Cine | 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

Los festivales de cine como nichos del cambio: igualdad y diversidad en la programación

Las cineastas Gabriela Martí, Nayra Sanz Fuentes y Alba González de Molina charlan en el Encuentro CIMA | Los certámenes ofrecen historias plurales fuera del canon

Sara Mansanet, delegada territorial, Gabriela Martí, directora, Nayra Sanz Fuentes, productora, y Alba González de Molina, cineasta, ayer, en el Museo Elder, dentro del 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.

Sara Mansanet, delegada territorial, Gabriela Martí, directora, Nayra Sanz Fuentes, productora, y Alba González de Molina, cineasta, ayer, en el Museo Elder, dentro del 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. / Quique Curbelo

Una perspectiva que aúne tanto el conocimiento técnico, estético y emotivo con la intención de mostrar historias atravesadas por la diversidad del origen, las clases o el género, circunstancias tan lejanas y solo entendibles por medio del arte. Esa mirada tan compleja es una de las principales bazas para que los festivales de cine sigan siendo lugares de reclamo y encuentro en el que contar a sus espectadores historias nunca antes vistas antes de encender el proyecto. Ese criterio se nutre con decenas de personas que descubren los días previos joyas inhóspitas en los comités que conforman la programación y logran que, de alguna manera, a lo largo de los días haya un discurso que transforma, una vez más, al público.

Esta capacidad es posible desde una subjetividad deconstruida, adelantó Nayra Sanz Fuentes durante el Encuentro CIMA en el Museo Elder con las directoras y programadoras Gabriela Martí y Alba González de Molina, junto a la moderación de Sara Mansanet, "es clave estar presente en mi contexto histórico como trabajadora cultural que vive en una generación eslabón entre lo analógico y lo digital en un cine que no entiendo solo como entretenimiento, sino arte, y también educación". Las profesionales coincidieron en que la función de los festivales es convertirse en motor de cambio y ofrecimiento de oportunidades tanto del sector que crea sinergias cuando convive en esos días como de la ciudadanía sobre la que influye.

El Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria ofreció este coloquio abierto bajo el título Lo que no se ve, no existe para repensar el poder cultural del cine que crea referentes y, al mismo tiempo, estereotipos. Pero, ¿qué llega finalmente a la pantalla? "A lo largo de la cadena de producción de una película hay muchos filtros entre los que mucha gente se queda fuera", comentó Molina, "por eso, el hecho de saber que gracias a esta diversidad en la programación puede venir gente de tantas partes del mundo, con obstáculos laborales, de conciliación, económicos, a defender y presentar su peli, me hace pensar que los cineastas tienen que estar en todos los festivales posibles".

Paridad en la organización

En ese sentido, Martí, creadora del festival madrileño Rizoma, ha logrado la paridad dentro de las estructuras de la organización y ahora plantea un nuevo reto: "Quiero meter a más gente —refiriéndose a otro tipo de condiciones sociales— para que el festival sea una puerta democrática". Más miradas que sepan apreciar el enriquecimiento cultural, "mi propuesta como programadora de MiradasDoc es cuestionar mi mirada y hacer una especie de cata a ciegas para dar a conocer cualquier tipo de trabajo", indicó Sanz.

No significa que al final haya una representación en competiciones oficiales igualitaria, pero sí, por lo menos, entre los miembros que deciden cuál será ese resultado: "Desde CIMA, no pedimos una cuota de mujeres, sino que el comité de selección y preselección, el jurado, por ejemplo, sea paritario porque ahí habrá una mayor diversidad", reivindicó Molina.

Tal y como refleja el Informe CIMA de 2021, el reconocimiento público de Premios y Festivales a las directoras y guionistas es de un 37% frente al 63% de sus compañeros, en un sector en el que las cineastas representan el 21%. "Estas cifras me impulsan a seguir hablando de esto y creer que los puntos por discriminación positiva son fundamentales, sobre todo para invitar a otros hombres a ver que hay mujeres capaces", subrayó Sanz.

La tendencia ha mejorado en los últimos análisis, las creadoras alzan sus galardones, las jóvenes apuestan por este camino, en un momento en el que los festivales también están metamorfoseando su mecánica interna y abarcando más tiempo, "si no se introduce una educación cinematográfica en las escuelas, los institutos, esto será una oportunidad perdida, pero es importantísimo que sigan". Un encuentro con el que descubrir mundos conectados al nuestro.