La retirada de los malecones y la renovación de vallas en la red viaria costará 37 millones

La demolición de los malecones en mal estado de la red de carreteras de Gran Canaria y la renovación de todas las vallas de seguridad desde ahora hasta el año 2029 costará 37,16 millones de euros. El Consejo de Gobierno del Cabildo aprobó ayer el inicio del expediente para la contratación de esas obras, que se dividirán en tres lotes y en seis y siete anualidades.

El cambio de las barreras se realizará con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), por lo que la mitad del dinero será aportado por el Gobierno de Canarias y la otra parte por el Cabildo, según explicó el vicepresidente insular y consejero de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez del Pino, quien recordó que la retirada de los malecones y la renovación de vallas fue un compromiso suyo ante el Pleno del Cabildo después del accidente de Artenara en el que fallecieron cuatro personas.

El expediente de las actuaciones que saldrán a licitación en los próximos años, que se denomina Obras de demolición de malecones y pretiles e instalación de barreras de seguridad y recalces en la red de carreteras de Gran Canaria, tiene un presupuesto total de 37.166.974 euros.

El primer lote, el de las carreteras de la zona de Cumbres y Medianías, asciende a 11.960.699 euros en seis anualidades, de los que 1,19 millones corresponden al próximo año 2023. Las mayores inversiones se realizarán en los cuatro años siguientes, 2,39 millones en cada uno.

El segundo lote corresponde a las vías de la zonas Sur, Norte y Oeste, por una cuantía total de 12.274.131 euros y también en seis anualidades. Para el próximo año ya se dedican 1,22 millones y 2,54 millones en el periodo de 2024 a 2027.

El lote tercero es del de la Red Interior y la zona Centro, por un importe total de 12.932.143 euros y un plazo de ejecución de siete anualidades, hasta 2029, con poco más de un millón el próximo ejercicio presupuestario.

En total, según explicó Pérez del Pino, se derribarán los 146 kilómetros de malecones que todavía existen en muchas carreteras del interior de la isla, algunos de ellos ya deteriorados por el paso de los años y la climatología, sobre todo en las zonas orientadas al norte, donde los muros construidos a mediados del siglo XX tienen que soportar las lluvias y la humedad del invierno y el calor del verano.

Tras el accidente de Artenara, donde los malecones colocados en una curva no fueron capaces de frenar al vehículo que se accidentó, la consejería de Obras Públicas encargó un informe sobre el estado de esos muros en toda la red y ha elaborado los proyectos para su sustitución por modernas vallas de seguridad. En las zonas donde la carretera atraviesa espacios naturales protegidos se recubrirán de madera para evitar el impacto visual.