Música

Carlos Goñi: "Me emocionan los aplausos, pero aún más me emocionan los silencios"

Carlos Goñi volverá a Las Palmas de Gran Canaria el domingo 12 de noviembre. Tras casi un año desde la publicación de su último álbum, el cantante de Revólver cantará en directo las canciones que forman parte de "Adictos a la Euforia". El Auditorio Alfredo Kraus prestará su escenario a la banda musical para que el público pueda disfrutar de un repertorio de 50 canciones como "El anillo de boda" o el clásico "Odio". 

Carlos Goñi, cantante de la banda Revólver

Carlos Goñi, cantante de la banda Revólver

"El error no es acabar, el error es no empezar por si se acaba", dice la canción "El anillo de boda" de su último álbum "Adictos a la Euforia". ¿Tiene que ver con sus inicios en la industria musical?

Cada vez que hablo en las canciones de lo que sea, tiene que ver más con lo que me haya podido marcar en mi vida que en el terreno de la música. Representa cualquier relación y cualquier tipo de cosa que quieras hacer en tu vida, a lo que te quieras dedicar, a cualquier proyecto de vida. Lo puedes aplicar a todo, desde intentar hacer una paella, hasta no saber si irte a vivir con este menda o con esta menda, hasta por qué no intentar hacer arquitectura. Da igual, yo creo que el único que palma siempre es el que no lo intenta.

"Adictos a la Euforia" vio la luz el pasado febrero. Casi un año después, Gran Canaria podrá escucharlo en directo el próximo domingo 12 de noviembre en el Auditorio Alfredo Kraus. ¿Cómo ha funcionado este álbum?

Es el álbum número 20 de Revólver. Quién me iba a decir a mí que la vida me iba a hacer el regalo de conseguir por primera vez en mi historia un número uno en ventas, con un disco que era el número 20 y encima en mi propia compañía. No me lo esperaba ni por asomo y fue un regalo que me emocionó, de las cosas más bonitas. La vida no deja de regalarme cosas maravillosas cada día y esta fue una de ellas. No para, ya no sé qué hacer para dejar de decirle "gracias, gracias, gracias".

"Quién me iba a decir a mí que que la vida me iba a hacer el regalo de conseguir por primera vez en mi historia un número uno en ventas, con un disco que era el número 20 y encima en mi propia compañía".

Carlos Goñi

— Cantante de Revólver

¿Por qué "Adictos a la Euforia"?

Creo que adictos a la euforia somos todos. No conozco a nadie que no sea adicto a estar lo mejor posible y a estar alegre. Yo estoy en una época en la que cuando me tengo que levantar, estoy feliz porque me tengo que levantar; cuando me tengo que poner a hacer, la comida estoy feliz porque tengo que hacer la comida; cuando cojo la guitarra, estoy feliz por ello. Y cuando llega la noche y me tengo que dormir, estoy absolutamente feliz porque cierro los ojos y lo último que veo es la persona que duerme conmigo y sé que va a ser lo primero que vea por la mañana. No puedo estar más agradecido a la vida con ello. Hay cosas que me están acompañando a eso también, como tener la mejor banda. La vida me ha regalado la banda diseñada por y para mí y por primera vez en mi vida me atrevo a decir que soy más feliz tocando con ellos que tocando solo, cosa que no había ocurrido hasta ahora. Si lo sumas a eso, creo que está siendo la gira más bonita que he hecho nunca.

¿Cómo nacen las letras de las nueve canciones del álbum?

Creo que con los años cada vez voy aprendiendo a hacerlo menos mal. Algunas de ellas tienen frases de algunos momentos que me llenan de orgullo. "Beguine", por ejemplo, tiene un trocito que dice "tengo menos que nunca y presiento que nunca tuve más". Las letras fueron naciendo poco a poco, como tiene que ser. Yo cocino lento, aunque en realidad, más que lento, cocino mucho. Lo complicado viene al elegir. Junté 300 y pico notas para hacer este álbum. Al final, cuando empiezas a hacer la selección de cosas que merecen la pena, te vas quedando con poquitas. De hecho, el disco tiene nueve temas, pero dejé ocho más grabados. A mí no me tiembla nada el pulso, no creo que haya que editarlo todo. Yo en mi caso editaré siempre lo que creo que es mejor y lo que creo que no merece toda mi atención, confianza o disposición para defenderlo prefiero que se quede en el cajón.

"Suele dar miedo y el que se queda "quieto parao" porque es distinto se paraliza, cuando lo que hay que hacer es ir corriendo a buscar el libro de instrucciones, leértelo, aprendértelo y decir "vale, ya sé como es". Y te pones a trabajar".

Carlos Goñi

— Cantante

Abrirse paso en el mundo del arte, la música y la cultura es complicado, aunque las redes sociales invitan a que sea cada vez más sencillo mostrar lo que cada uno tiene para aportar. ¿Está de acuerdo con el sistema actual de descubrimiento musical ante las audiencias?

