Cabildo | Carmelo Ramírez Consejero de Cooperación Institucional y Solidaridad Internacional

Carmelo Ramírez: «El Cabildo de Gran Canaria seguirá ayudando a los más pobres aunque no le guste a los ultras»

El Cabildo de Gran Canaria mantendrá su política solidaria con los países empobrecidos aunque eso genere críticas de la ultraderecha o de personas que rechazan ayudas, como la de esta semana, a las víctimas del terremoto de Marruecos y las inundaciones de Libia

Carmelo Ramírez, que este domingo viaja a la ONU para participar en una reunión sobre el Sahara, explica también los proyectos para estos cuatro años

Carmelo Ramírez, durante la entrevista en el despacho de su consejería en el Edificio Insular I.

Carmelo Ramírez, durante la entrevista en el despacho de su consejería en el Edificio Insular I. / Juan Castro

El mantenimiento de los Planes de Cooperación con los 21 municipios de Gran Canaria figura como una de las prioridades de su departamento para este mandato, pero hasta ahora han chocado con la lentitud de los ayuntamientos para presentar proyectos o ejecutarlos en los plazos previstos. ¿Hay forma de resolver eso? 

Sí. Hemos variado las normas que regulan esos planes. Recordemos que implican una inversión de 15 millones cada año en los ayuntamientos y un millón para cada una de las tres mancomunidades. Hay unos criterios sobre los tipos de obra, que deben ser de equipamientos, infraestructuras, energía, protección animal o medio ambiente. Y ahora, teniendo en cuenta los retrasos en la ejecución, lo que hemos hecho es variar los plazos, de tal manera que ahora los ayuntamientos los deciden desde el año anterior. En octubre o principios de noviembre llevaremos a aprobación las actuaciones que corresponden al año 2024, para que una vez que se apruebe el Presupuesto del Cabildo todos los ayuntamientos puedan proceder a la contratación.  

La cuantía de los Planes de Cooperación está congelada desde hace una década, ¿por qué no se ha modificado al mismo ritmo que crece o disminuye el Presupuesto total del Cabildo?

El compromiso es mantener una partida importante. Estamos hablando de 18 millones de inversión al año en competencias de carácter municipal, no del Cabildo. Este es el único Cabildo que mantiene este tipo de planes, que existes desde mediados de la década de 1990, en que lo pusimos en marcha siendo yo también consejero de Cooperación. Es el programa más importante del Cabildo para un desarrollo equilibrado y favorecer a los municipios menos poblados. Esos 18 millones es una cantidad importante teniendo en cuenta que después, desde otras áreas del Cabildo, también se destinan muchos recursos económicos para todos los municipios.  

¿Qué actuaciones más inmediatas se prevén con cargo a esos Planes de Cooperación? 

Los 21 ayuntamientos tienen ahora 44 actuaciones aprobadas, en diversas fases de proyecto, en ejecución o ya terminados. Unos han optado por presentar una sola obra y otros han dividido el dinero que les corresponde en varios proyectos. Por citar los de mayor presupuesto, los de más de medio millón de euros, se pueden resaltar la mejora de Las Charcas de Agaete; los semáforos inteligentes para el control del tráfico en la costa de Arucas; los nuevos aparcamientos de la calle San Sebastián en Gáldar; la remodelación de la avenida de Los Artesanos de Ingenio; la instalación de alumbrado fotovoltaico en Mogán; el acondicionamiento de la carretera de Los Tarahales, la más costosa con 2,3 millones de euros, los ascensores en los barrios y el acondicionamiento de la calle Fernando Guanarteme en las Palmas de Gran Canaria; la repavimentación de calles de Maspalomas y Playa del Inglés en San Bartolomé de Tirajana; el Estanque Blanco de Santa Lucía de Tirajana; o el asfaltado de calles en Telde.

