Entrevista | Carlos Álamo Consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria

Carlos Álamo: «Gran Canaria es la isla que consigue que los turistas se queden más tiempo»

«No debemos obsesionarnos con el número de visitantes respecto a Tenerife, sino en la rentabilidad»  

Carlos Álamo, en uno de los despachos de la Consejería de Turismo del Cabildo de Gran Canaria.

Carlos Álamo, en uno de los despachos de la Consejería de Turismo del Cabildo de Gran Canaria. / José Pérez Curbelo

Gran Canaria no debe obsesionarse en competir con Tenerife o las otras islas en una carrera por tener el mayor número de turistas, sino en mejorar la calidad de los servicios para que los visitantes se queden más tiempo y vuelvan al año siguiente. Carlos Álamo declara en esta entrevista que esa es una de las prioridades del Cabildo en el nuevo mandato, así como abrir el debate entre turismo de masas o sostenible. 

El gobierno insular presume de que Gran Canaria ha alcanzado las cifras de visitantes de antes de la pandemia, pero desde la patronal no ven tan clara esa recuperación del sector. Estamos a mitad del año 2023 y ya hay datos para hacer una valoración. ¿Cuál es la situación real del turismo en la isla?  

Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero estoy convencido de que el trabajo realizado por el Cabildo en el mandato pasado está dando resultados. Sin obsesionarnos en el número total de turistas, estamos consiguiendo que este negocio, el de la industria turística, nos de muchísimas alegrías. Tenemos una conectividad en avión como nunca antes en número de vuelos y de asientos reservados, tanto para este verano como para la temporada de invierno 2023-2024. En porcentaje, esta es la isla que ha recuperado el mayor número de turistas de todo el Archipiélago. Los datos se pueden interpretar, pero si los miramos con frialdad nos dicen que en Gran Canaria, de enero a junio de 2023, crece un 20,6% la llegada de turistas, en total, y un 23% en los internacionales, cuando la media de Canarias es del 19,1% y en Tenerife de un 14,6%. Es verdad que en turistas peninsulares estamos un 5,4% por encima del 2022, por lo que la recuperación es menor que en otras islas, pero es que ese año fue muy bueno para nosotros en el mercado peninsular. No hay que obsesionarse con el número de llegadas de visitantes, porque creo que el dato importante es el de la rentabilidad. 

¿Y qué dicen esas cifras?

La facturación en el primer trimestre de 2023, en relación con el mismo periodo de 2019, que es el último año previo a la pandemia que se puede comparar, nos dice que con un poquito menos de turistas hemos facturado un 40,6% más, que el gasto medio por turista ha subido un 44,8% y el gasto medio turista/día un 36,3%. Y hay un dato que me parece muy importante. Gran Canaria es la isla que consigue que el turista se quede más tiempo. La media de Canarias es de 10 días y nosotros estamos en 11,1 días. Es un 1,5% más que en 2019. No digo que no sea importante el número de turistas que llegue, pero es más relevante que cuando ese turista venga a Gran Canaria encuentre motivaciones para estar más tiempo y gastar más dinero. Y no lo hará porque sí, sino porque encuentra productos de más calidad, encuentra razones para salir del hotel y moverse por los 21 municipios de la isla. Ese es nuestro objetivo, sacarle el máximo rendimiento a los turistas que lleguen, que encuentren un destino preparado y que tengan la certeza de que van a disfrutar en plenitud de sus vacaciones. Y también que nos ayude a repartir mejor la riqueza que genera esta industria.   

En el primer semestre del año 2023 Tenerife ha recibido un millón más de turistas que Gran Canaria, un dato similar a años anteriores. ¿A qué lo achaca? ¿Hay que resignarse a esa diferencia? 

