rock León Benavente, entre otros.

En cuanto a los documentales musicales, se proyectaron títulos como Miss Sharon Jones! (Barbara Kopple), Nick Cave: One more time with feeling (Andrew Dominik), Supersonic: Oasis (Matt Whitecross), Arctic Superstar (Simen Braathen) y Omega: Enrique Morente (J. S. Montes, G. Iglesias), entre otros.

En el balance de la última edición del Festival de Cine de Las Palmas que brindó Miranda a LA PROVINCIA, en el apartado dedicado al MMF destacó que "hoy el público sabe que determinadas películas no tienen la misma urgencia y están mucho más disponibles, así que, en ese sentido, hay que arriesgar o medir un poco más la programación".

A este respecto, hoy sostiene que "nuestra prioridad de cara a la próxima edición es revisar cómo mejorar la oferta musical, que en cualquier caso ha sido buena, dentro de unos límites presupuestarios que son los que son, así como también mejorar la coherencia de todo el paquete, sin alejarnos nunca de las ideas centrales por las que se guía el festival. A partir de este punto, todos los cambios son posibles, dentro de la idea de que sí queremos mantener, por supuesto, una programación musical".

En cuanto a la asunción de la coordinación del apartado musical desde el propio equipo del Festival de Cine, Miranda incide en que "todavía hay muchos modelos posibles". En este sentido, recuerda que es a partir de otoño cuando el equipo del certamen grancanario define el esquema definitivo de la futura edición del Festival, que se somete a debate "un año tras otro" para registrar "posibles correcciones y mejoras".

"La estructura general estará cerrada de aquí a un mes, por lo que entramos en plazo perfectamente para cerrar las negociaciones. En cualquier caso, yo prefiero que el proceso sea lento y que todo se haga bien, antes que precipitarnos. El trabajo del festival es como si fueran muchas cintas de transporte, donde van funcionando unas con un ritmo muy rápido y otras con un ritmo muy lento, pero todas están funcionando. La cuestión es que todo encaje en el momento en que tiene que encajar. Y el replanteamiento de la programación musical, también", concluye.