«Hemos cambiado los plazos del Plan de Cooperación para evitar que las obras de retrasen»

En el reparto del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) se han quedado fuera en los últimos años los municipios de Mogán y San Mateo, mientras que a Firgas se le perdonó que optara en su momento por desmarcarse del resto de los ayuntamientos de la isla. ¿Seguirán fuera esos dos ayuntamientos, teniendo en cuenta que ahora es su partido el que cogobierna en San Mateo?   

Sí, claro. San Mateo y Mogán están excluidos del Fdcan 2023-2027. ¿Por qué? Pues porque estos dos municipios, por una cacicada que hizo en su momento Fernando Clavijo, decidieron salirse del programa consensuado entre el Cabildo y todos los ayuntamientos de la isla. Se desmarcaron del resto y en dos años recibieron lo que los demás van a recibir en diez años. No es que los dejemos fuera, se excluyeron ellos. Y no solo eso, sino que el Fdcan que se aplica en Gran Canaria tiene una financiación al 50%. La mitad de los recursos los aporta el Gobierno de Canarias y la otra el Cabildo y los ayuntamientos. Sin embargo, a San Mateo y Mogán no le aplicaron ese 50%, sino que el Gobierno de Canarias puso el 80% o 90%. Esto es lo coherente y se decidió en una asamblea con todos los alcaldes y de todos los colores políticos. Los recursos del Fdcan son 509 millones de euros para invertir en cinco años y el Cabildo, que es el que coordina, ha llegado a un acuerdo con los 19 municipios restantes. Una parte se invierte en actuaciones de ámbito insular y otra en obras de carácter local.  

«El Fdcan deja fuera a San Mateo y Mogán porque recibieron en dos años lo que otros municipios en diez»

El área de Solidaridad Internacional del Cabildo es aplaudida por ser un buen ejemplo en las ayudas a los países empobrecidos y por su compromiso con los pueblos saharaui y palestino, pero eso también le genera críticas por no destinar ese dinero a necesidades internas de la Isla. ¿Teme que ese rechazo se incrementen ahora por la presencia de la ultraderecha en el Cabildo y que esos mensajes xenófobos acaben calando en la población? 

La política de solidaridad y de cooperación al desarrollo de los países pobres es un deber moral y un deber político de todas las instituciones. Además, es una recomendación desde hace más de medio siglo de las Naciones Unidas y en los últimos años de los propios gobiernos de cada país, para que las instituciones locales destinen el 0,7% de su presupuesto para este tipo de acciones. Nosotros lo mantenemos porque lo llevamos en el programa de gobierno de NC-PSOE, ahora y en los años anteriores. Se trata de aportar un granito de arena, un 0,7%, que en el caso del Cabildo significa unos 6 millones de un presupuesto que supera con creces los 800 millones anuales. Eso quiere decir que el 99,3% del presupuesto se destina a resolver las necesidades de la gente de la isla. Destinar esa pequeña cantidad para el drama que sufren los pueblos empobrecidos, de una manera especial los africanos, es de sentido común. Lo vamos a seguir haciendo aunque a un partido racista, xenófobo e insensible como Vox no le guste, como ya demostró en el último Pleno del Cabildo, votando en contra de dar una pequeña ayuda a las víctimas de Marruecos y Libia a través de la Cruz Roja. Eso demuestra su miseria moral. También quiero salir al paso de aquellos, que sin ser de Vox, dicen que por qué no destinamos todo el presupuesto a las necesidades de la isla. Pues no lo hacemos porque ya el 99,3% de los recursos del Cabildo están dedicados a los servicios sociales, la educación, la cultura, los deportes o las carreteras. Y puesto que a pocos cientos de kilómetros de aquí hay gente que muere de hambre y vive en una extrema pobreza, sin atención sanitaria y educativa, esa pequeña ayuda se tiene que mantener. Canarias es un territorio solidario, ese es un elemento de identidad y de nuestra propia personalidad. 

¿A qué se refiere?