La primera realidad a tener en cuenta es que Tenerife dispone de muchísimas más camas que Gran Canaria. En segundo lugar, el mercado tradicional de Tenerife es el británico, mientras que en Gran Canaria el prioritario es el nórdico y el alemán. Los hoteleros, a lo largo de estos 60 años de historia del auge el turismo, han perfilado sus alojamientos y el destino dando prioridad a las necesidades y a lo que busca ese visitante nórdico y alemán, que es un turista que gasta más en sus vacaciones que el británico. El Covid-19 y seguidamente la guerra en Ucrania hizo que afectara más a nuestros mercados tradicionales. El nórdico, muy afectado por la cercanía de ese conflicto bélico en Europa. Y el alemán por los problemas de la economía de su país, prácticamente en recesión. Eso ha hecho que el turismo alemán y nórdico sean los que más están tardando en recuperar los flujos normales, pero estamos haciendo un esfuerzo no solo para mantenerlos, sino buscar otros nichos de mercado. El mercado francés ha funcionado muy bien, como el holandés y el belga. Es verdad que Tenerife tiene un millón de turistas más, y es verdad que es un hecho normal desde hace tiempo, pero también es cierto que el turista se queda más en Gran Canaria y gasta más aquí. Tarde o temprano tendremos el debate de la sostenibilidad, si el objetivo es un turismo de masas o un turismo que deje economía en la isla. La sostenibilidad es un reto a nivel mundial a corto y medio plazo y va en esta linea. 

«Queremos un mejor reparto del turismo por los 21 municipios; cada vez son más lo que quieren salir del hotel»

Argumenta que el gasto medio por turista es mayor en Gran Canaria que en las otras islas. ¿Eso compensa? ¿A quién? 

Esta industria debe generar riqueza y, por tanto, hay que contrastar los dos modelos, o el de masas o el que proteja nuestro entorno. Cada vez son más los turistas que quieren salir del hotel, aprovechar nuestras magníficas carreteras y senderos, hacer deporte y turismo activo. Apostar por este tipo de turismo es asegurarnos el futuro, porque valora la gastronomía o la artesanía, nuestra riqueza cultural y paisajística, exige conocer Gran Canaria de verdad. Ya no es el típico que venia exclusivamente al sur de la isla para ir a la playa. Evidentemente, somos un destino de sol y playa, ese es el gran valor que ofertamos al visitante, pero Gran Canaria es el resumen de lo mucho y bueno que tiene el Archipiélago canario. Este continente en miniatura hay que ponerlo en valor porque los turistas son cada vez más exigentes. Creemos que con nuestros  planes vamos a conseguir que el turismo de verdad sustente la economía, que sea punta de lanza de la recuperación e incentive a otros sectores. Que el artesano, el agricultor, el marinero o el cocinero sientan que se ven beneficiados por la industria turística  

¿Y qué prioridades tiene el gobierno del Cabildo en materia turística para estos próximos cuatro años? 

Sin duda, seguir buscando turistas que hagan mayor gasto, dar prioridad a un crecimiento cualitativo, diversificar nuestros mercados y buscar más canales de distribución para depender menos de los turoperadores. En esos cuatro puntos basamos nuestro plan estratégico. Pero también hay que hablar de la desconcentración, queremos un mejor reparto de los visitantes por la isla. Y apostar por un turismo sostenible, alineado con los objetivos de la Agenda 2030 y que genere valor no solo para el turista, sino para el entorno natural, cultural y, sobre todo, para los ciudadanos. Es evidente que la industria turística es la gallina de los huevos de oro para Canarias, no tenemos grandes recursos de otro tipo, y su objetivo es generar calidad de vida para los canarios. Creemos más que nunca que esa industria debe servir, además, para conservar nuestro entorno natural, para poner en valor los productos Km. 0 y el patrimonio paisajístico. 

El modo de viajar está cambiando a un ritmo vertiginoso. ¿Se está preparando el sector turístico de la isla para esos nuevos modelos?  

Sí. Uno de nuestros objetivos es depender menos de la turoperación. Cada vez hay más herramientas digitales y los turistas ya no reservan con la misma antelación que antes, tienen muchos más canales para planificar sus vacaciones. Gran Canaria ha trabajado mucho en ese sentido y los canales de promoción son muchísimos. Estamos firmando convenios para que el potencial turista tenga a la isla en su imaginario a la hora de viajar. Tenemos una conectividad récord, no solo más asientos de avión, sino de vuelos directos con más ciudades, tanto de la Península como de Europa. Gran Canaria se ha ganado el prestigio de que venir aquí es tener garantías de poder disfrutar de las vacaciones en plenitud. 

