Fernando Díaz del Río logra un oro histórico en el Mundial

El joven grancanario, forjado en la productiva cantera del CN Las Palmas, se convierte en el primer campeón del mundo de la modalidad de solo técnico, que se estrena en Japón

El grancanario Fernando Díaz del Río, sonriente, muestra la medalla de oro lograda ayer en el Mundial de Fukuoka. | | KIYOSHI OTA / EFE

El grancanario Fernando Díaz del Río, sonriente, muestra la medalla de oro lograda ayer en el Mundial de Fukuoka. | | KIYOSHI OTA / EFE / M. Ojeda

Manuel Ojeda

Manuel Ojeda

Sobre las seis de la mañana, en casa de Aurora Gil hay toque de diana. Todavía soñolienta, se pone frente al televisor. Pocos minutos después, sus ojos están ya como platos, y con una alegría inmensa en el cuerpo. Muy orgullosa celebra por todo lo alto el éxito de alguien al que quiere y aprecia. Sobre las dos de la tarde en Japón, un niño que ella forjó en el arte de dibujar figuras en el agua al son de una coreografía era el culpable de tanta alegría.

Era Fer, Fernando, ya don Fernando Díaz del Río. Un joven grancanario de 20 años que hizo historia en la natación artística, la sincronizada de la toda la vida, la sincro de siempre. Su nombre quedará ya para los anales de esta disciplina de la natación que tantos éxitos y campeonas internacionales ha dado a Canarias: Paola Tirados, Thaïs Henríquez, Elena Melián... Un coto reservado durante muchos años a las mujeres donde la paridad se va abriendo hueco de un tiempo a esta parte, aunque quedan aún barreras por derribar.

Y a buen seguro que el éxito cosechado por el joven deportista isleño en el país del sol naciente, Japón, servirá para abrir las puertas de par en par a los hombres. El canterano del CN Las Palmas, en un escenario como el Campeonato del Mundo de Fukuoka, se convertía ayer en el primer campeón, el primer oro de la historia, en la prueba de sólo técnico masculino, que debutaba en el programa de un evento mundialista del presente año.

Desde muy pequeño, Fernando se inició en la piscina del Julio Navarro. Una vez llegó a la categoría infantil, comenzó a compaginar la natación pura con la artística. Admirador de Michael Phelps siguió los pasos de su hermana Isabel. «La verdad es que me gustaba mucho ver las cosas que era capaz de hacer en sus entrenamientos y me gustaba quedarme un rato más en el agua intentando replicar los movimientos que le había visto hacer a ella», relataba a este medio hace un año cuando volvía de los Europeos de Roma con dos platas en el cuello.

En 2015 se añadió la modalidad masculina a la natación artística en los Mundiales y un año después en los Campeonatos de España, que fue el momento en el que le ofrecieron la ocasión de competir formando dúo junto a su hermana. Después de empezar a entrenar en esta disciplina a los 13 años, podía fajarse por fin en una competición.

Incertidumbre

Apunta su principal mentora, Aurora Gil, que cuando vio la presea de oro colgando del cuello de Fer sintió que también «había puesto mi granito de arena» para hacer realidad ese momento glorioso, que no disfrutó plenamente hasta ver las notas, «porque con el cambio de reglamentación el mínimo error penaliza». «Lo viví con mucha incertidumbre hasta el final», añade la entrenadora.

Recuerda que en los inicios del ahora del campeón mundial, llegó hasta ella «un chico sin pretensiones que sólo quería disfrutar de un deporte en el que se sentía realizado». Encajó rápido dentro del grupo de sincro, «porque es maravilloso, educado, compañero de sus compañeros y compañeras». Estas últimas le recibieron «de una forma totalmente natural» a pesar de lo inhabitual que era, y sigue siendo, ver practicar natación artística a un hombre. De la misma forma lo veían sus padres, Fernando Díaz del Río y y Concepción Soto Ros, y por supuesto su hermana.

Aurora Gil, quien señala que ya en los años 90 había un chico en el CN Las Palmas practicando esta modalidad, espera que el éxito de su pupilo «produzca un efecto llamada» para atraer a los hombres a la natación artística, «un deporte que aún se sigue viendo como exclusivo de mujeres».

Fernando Díaz del Río destacó con sus participaciones y grandes resultados tanto a nivel regional como nacional en ambas secciones, natación y sincronizada. El duro trabajo y el esfuerzo que realizaba con sus entrenadores y entrenadoras pronto dio sus frutos: comenzó a ser convocado para concentraciones con la selección nacional de artística.

La senda de Pau Ribes

Fer sigue ahora los pasos del pionero Pau Ribes, y ahora se convierte en espejo para los más jóvenes, como lo fue el catalán para él mismo. Su progresión en la piscina hizo que este apasionado del ballet buscara nuevos horizontes. Hace dos años se instaló en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona. Estudiante de psicología, se entrena duro de lunes a sábado de seis a ocho horas diarias.

Más allá del trabajo físico, admite de la importancia de la preparación mental tanto en el deporte como en la vida. «Por muy sano que estés, creo que una dificultad mental impide mucho menos que una lesión física», opina.

En el CAR, con la entrenadora Anna Vega supervisando su trabajo y con Gemma Mengual, otro de sus mitos, cerca, el grancanario sigue moldeándose para afrontando nuevos y mayores retos. Y tras el Mundial, el que más desea es estar en los Juegos Olímpicos de París, donde será la primera vez en la historia en que los hombres tomen parte. «Deseo poder competir en unos Juegos», decía a este medio en agosto de 2022. El sueño está cada vez más cerca.

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