Cuando en Canarias había hambre tras la posguerra, los canarios emigraban a Cuba, a Venezuela, al Sahara o a Mauritania, y allí lograban sobrevivir y mandar algunos recursos a las familias. Raro es encontrar a alguien en las islas que no tenga un ascendente que no haya ido a la migración. Lo que hacemos ahora es contribuir a esa necesidad tan imperiosa, porque la gente está tan desesperada que sale en un cayuco y en el mar mueren miles de personas. No vienen a Canarias de turismo, vienen porque se están muriendo de hambre allí, o porque viven en zonas de guerra o en lugares donde no se respetan los derechos humanos. Si queremos que la gente emigre menos, lo que tenemos que hacer es favorecer el desarrollo de esos países para que no se vean obligados a salir. Ese tipo de mensajes que escuchamos de la extrema derecha, y que contagian a otros más moderados, siempre tienen un público, pero son muy peligrosos porque están invitando a la xenofobia, al racismo, a la violencia, a crear un mundo más insolidario. 

¿Y qué se puede hacer para que esos mensajes xenófobos y populistas no calen en la gente?  

Desde esta área del Cabildo hemos puesto en marcha el Consejo Insular de Solidaridad, que agrupa a unas 70 ONG de Gran Canaria, a la universidad, los sindicatos y los ayuntamientos que tienen concejalías de solidaridad. Hay que seguir impulsando esta tarea de educación y sensibilización para combatir esos mensajes de odio y de racismo tan terrible como los que estamos oyendo. El último ejemplo son las declaraciones de la alcaldesa de Mogán, al decir que no entierran a los muertos que llegan a las costas de ese municipio porque es una competencia del Estado. Esa es una actitud miserable, de absoluta insensibilidad. Estamos hablando de seres humanos. El coste, según ella, es de 800 euros por cada enterramiento. Dice que el Ayuntamiento se gastó 13.000 euros en el último año. Que por eso monte un discurso xenófobo, racista e insolidario no se puede tolerar. Si el argumento principal es que no paga el entierro porque eso no es competencia del Ayuntamiento, lo mismo podríamos hacer desde el área de Cooperación del Cabildo con el medio millón de euros que le aportamos cada año para competencias que son de ese ayuntamiento. Por eso misma razón tendríamos que retirarle esos recursos.   

«Votar contra una mínima ayuda a las víctimas de Libia y Marruecos muestra la miseria moral de Vox»

Su reconocida posición respecto al conflicto del Sahara le ha llevado a un enfrentamiento con el Gobierno central y con sus socios del PSOE. ¿Qué consecuencias, buenas y malas, ha tenido el giro de Pedro Sánchez en las relaciones con Marruecos respecto al Sahara? 

El posicionamiento de Pedro Sánchez, que no del Gobierno ni del Parlamento del Estado, reconociendo de facto la soberanía marroquí en el Sahara Occidental, es una traición al pueblo saharaui. Es intolerable porque no solo va en contra del derecho del pueblo saharaui a elegir su futuro y a celebrar un referéndum, recogido en la carta de Naciones Unidas al tratarse de un tema de descolonización, sino porque vulnera gravísimamente la propia legalidad internacional que reconoce ese derecho del pueblo saharaui. Seguir la senda de Donald Trump es denigrar, ir contra los derechos humanos y crear un clima de inestabilidad en la zona. Ahora, que hay una guerra entre el Frente Polisario y Marruecos, coloca al Gobierno de España en una posición muy delicada que ya ha tenido repercusiones, como el enfriamiento y casi ruptura de las relaciones con Argelia. Pedro Sánchez es el hazmerreír porque en las relaciones bilaterales con Marruecos se ha sometido al chantaje, cuando eso no lo ha hecho ni Francia, que es el principal aliado de Marruecos, ni la Unión Europea ni el nuevo gobierno norteamericano, que reconoce que el marco para resolver el conflicto es el de las Naciones Unidas. Ese derecho lo tiene reconocido el pueblo saharaui desde hace más de 60 años, pero Pedro Sánchez ha estado mirando para otro lado cuando las autoridades  de Marruecos ha violado los derechos humanos en los territorios ocupados, torturando a la población, encarcelando a los activistas saharauis o expulsando a los periodistas porque no le interesa que se sepa lo que pasa allí.  