Es más sencillo para todos los artistas que decidan que van a tocar el resto de su vida gratis a cambio de un poco de gloria en cuatro festivales de verano. Para eso sí es mucho más sencillo ahora. El decir "bueno, a cambio de tocar en ocho o diez festivales en veranito, que nos vamos a ser muy famosicos, pues vamos a tocar gratis el resto del año". Con las redes, la escalada hacia no sé dónde es más fácil. Para aquellos que lo que decidan es "voy a dar mi vida a esta cosa" está igual de difícil que siempre, pero si te pones a ver cómo está la vida de los escritores o los músicos en el siglo XIX, cuanto más atrás mires, peor. Por mal que pueda parecer que está, siempre está mejor que ha estado. Aunque a mí no me guste el sistema que hay o que no me gusten las reglas del juego, eso es cosa mía. Yo prefería antes, cuando había que sonar en la radio. A mí el otro sistema particularmente me gustaba más. No sé si es mejor o es peor, era distinto. Al final acabamos diciendo que es peor todo aquello que desconocemos y me parece un error. Prefiero quedarme en, como decía mi abuela, "con estos mimbres, hago este cesto". Suele dar miedo y el que se queda "quieto parao" porque es distinto se paraliza, cuando lo que hay que hacer es ir corriendo a buscar el libro de instrucciones, leerlo, aprenderlo y decir "vale, ya sé como es". Y te pones a trabajar con las manos siempre libres para trabajar, hay que tenerlas libres para poder moverte.

¿Considera que quien escribe canciones tiene aptitudes de poeta?

A mí la palabra poeta se me queda un poco grande, pero sí es verdad que para mí una buena canción empieza por una buena letra. Hay dos cosas que me marcan en una canción: la letra y quien la canta. Lo que cantas y lo que cuentas, eso es una canción. Lo otro, los acordes, eso da igual. No termino de estar de acuerdo en que todo aquel que escribe una canción es un poco poeta. Hace poco leía un artículo que decía que la calidad de las letras ha ido bajando en los últimos diez años hasta el nivel de ser comprensibles para un niño de siete años. A mí eso me pone un poco nervioso. Una cosa en la que creo firmemente es que las opiniones son todas legales, pero no creo que todas sean respetables. Con las canciones pasa lo mismo. Ser poeta es otra cosa. En mi caso el término se queda grande, como cuando me dicen "tú perteneces al mundo de la cultura". Si el mundo ve la cultura con ciertos personajes que veo por ahí y ellos lo representan, yo desde luego no. Pasé muchos años pensando qué aporto yo a la vida en general y hace tres años dije "yo lo que hago es procurar que la vida de la gente sea un poco más agradable". Y me parece un buen oficio.

" La guitarra con la que grabé mi primer disco era alquilada, porque yo no tenía".

Carlos Goñi

— Cantante

¿Cómo está siendo su aventura de vida con 60 conciertos por año?

Siempre hago 60 conciertos al año, en este caso está siendo muy feliz porque creo que Revólver está en el mejor momento de su historia. Apenas llevamos orden de canciones, hay un repertorio de 50 canciones en gira y unos días suenan unas y otros suenan otras. No hay dos conciertos iguales y si me dejan, no bajan de las dos horas y cuarenta minutos. Nos lo estamos pasando genial y cuando acaban tengo la sensación de que el público se vuelve a casa con unos céntimos más en el bolsillo de lo que les ha costado la entrada. Hay canciones que no puedo quitar porque tienen que estar sí o sí. Siempre he creído que somos lo que fuimos y esas canciones configuran lo que soy hoy. Yo en los discos soy muy egoísta, los hago como me diga el corazón y se acabó. No tengo en cuenta las modas, solo lo que me pidan el corazón y el alma. Pero cuando hago un concierto, mi comportamiento es lo opuesto, ahí estoy dando una fiesta, soy el anfitrión y he de conseguir que mis invitados se lo pasen lo mejor posible.

Una trayectoria musical que comenzó con Revólver. ¿Qué le diría a aquel hombre que en 1990 le regaló al mundo su primer álbum?

Qué pregunta más bonita. Le diría que no desespere cuando todo va un poco de lado, que no pasa nada. La guitarra con la que grabé mi primer disco era alquilada, porque yo no tenía. Así que le diría "no te preocupes chaval, tú sigue currando, sigue trabajando y creyendo en esto que ya verás como sí". El invierno anterior había tenido que vender mi coche para comer. Así que le daría muchos ánimos, le diría "¡no te preocupes, sigue, sigue, sigue!". Esto es como una piscina que no sabes si está llena o está vacía y la única manera que tienes de saberlo es tirándote. No te puedes asomar al borde. Tienes que tirarte y puede estar llena o puede estar vacía. Soy una persona completamente distinta, excepto por la pasión desmedida por lo que hago.

"Los aplausos me impresionan, pero los silencios cuando se me ocurre hablar me parece una señal de un respeto tan sin medida que me emociona hablar de ello".

Carlos Goñi

— Cantante

¿Qué se lleva de estos 30 años de trabajo y pasión por la música?

Cuando empezaba decía que si me iba bien conseguiría vivir de ello y llenar la nevera y, si me iba mal, habría conocido a un montón de gente que habría merecido la pena conocer. A día de hoy, esa incógnita ya está resuelta y sigo teniendo ganas de vomitar antes de salir el escenario. Una de las cosas que me siguen sobrecogiendo de manera desmesurada es que, me emocionan los aplausos, pero sobre todo me emocionan los silencios cuando se me ocurre hablar a la audiencia. Hace poco hicimos un concierto en Majadahonda y habían como diez u once mil personas, cada vez que hablaba habrías podido escuchar un alfiler caer al suelo. Los aplausos me impresionan, pero los silencios cuando se me ocurre hablar me parece una señal de un respeto tan sin medida que me emociona hablar de ello. Me quedaría con eso o cuando me pongo a llorar como un idiota cuando termino de escribir una canción, como me pasó con "El anillo de boda". Cuando veo que pasa una cosa de esas, que me sobrecoge o cualquier cosa que me emociona, me parece que eso es impagable y que merecen la pena todos estos años por seguir teniendo esa serie de sentimientos.