La situación de algunos centros comerciales del Sur es lamentable, por poner un adjetivo suave. ¿Por qué se ha llegado a ese deterioro y qué planes tiene el Cabildo para reactivarlos? 

Básicamente porque no nos hacían falta. Antes de la pandemia los números fueron muy buenos. Desde 2016 a 2019 hubo récord consecutivos de llegadas de turistas. En la pandemia todo cambió y fueron muchos los empresarios que aprovecharon para reformar sus hoteles y apartamentos, pero esos centros comerciales se quedaron al margen. Ahora no son atractivos y lastran la imagen del destino turístico. Algunos están bien, pero la mayoría no dan servicios de calidad. De todas las instituciones públicas, quizá sea el Cabildo el que tenga menos competencias en ese asunto, pero encargó un informe detallado para ayudar a las demás administraciones, a la federación de empresarios y los dueños de los locales. Esos centros comerciales fueron en su momento el epicentro del destino turístico y es necesario modernizarlos, quizá con normas urbanísticas e incluso pensar en cambiar los usos, porque no es lógico que se dediquen a lo mismo en un espacio tan pequeño y compitan entre ellos.  

Una década después, el proyecto del Siam Park sigue casi como al principio. ¿Veremos ese parque temático en este mandato?

Yo siempre digo que es como el unicornio de las obras de Gran Canaria. Conozco muy bien ese proyecto porque soy de Maspalomas y he sido concejal de San Bartolomé de Tirajana. Mi primera o segunda reunión como consejero de Turismo del Cabildo fue con los promotores del Siam Park. Ese parque acuático tiene un potencial tremendo y estoy convencido de que sería muy importante para el turismo familiar. Cuando vemos en qué fallamos, es verdad que Gran Canaria carece de infraestructuras que atraigan al turismo de familia y sería un referente, sobre todo para el visitante británico. Las instituciones públicas han trabajado en los últimos cuatro años, con gobiernos progresistas en la Comunidad Autónoma, en el Cabildo y el Ayuntamiento de San Bartolomé para intentar que ese proyecto saliera adelante, pero al final se han cruzado denuncias privadas y se ha empantanado en los juzgados. Aún así hemos vuelto a intentar que ese proyecto no muera y lo último que sé es que el Ayuntamiento apuesta por ese Siam Park. Es verdad que en la campaña electoral, que la tenemos fresca , de los actuales socios del gobierno municipal, parecía que uno decía que no era viable y el otro que sí. Lo que tengo que decir es que desde Turismo de Gran Canaria, con total lealtad entre instituciones, estaremos con la mano tendida para ayudar, porque sí me parece un proyecto importantísimo. 

Otro debate abierto en Canarias, con partidarios y detractores, es la creación de una tasa turística. ¿Qué posición tiene el gobierno del Cabildo? 

En otros sitios donde se ha establecido la tasa no ha supuesto su final como destino turístico. Pero también es verdad que venimos de una situación complicada, de un cero turístico. Parece muy lejano, pero hace apenas tres años estábamos pidiendo a los turistas que se marcharan rápido porque se iban a cerrar los aeropuertos y la movilidad iba a quedar muy reducida. Creo que una tasa turística bien pensada y estudiada, sentando en torno a una mesa a todas las partes implicadas, puede ser positiva. Pero con el Covid todavía en la mente de muchos turistas, con este conflicto bélico en Europa y con una recuperación aún no robusta, no me gustaría poner sobre la mesa más incertidumbres. Se ha demostrado que cuando hay incertidumbres es malo para aquellos que programan sus vacaciones. La tasa puede ser beneficiosa, pero este no es el momento para plantearla porque hay mucho debate y muchas incógnitas en el tablero que pueden distorsionar la recuperación económica. Hay que darle más tiempo para que los mercados se fortalezcan a corto y medio plazo.

«En Santa Águeda hay que rebajar la tensión porque pueden convivir el turismo, la cementera y los residentes»

En el muelle de Santa Águeda existe un conflicto empresarial agravado por disputas políticas. ¿Qué salida le ve, aunque el Cabildo no tenga competencias? 

