Agüimes

La prueba científica de una carrera internacional de sumergibles en Arinaga, este sábado en el muelle

La pega de los dos minisubmarinos, a las 12.00 horas en la bahía del muelle de Arinaga, invita a todos y planean poner una pantalla.

Capitanía Marítima, que este miércoles impidió la inmersión de dos prototipos de investigadores de cinco países, aprobó a primera hora de este jueves las inmersiones.

El equipo de científicos buscó escenarios marinos por medio planeta durante seis meses hasta elegir Arinaga

Parte del equipo ante el sumergible de 2007. | | JUAN CARLOS CASTRO

Parte del equipo ante el sumergible de 2007. | | JUAN CARLOS CASTRO / Pepa Pallarés

Lo que se suponía que iba a ser una noticia en reconocimiento a la labor científica de casi 20 ingenieros venidos de medio planeta para probar un proyecto piloto de dos sumergibles a pedal en Arinaga, 100% sostenibles, quedó chafado este miércoles, como la imagen de la zona costera de Agüimes. Dos guardias civiles se presentaron a primera hora de la mañana en el muelle para frenar todo tipo de inmersiones de los sumergibles. Alegaron que faltaban los permisos de Capitanía Marítima para la ejecución del proyecto. Este jueves se personó un ingeniero a primera hora para supervisar el tipo de prueba y finalmente, dio el visto bueno a los trabajos de este equpo para proseguir la investigación y las pruebas. La carrera entre los dos prototipos es este sábado día 30 a las 12.00 horas, y estudian poner una pantalla para que el público asistente pueda visionar desde fuera lo que graban los pedalistas.

Investigadores internacionales, con epicentro en las cristalinas aguas de Arinaga, y tras seis meses buscando el lugar idóneo en el planeta, se toparon con la burocracia española. El sumergible es un proyecto piloto a pedal, ideados por estos científicos procedentes de Alemania, Holanda, Estados Unidos, Sudáfrica y Canadá. Su proyecto, consistente en sumergibles no contaminantes, propulsados a pedal por su único tripulante, que bajan de cinco a ocho metros del nivel de la superficie marina, ideado para competir y de paso, estudiar los fondos marinos, fue abortado casi nada más empezar.

Caras de consternación pero siempre sin ganas de levantar asperezas. Así se mostraba ayer el jefe de la expedición, William M. Megill, natural de Canadá pero residente en Alemania. Es catedrático profesor de Biónica de la Facultad alemana de Tecnología y Biónica Rhein-Waal. Fue el primero en colaborar con las autoridades de la Guardia Civil y solicitar en primera instancia que quieren que «las aguas estén calmadas» y que este imprevisto no ocasione ningún problema para nadie. Siempre se mostró solícito y agradecido, tanto con el Ayuntamiento de Agüimes por la prestación de sus instalaciones como con Capitanía Marítima, con quien desea tener siempre una excelente relación incluso de cara al futuro.

De igual manera se expresaba el aventurero Matt Silver-Vallance, que forma parte del equipo de investigación aunque su grupo lo componen buceadores y profesionales en emprendiduría. Oriundo de Sudáfrica, fue mundialmente conocido por elevarse con 160 globos de helio para reivindicar y solicitar financiación para el hospital Nelson Mandela de su país. Silver-Vallance explicó que él personalmente visitó la costa de Arinaga hace seis meses para visualizar la zona, después de inspeccionar otras partes del mundo para llevar a cabo la prueba con el nuevo prototipo. «Hubo tres razones para elegir el muelle de Arinaga», explica. «La primera, la visibilidad del agua. Es muy cristalina; en segundo lugar, en estas fechas el océano está calmado en este área; y la tercera, queda cerca de Alemania, de donde procede la mayor parte de profesores y estudiantes».

