Música

Aute, el pintor que fue cantante

El ciclo Cinezín celebra en el Castillo de Mata su primera jornada sobre el artista fallecido en 2020

Miguel Aute, ayer en el Castillo de Mata, donde se proyectan las películas de Cinezín

Miguel Aute, ayer en el Castillo de Mata, donde se proyectan las películas de Cinezín / QUIQUE CURBELO

Luis Eduardo Aute centró la primera cita del ciclo Cinezín que ayer se celebró en el Museo-Castillo de Mata con el estreno de Ánimo animal’. Su hijo, Miguel Aute, recuerda la figura del artista.

«Mi padre siempre decía que antes que cantante se sentía pintor, y que lo que a él le gustaba, motivaba y apasionaba hacer todo el tiempo, era pintar». Son las palabras del hijo de Luis Eduardo Aute, Miguel Aute, que ayer intervino en la primera jornada de la tercera edición de Cinezín que se celebrará en el Museo-Castillo de Mata durante este mes de enero y la primera semana de febrero y que incluye próximos especiales sobre Coque Malla, Kiko Veneno y el rock and roll español según Lauren Jordan. El editor y promotor asistió tras la proyección del concierto documental Ánimo animal, en estreno mundial, junto a su director Gaizka Urresti, y pudo debatir con los asistentes. Horas antes también presentó el evento acompañado del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Adrián Santana, y del productor Juan Salán.

«Yo creo que su obra pictórica le tenía especial cariño. Y como gran admirador de la historia de la pintura, una de las obras que más trabajo le llevó hacer fue la película Un perro llamado Dolor de dibujos animados», añadió el hijo del autor de Al alba. La película «que dibujó íntegramente y que le llevó cinco años hacerla», señala, «tuvo un proceso realmente laborioso. Se encerró en su estudio a dibujar durante cinco años. Sacó 6000 dibujos y los montó en una película sobre artistas y modelos. Eran historias ficticias medios surrealistas sobre lo que le pasaba a los artistas que pasaban por ahí», aclara. 

Miguel Aute subraya que «para ver ese trabajo hay que tener un bagaje cultural previo, no es fácil de entender, dura mas de un par de horas, y le llevó mucho trabajo y esfuerzo, pero hizo lo que quiso porque estaban todas sus facetas: dibujante, cineasta y música». 

Sobre el documental Ánimo animal, que se proyectó ayer, Miguel Aute aclaró que «fue un pedazo de concierto irrepetible». Desde su punto de vista «merece salir, que la gente lo pueda ver cuando quiera, porque no solamente fue un homenaje a mi padre, fue una noche muy especial en la que se juntaron realmente leyendas vivas de la música española y mundial». El documental lleva el nombre del concierto que reunió a una veintena de artistas en el Palacio de Deportes de Madrid para homenajear a Aute después de que en agosto de 2016 sufriera un infarto durante una gira y se recuperara tras tres meses en coma, pero sin poder regresar a los escenarios. La obra recoge sus canciones versionadas por artistas como Silvio Rodríguez, Sabina, Serrat, Massiel, Víctor Manuel, Jorge Drexler, Rozalén, Dani Martín, Rosa León, Luis Pastor, Pedro Guerra, Ana Belén, o la banda Suburbano, en un concierto grabado con once cámaras en resolución 4K, que se ha resumido en una hora y 48 minutos, y en el que Pasión Vega ejercía como presentadora.

«Para realizar la película ‘Un perro llamado dolor’ hizo 6.000 dibujos», asegura Miguel Aute

«No se trataba de que los invitados clavasen las canciones, sino que hicieran su propia versión como quisieran», asegura. Y, de entre todas, Miguel Aute siempre menciona la de Miguel Poveda Prefiero amar, «porque es un artista que yo no conozco mucho, ya que pertenece a un género musical que no escucho». Incluso «ese día estaba trabajando en el concierto, paré, fui a verlo y esa canción me rompió y me eché a llorar». Pero hubo otras muy buenas como la de Silvio Rodríguez Dentro, «una canción que me encanta que la tocara él por la vinculación familiar que tenemos», ya que, señala, «su familia y la mía somos como una familia partida en dos con el Atlántico por medio. Yo me he criado con las hijas y los nietos de Silvio. Nosotros hemos ido mucho a Cuba y ellos han venido para aquí. Era como el hermano de mi padre. Se tenían mucho aprecio y admiración mutua». Y también la versión de Marwan, un «artista que me recuerda también a mi padre» con Siento que te estoy perdiendo.

El editor y promotor, que se encarga de gestionar el legado del cantante, recuerda que Aute «en cada gira improvisaba, pero a veces repetía lo que había dicho en el anterior porque tenía un sentido del humor muy inglés, muy sereno, y al decir las cosas tan serio la gente se desencajaba». Era muy fan de Leonard Cohen, John Lennon o la música clásica. De su trío de pintores favoritos formado por Goya, Picasso y Velázquez. «Pero no le daba miedo hacer cosas nuevas». De hecho, en su última etapa, hizo una colaboración con el rapero Frank T y un disco homenaje al poeta gallego Carlos Oroza, en el cual «como no eran canciones suyas hizo un disco experimental que muestra cómo abrió mucho el abanico». Pero Aute también era un gran cinéfilo y tenía una gran colección de cintas VHS de los grandes directores como Allen, Hitchcock o Scorsese.

Aute veía la política, en los últimos momentos de su vida, «con mucho escepticismo, no se fiaba en general, decía que todos son muy traicioneros, y lo veía desapasionadamente, con escepticismo, aunque con alguna ilusión puntual». Y el hijo del artista también recordó que tras este concierto en Madrid, se celebró Ánimo animal en Barcelona al que acudieron artistas como Estopa. 

«Hay versiones que me emocionaron mucho como las de Poveda o Silvio Rodríguez», añade el hijo del autor

Durante la presentación de ayer, Gaizka Urresti afirmó que para él hacer el documental fue una suerte y una experiencia única al señalar que su implicación en este no se debe sólo a su fascinación hacia la obra de Luis Eduardo Aute, sino a que era como él cree que debe ser un artista, «alguien que tiene un universo propio y que crea con humildad». El director detalló, además, que Aute vio en vida la grabación de aquel concierto y «pudo ver cuánto se le quería», una realidad que pudo constatar también su hijo Miguel cuando organizándolo vio como tantos «primeras espadas mundiales» aceptaron participar «por un interés puramente de cariño» hacia su padre. Urresti también anunció, en exclusiva que de este trabajo nace su próximo documental, Terapia de pareja que se le ocurrió tras ver la actuación de Rozalén con Marwan. «Tratará sobre parejas que siente que han perdido una vinculación». 

A la cita de ayer le seguirán las programadas los días 19 y 26 de enero y 2 de febrero, con Jorge, una travesía de Coque Malla, de María José Martín y María Cristina Martín; Un día Lobo López, de Alejandro G. Salgado; y Rock and Roll y malas compañías, de Lauren Jordan, quien estará acompañado en el coloquio de la productora Belén Zafra.