El mercado agrícola de Santa María de Guía, cuya construcción comienza en noviembre de 2010, fecha en la que se colocó la primera piedra, verá retrasada su puesta en marcha tras anunciarse en el pasado diciembre que abriría en marzo de este año.
Fue en una visita guiada a las instalaciones por el alcalde de la localidad, Pedro Rodríguez, acompañado por el presidente del Cabildo, Antonio Morales, cuando se anunció su apertura para el pasado mes de marzo, tras una inversión que ronda los ocho millones de euros, y unos trabajos que a lo largo de estos nueve años se han dividido en diez fases.
Sin embargo, cuatro meses después sus puertas continúan cerradas a la espera de dar cumplimiento a los trámites necesarios para su inauguración.
Así, Pedro Rodríguez explicaba ayer a este periódico que queda por delante la contratación de los distintos servicios, así como la dotación de una estación transformadora y la aprobación de los pliegos preceptivos para convocar el concurso previo a la ocupación de los puestos, y que se otorgarán con preferencia a los naturales del municipio y la comarca.
El presidente de la corporación norteña asegura que se encuentran "en el camino", para su apertura, que fechó para antes de final de año, "una vez acaben todos estos procedimientos administrativos".
La dotación, de carácter comarcal, ha sido impulsada por la Mancomunidad del Norte, el propio Ayuntamiento y el Cabildo de Gran Canaria, y su última fase de construcción se producía en el pasado mes de febrero, según los plazos ofrecidos en aquella visita realizada en diciembre por Rodríguez y Morales.
Entre otros aspectos, se subraya que su gestión será realizada por la propia Corporación con la ayuda de empresas de servicios y que puede dar lugar a la creación de una docena de empleos.
En total, el moderno inmueble, construido sobre un antiguo estanque visible desde la carretera del norte a su paso por la localidad, muy cerca de la entrada al barrio de La Atalaya y al propio centro urbano de la ciudad, dispondrá de medio centenar de puestos distribuidos en unos 5.600 metros cuadrados de superficie, y que además de ofrecer los productos propios de la despensa, como carnicería, frutas y pescadería, también ofertará artesanía además de las afamadas golosinas de la comarca, como son sus quesos y repostería.
El mercado agrícola del norte, pretende ser un foco de atracción no solo para la compra directa, sino para disfrutar de su terraza, construida tras una modificación del proyecto original, que estará destinada a la "excelencia gastronómica", según se anunció el pasado mes de diciembre, y que contará con suficientes espacios y distintas áreas donde poderse celebrar ferias temáticas. Para ello se ha habilitado incluso un escenario.
Todo ello distribuido en cuatro plantas, una de ella destinada a la conservación en frío, con su correspondiente muelle de carga, y otro para aparcamientos, que se complementan con plazas en su exterior, además de la nueva área con otras 70 plazas ubicada muy cerca del mercado, que también facilitan el acceso a las instalaciones.
Años difíciles
Las dos plantas restantes están destinadas, la primera, a treinta puesteros con un hall de recepción, mientras que la superior contará con los veinte restantes, a los que se añade la citada área de gastronomía.
Hay que subrayar que el proyecto ha supuesto un gran esfuerzo para el Ayuntamiento y la Mancomunidad del Norte y de hecho Pedro Rodríguez subrayaba en aquella visita que ha pasado por "años difíciles", especialmente los de la crisis, que han ralentizado la finalización de obra.
También durante la campaña electoral fue uno de los grandes retos marcados por su formación en el programa de gobierno, con el fin de entregarlo antes de que acabe el presente año.
Completaban el programa la intención de convertir a la ciudad norteña, de 14.000 habitantes, censo que se ha mantenido estable desde 2016, en un referente sociosanitario y universitario de Gran Canaria, además de impulsar y promocionar el casco y las zonas comerciales abiertas, todo ello con el fin, como remarcaba durante su toma de posesión el pasado mes de junio, de transformar el municipio en una localidad "moderna, con servicios de calidad y con futuro; una ciudad abierta, con proyección exterior y cosmopolita".
