Guía

Zafarrancho en Montaña Alta de Guía para evitar el corte del suministro de agua

El Ayuntamiento de Guía afina las estaciones de bombeo para llevar agua desalada a la zona

El capataz de Canaragua en Guía, Gustavo Rodríguez, poniendo a punto la estación impulsora de Tres Cruces, ayer. | | LP/DLP

El capataz de Canaragua en Guía, Gustavo Rodríguez, poniendo a punto la estación impulsora de Tres Cruces, ayer. | | LP/DLP / Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

«Ese señor nos va a dejar sin agua». En el pequeño supermercado de Montaña Alta de Guía se transparentaba este miércoles el estado de ánimo que se vive en las medianías y altos del municipio desde que el pasado lunes el alcalde de la localidad, Pedro Rodríguez, anunciara que el proveedor del 70 por ciento del suministro de agua potable en toda la zona había cerrado unilateralmente el grifo.

En los tres días que van hasta el miércoles lo cierto es que el agua sigue fluyendo por las tuberías de los 16 pagos afectados, si bien la merma de presión produce en viviendas o establecimientos sin los dispositivos de bombeo adecuados que el chorro salga con mayor o menor pachorra, como así ocurría durante el mediodía en el Asador Grill Montaña Alta.

Pueblo chico, infierno grande

En el pueblo, mentar a José Reyes, presidente del Consorcio de Regantes del Noroeste de Gran Canaria, -«ese señor que nos va a dejar sin agua»-, va seguido de un «me voy a ahorrar el comentario», así como los nombres y apellidos de los propios encuestados, siguiendo la premisa del pueblo chico, infierno grande, en el «que no sabemos lo que va a pasar en las próximas semanas», cuando el consumo aumente.

El abastecimiento continúa en los 16 pagos de la zona gracias a un trasiego de diez cubas diarias

En otros puntos del pago la vida se observa con más pausa, con la perspectiva que dan los años, con elegancia y sin perder la compostura. Es el caso de José Rodríguez, de 82 años, que comanda el establecimiento Comercial Domínguez, fundado nada menos que en el año del Señor de 1918, «pero ese no fui yo», según recalca con retranca el propio don José.

El agua nunca ha fallado

Sabe que sobre el pueblo pende la llave de paso por la prensa, y de momento no parece especialmente preocupado, de hecho no tiene ni bidones, «porque aquí el agua no ha fallado nunca», ni siquiera cuando aún no tenían ni tuberías. «De pequeños nos íbamos a buscarla con bernegales a la Fuente Bermeja, y a lavar en el barranco, y una o dos veces al mes, a bañarnos, también allá abajo».

Con el transcurso del vivir, a la Fuente Bermeja la entubaron. Las medianías fueron quedando perforadas como un queso gruyere, y los manantiales se secaron a la misma velocidad a la que se fue creando una red de abastecimiento. «Y ahora que estamos acostumbrados a que el agua salga del chorro, ya no hay fuentes a las que recurrir en caso necesario».

José Rodríguez, de Montaña Alta de Guía, ayer, en la entrada de Comercial Domínguez. | | LP/DLP

José Rodríguez, de Montaña Alta de Guía, ayer, en la entrada de Comercial Domínguez. | | LP/DLP / Juanjo Jiménez

De ahí el nuevo trajín de cubas que se ha montado por los vericuetos que llevan desde la costa hasta los más de 900 metros de altitud donde se ubica el depósito municipal, a apenas unos cientos de metros por encima del pueblo, una infraestructura gestionada por Canaragua, empresa licitadora del abastecimiento en Guía.

Carretera arriba suben al día unas diez cubas que vierten en el sistema regulador 200 metros cúbicos diarios al día, «casi lo comido por lo servido», como lo ilustra el jefe de servicio, Rafael del Castillo, pero con una ligera merma sobre el total almacenado, lo que hace apurar todos los medios a su alcance para evitar la quiebra del mecanismo.

Solo afecta a los hogares

A ese trajín sobre ruedas se suma la que aporta el agua de otro proveedor que hasta el momento de la zozobra aportaba el 30 por ciento de los caudales que dan agua a unos 1.070 contadores de toda la zona. En este sentido hay que subrayar que el problema, de momento, solo afecta a los hogares, ya que los agricultores recurren a otras fuentes para garantizar sus riegos.

Algunos vecinos muestran su preocupación de cara a las próximas semanas

A ese segundo frente se suma un tercero. El de la avanzada red de impulsión de la localidad guiense, y que a punto está de lograr elevar agua desalada hasta el mismísimo pueblo de Montaña Alta de Guía a través de una ‘escalera’ de seis estaciones impulsoras dotadas de potentes bombas capaces de trastocar el curso de un barranco hacia las alturas.

Bombeo

Gustavo Rodríguez, capataz de Canaragua en Guía, supervisaba durante la mañana de este miércoles con una importante cuadrilla de medios y personal, la nueva Estación de Bombeo de Aguas Pluviales (EBAP) de Tres Cruces, que forma parte del primer tramo de impulsión de agua desalada a Montaña Alta, que se ha ejecutado con un presupuesto de 830.000 euros.

Rodríguez pone a prueba las dos bombas de la estación inyectándole agua de una cuba durante un buen rato de la mañana. Cuando le da macho, la maquinaria coge tino, capaz de impulsar hasta 20.000 metros cúbicos al mes. Ahora solo queda otra por arrancar en Bascamao, y una tercera en Montaña Alta para que, antes de que acabe el año, se forme el río.

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Los barrios, pagos y caseríos afectados por el cierre del suministro por parte de la Bascamao, aunque en menor medida, Risco de la Aguililla, la Casa del Queso, todo el casco de Montaña Alta, Lomo de la Raya, Junquillo y Verdejo, Lomo de La Palma, Aguacilejo, El Marqués, El Palmital, Lomo Guzmán, Santa Cristina, Lomo Vergara, Desagüaderos, Lomo Barranquillo Frío y Hoya del Pedregal. El corte del abastecimiento a la red municipal por parte de José Reyes se debe, según afirma el presidente de la Corporación de Guía, Pedro Rodríguez, a la negativa del pleno municipal a mediar entre Reyes y el Consejo Insular de Aguas por unas supuestas deudas con esta segunda entidad, y por la apertura de un expediente sancionador por un monto de 60.000 euros por parte del Ayuntamiento a Reyes por exceder una licencia municipal para ejecutar una balsa, en la que extrajo más terreno del previsto, en unos trabajos en los que además terminó derribando un tramo de carretera que conduce desde Bascamao a Montaña Alta. Esa carretera aún luce con un derrumbamiento que la deja inoperativa, y las obras se encuentran totalmente paradas, según pudo comprobar ayer este periódico. Por todos estos motivos, tanto el alcalde como el presidente del Cabildo, Antonio Morales, califican la actitud de Reyes como «un chantaje», mientras que éste prefiere guardar silencio. | J. J. J.

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