Cinco mujeres fuertes y valientes que se enfrentan a una sociedad que intenta sin éxito subyugarlas y someterlas contra su voluntad a principios del siglo XVII. Ellas son las protagonistas de Las Cervantas que se representa los días 16 y 17 de noviembre a las 20.00 horas en el Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias (Cicca) y que recrea como fue la relación que el autor de El Quijote tuvo, en un momento muy concreto, con las mujeres con las que convivió: su madre, hermanas, sobrina e hija bastarda .

La obra, que ha sido dirigida por Fernando Soto y que está interpretada por las actrices Gracia Olayo, Sole Olayo, Clara Berzosa, Irene Ruiz y Silvia Nieva, cuenta con música original de José Luis López que actúa con el violonchelo en directo. "Todo nace cuando Gracia Olayo se empieza a interesar por la vida de Cervantes, por saber quién le acompañaba y descubre a esas hermanas" tan adelantadas a su tiempo, señala la actriz Sole Olayo.

"Él tuvo tres hermanas, pero en la obra sólo salen la mayor y la pequeña, porque la tercera se mete muy jovencita al convento y no está en el hecho real que se cuenta". Las Cervantas ha sido escrita por Javier Fernández e Inma Chacón partiendo de un hecho real que fue la muerte del caballero Ezpeleta. La noche del 27 de junio de 1605, en Valladolid, el caballero, tras ser herido de muerte, pide auxilio junto al inmueble donde vive Cervantes con estas cinco mujeres.

El herido muere dos días más tarde sin aclarar los hechos, cuya investigación llevará a la cárcel al escritor junto a otros vecinos y parte de su familia, que regresarán a casa al día siguiente, bajo un arresto domiciliario que durará casi una semana. "Tras el asesinato las interrogan a todas y existen papeles que reflejan cómo las vecinas las tratan de forma despectiva porque el único arma que ellas tenían era que sabían escribir y leer", aclara.

Matrimonio

"Eran costureras y trabajaban para la corte, pero como sabían que no se iban a casar con un noble, las promesas de matrimonio las escrituraban y con esa herencia que le daban muchas veces sacaron a sus hermanos, Rodrigo y Miguel, de la cárcel", añade la actriz. La obra es un encargo de la Biblioteca Nacional de España con motivo del IV Centenario de la muerte del escritor y llega a Gran Canaria tras su paso por Clásicos en Alcalá, Festival de Teatro Clásico de Cáceres, Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo de Cangas, Almagro y el I Festival de Teatro Clásico de Alicante. Se trata de una producción de DD & Company Producciones y EscénaTe.

"Empezamos a descubrir que eran mujeres muy valiosas, que se defendían muy bien en un siglo especialmente difícil si eras del género femenino porque si así era sólo valías para que estuvieras casada o fueras monja, y lo demás significaba que eres bruja o casquivana. Eran mujeres que se defendían porque gritaban libertad durante el reinado de Felipe III". Sole Olayo, que fue la mitad del famoso dúo humorístico Las Veneno con su hermana Gracia, señala que esta convivencia con mujeres de estas características fue muy importante e influyó en el tratamiento femenino que el genio de Alcalá de Henares hizo en su obra maestra. "Por este motivo no es extraño que un personaje como la pastora Marcela se adelanta cuatro siglos al feminismo y que hablara con tanta libertad y con uno de los discursos más bellos de la historia de la literatura desafiando estereotipos de comportamiento, no sólo de los tiempos de Cervantes, sino de hoy en día". Ella quiere ser libre, y fundamenta de forma muy elocuente por qué no es culpable de que uno que se había enamorado de ella se suicidara; ella sólo quiere vivir libre, no tener que casarse para tener una vida honrada. "Por eso las Cervantas tuvieron mucho que ver con esto". Algo que también aparecerá en el cuento de Leandra, la hija del labrador que escapa de la tiranía de su padre. La actriz señala que solamente la relación entre las mujeres se ha ficcionado algo en la obra, ante la falta de documentos sobre la vida de Cervantes, "pero lo demás que contamos es real".

La actriz afirma que Miguel estaba muy unido a unas hermanas que, más allá de las mujeres de su siglo, trataban con gente muy culta. "De hecho, Cervantes les llevaba sus entremeses y parte de ellas estaba en su genialidad". Magdalena, la hermana pequeña, no se casa, y de mayor se hace beata porque así no iba a estar tan mal mirada como las solteras para poder ir a ver a los enfermos, asistir a las misas sola, etc. La actriz no tiene inconvenientes en ver algunas cosas en común con La Casa de Bernarda Alba pero "con más alegría". Y aclara que el texto es una belleza porque Inma Chacón y Javier Fernández han conseguido evocar un texto antiguo, "pero lo han modernizado de tal manera que logran que ese texto de castellano antiguo sea cercano y entendible". Aún así la obra no sólo habla sobre mujeres que se rebelan, "sino que también está esa corrupción que no nos ha abandonado, etc."

Por otro lado, el músico José Luis López ha compuesto una música que se acopla con una increíble facilidad con la acción. El propio autor reconoce que "la obra es atemporal en su puesta en escena, pero al haber elementos moriscos, me llevó a hacer una introducción con ese tipo de elementos que en el violonchelo quedaba muy bien". El músico reconoce que "habitualmente yo toco flamenco y me sentía bien con este proyecto porque veía que iba a cuadrar y la música transcurre con leiv motiv. Cada personaje tiene una pequeña melodía que le acompaña recurrentemente, fundamentalmente en los monólogos, para darle más intensidad". En esa música hay un poco de todo: una farruca que cierra el espectáculo "como un canto a la añoranza ya que dejan Valladolid y tiene que emigrar", además de una pieza de jazz, una colombiana que cantan las chicas en una de las escenas, etc. "A la gente le parece muy singular porque si el sentimiento es desgarrador o alegre eso está ahí". López, que también trabaja con el grupo Camerata Flamenco Poject sobre música andaluza experimental, señala que Fernando Soto, con el que trabaja habitualmente, aparte de ser un gran actor y director, "es una persona que no entiende el teatro sin música" y el violonchelo tiene muchos registros. "A nivel técnico, no es fácil de interpretar, pero juego con ventaja porque lo he creado yo. Pero creo que la introducción y el cierre tienen una dificultad añadida".

De cualquier forma, López ya tiene experiencia en este sentido. "Estuve hace cuatro años con Pepe Sacristán haciendo el Don Quijote y Fernando Soto como Sancho Panza, adaptado por José Ramón Fernández. Y he compuesto música para otras producciones".

Básicamente, el éxito de la música en la obra se basa en que es "un instrumento con el que la gente se siente identificado por la similitud con la voz humana". Sea como fuera, siempre resulta de lo más enriquecedor crear un proyecto que, juntando varias artes, recree parte de la vida del máximo talento que ha dado la literatura en castellano, y seguramente mundial, del creador de la novela moderna.