La Guardia Civil inspecciona la instalación donde están los sumergibles, por o orden de Capitanía Maritima. | |  J.C. CASTRO

La Guardia Civil inspecciona la instalación donde están los sumergibles, por o orden de Capitanía Maritima. | | J.C. CASTRO / Pepa Pallarés

Investigadores internacionales, con epicentro en las cristalinas aguas de Arinaga, y tras seis meses buscando el lugar idóneo en el planeta, se toparon con la burocracia española. El sumergible es un proyecto piloto a pedal, ideados por estos científicos procedentes de Alemania, Holanda, Estados Unidos, Sudáfrica y Canadá. Su proyecto, consistente en sumergibles no contaminantes, propulsados a pedal por su único tripulante, que bajan de cinco a ocho metros del nivel de la superficie marina, ideado para competir y de paso, estudiar los fondos marinos, fue abortado casi nada más empezar.

Caras de consternación pero siempre sin ganas de levantar asperezas. Así se mostraba ayer el jefe de la expedición, William M. Megill, natural de Canadá pero residente en Alemania. Es catedrático profesor de Biónica de la Facultad alemana de Tecnología y Biónica Rhein-Waal. Fue el primero en colaborar con las autoridades de la Guardia Civil y solicitar en primera instancia que quieren que «las aguas estén calmadas» y que este imprevisto no ocasione ningún problema para nadie. Siempre se mostró solícito y agradecido, tanto con el Ayuntamiento de Agüimes por la prestación de sus instalaciones como con Capitanía Marítima, con quien desea tener siempre una excelente relación incluso de cara al futuro.

De igual manera se expresaba el aventurero Matt Silver-Vallance, que forma parte del equipo de investigación aunque su grupo lo componen buceadores y profesionales en emprendiduría. Oriundo de Sudáfrica, fue mundialmente conocido por elevarse con 160 globos de helio para reivindicar y solicitar financiación para el hospital Nelson Mandela de su país. Silver-Vallance explicó que él personalmente visitó la costa de Arinaga hace seis meses para visualizar la zona, después de inspeccionar otras partes del mundo para llevar a cabo la prueba con el nuevo prototipo. «Hubo tres razones para elegir el muelle de Arinaga», explica. «La primera, la visibilidad del agua. Es muy cristalina; en segundo lugar, en estas fechas el océano está calmado en este área; y la tercera, queda cerca de Alemania, de donde procede la mayor parte de profesores y estudiantes».

Megill puntualiza en este sentido que una de las claves también al elegir el fondo marino de Arinaga «radica en el tipo del suelo, en el que predomina un tipo de arena gruesa, que propicia que los segmentos se posen pronto en el fondo tras el paso del pequeño submarino. Eso es fundamental para la visualización del fondo marino sin que el agua se vuelva turbia por la arena», explicó.

En este pionero proyecto entran en liza dos propulsores a pedales. Uno de ellos data de 2007, fue bautizado como River Shark, pesa 140 kilos y consta de cabina interior que se inunda al completo mientras que quien pedalea respira con botella de oxígeno. Tiene dos ventanas para visualizar el exterior y maquetado con fibra que recubre un corcho que le da flotabilidad. Ha ganado un campeonato mundial en competiciones entre universidades que crean estos prototipos. Este submarino ya tiene competidor y probablemente recogerá su testigo. Se pretende estrenar en Arinaga, en una competición prevista este sábado.

También ha sido gestado en la misma universidad y diseñado por el ingeniero Kleve Ahomange. Tiene apenas tres meses desde su creación. A diferencia de su papá, bautizado como Chelonia, es una especie de tortuga y pesa solo 70 kilos. Ayer ultimaban detalles «porque flotaba mucho por su ligereza», reseñaba la también ingeniera del equipo, Eugenia Herrera, venezolana de abuelos canarios.

Los prototipos fueron trasladados desde Alemania hasta Huelva en coches y camiones. Desde allí se subieron al ferry para llegar a Gran Canaria con destino a Arinaga. En total, la expedición ha costado 50.000 euros. Y están pendiente de la autorización de la Capitanía Marítima. Esperan hundirse en el mar. No en la burocracia.

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