Cementos Especiales es una empresa que lleva 50 años generando puestos de trabajo de calidad en aquel entorno. La polémica surge porque hay un grupo empresarial turístico que también decide instalarse y dice que allí está el mejor microclima de Gran Canaria, lo que equivale al mejor del mundo. Chocan los intereses de la industria turística con la cementera y también con los residentes de aquella zona, que con el turismo ven peligrar su entorno, sus playas y una industria que ha dado puestos de trabajo a tres generaciones. El Cabildo no tiene competencias, aunque aprobó el Plan Insular de Ordenación (PIO) y aquella zona está catalogada como de desarrollo turístico. Al final es el Ayuntamiento de San Bartolomé el que debe aprobar en detalle lo que el PIO pintó con brocha gorda. Como consejero de Turismo, evidentemente voy a defender a la industria que más oportunidades genera a Gran Canaria, pero lo ideal sería que convivieran ambas industrias. El complejo hotelero se ha hecho con mucha calidad, pero hay un reducto de pesca artesanal y de agricultura que se resiste a desaparecer. Hay que buscar fórmulas para que aquel ecosistema no cambie mucho, sería bueno para todos. Al final, y esto es importante decirlo, la industria turística debe generar calidad de vida a los grancanarios y ya son pocas las playas del sur de la isla donde no te da vergüenza ir con la familia a sacar la tortilla de papas y la ensaladilla para pasar un día o un fin de semana. Son pocas las playas que disfrutan los grancanarios de esa manera y sería malo que desaparecieran. Perder pueblos tradicionales de costa como El Pajar o Arguineguín sería como dispararnos un tiro en el pie. Hay que echarle horas y buscar fórmulas para que siga siendo un referente   para residentes, turistas y la industria cementera, creo que caben todos allí y hay que buscar que baje la tensión. 

Lo que no parece coherente es que algunos partidos políticos pidieran en el Cabildo o en el Parlamento que se quite la cementera y en el Ayuntamiento de San Bartolomé voten lo contrario. 

Se generó mucha tensión, a la que no estaban acostumbrados los residentes de ese barrio. Hoy por hoy están conviviendo las dos industrias y la solución es que impacto de ambas sea el menor posible. La fábrica está en terreno propio, lo que está en tela de juicio es el muelle. Si le quitan la concesión del puerto a Cementos Especiales todas las toneladas de material que entran y salen de la fábrica lo tendrán que hacer por tierra, lo que es menos sostenible. Poner cien camiones extra al día en esas carreteras no es la solución.  

La otra ‘papa caliente’ es el conflicto de la residencialización en las zonas turísticas.  ¿Qué posición tiene el Cabildo?

En esta legislatura, sí o sí, habrá que afrontar qué pasa con la vivienda vacacional que está expulsado a los residentes de las zonas más turísticas y qué pasa con los apartamentos turísticos que están ocupados por residentes. Sin duda hay que meterle mano a ese problema. En San Bartolomé, la antigua norma era que de la linea desde la Viuda de Franco hacia el mar era todo turístico y hacia arriba todo residencial, pero eso ya no es así. Muchos complejos que sí nacieron turísticos ya no lo son y la ciudad turística no está hecha para dar los servicios que demanda una zona residencial, por ejemplo los colegios. Es una situación muy complicada, porque tampoco se encuentran alquileres de viviendas cerca de esas zonas para los trabajadores de esa industria. Y por otra parte, los propietarios de esos apartamentos turísticos creen tener derecho a residir allí. Creo que lo que toca es ser valientes y coger el toro por los cuernos, sentarnos las instituciones y los propietarios y buscar una solución que favorezca a la mayoría y no decirle a los afectados lo que quieren escuchar. El actual primer teniente de alcalde de San Bartolomé, Alejandro Marichal, parecía que tenía una solución mágica para resolver ese problema y estoy pendiente de si es verdad que esa solución existe, porque resolvería muchos problemas de convivencia en esas zonas. 

| josé pérez curbelo

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