¿En qué punto está ahora, a su juicio, el conflicto del Sahara, y en qué puede afectar el actual distanciamiento entre Marruecos y Francia, que era el principal aliado de Rabat? 

Primero, ningún país ha reconocido la soberanía marroquí del Sahara Occidental. Por tanto, el fracaso de Marruecos es evidente, salvo esa declaración de Pedro Sánchez que no tiene valor jurídico ninguno. Segundo, la ONU ha reafirmado que el marco tiene que ser Naciones Unidas. Tercero, las principales potencias que de alguna manera se habían inclinado por un apoyo a Marruecos, como Estados Unidos, Francia o la propia Unión Europea, no han seguido la senda de Donald Trump. Cuarto, Marruecos es un peligro para la zona por su expansionismo. El sueño del gran Magreb, que cogería Mauritania, parte de Mali y de Argelia, en incluso las Islas Canarias, todavía está ahí, resurge cada cierto tiempo en la prensa marroquí, pues tampoco ha renunciado a la ampliación del mar territorial de las Islas Canarias. Y respecto a las relaciones bilaterales de Marruecos con Francia, se han deteriorado mucho. El ejemplo ha sido el terremoto, donde el gobierno de Rabat no se presenta en la zona afectada hasta el cuarto día, no solo el rey, tampoco ningún ministro, y ha negado la ayuda ofrecida por Francia y por Alemania. Eso es inaudito y genera una corriente de rechazo en la propia población. 

¿A qué se achaca ese deterioro entre Marruecos y Francia? 

Hay dos temas principales. Uno es el espionaje. A través del sistema israelí Pegasus ha estado espiando y controlando desde hace dos años los teléfonos de gran parte del gobierno de Francia, incluyendo al presidente Macron. Y de ministros españoles, incluido Sánchez, que no ha protestado. Y también comprando voluntades y corrompiendo en el Parlamento Europeo. Eso ya produjo el deterioro en las relaciones con Francia, pero lo último, además de rechazar la ayuda francesa en el terremoto, es iniciar una campaña de descrédito personal sobre el presidente Macron a través de algunos medios de comunicación controlados por el palacio real, metiéndose hasta con su identidad sexual y con su familia. Es gravísimo que un gobierno promueva esos ataques personales contra el presidente del país que ha sido su principal aliado.       

El Sahel es ahora un polvorín. ¿Eso puede interferir en el conflicto del Sahara? ¿En qué puede afectar a Canarias? 

El papel de Francia en el Sahel es cada vez menor. Los seis o siete golpes de estado que ha habido en esta zona han sido en países francófonos, lo cual ha originado que la influencia francesa haya disminuido en beneficio de Rusia o China y hace pocos días han salido los militares que quedaban en Níger. Todos abogamos por una solución pacífica y respetuosa con el derecho internacional en el Sahara, pero también en el Sahel, que en esos momentos es efectivamente un polvorín, con golpes de estado e inestabilidad en toda la región. Es una situación muy complicada y Canarias está a 1.000 kilómetros de Mali, es decir, estamos más cerca del Sahel que de Madrid. Y la guerra en el Sahara desde el año 2020, de la que no se habla, ha extendido el conflicto armado en el muro, de norte a sur, y eso está a 100 kilómetros de Canarias. Los conflictos del Sahel y del Sahara, una ruptura de relaciones diplomáticas de Argelia con Marruecos y la presencia de Israel con drones y asesores militares está configurando una situación explosiva no solo muy cerca de Canarias, sino al sur de Europa y en todo el norte y este de África. Por tanto, se exige una inmediata intervención de Naciones Unidas, de las grandes potencias, sobre todo la Unión Europea, Estados Unidos, China y Rusia para crear un marco que disminuya la tensión. Y hay otro dato preocupante. El continente africano tiene ahora 1.200 millones de habitantes y las perspectivas de crecimiento, según la ONU, es que en los próximos de 30 años, hasta 2050, la población se va multiplicar por dos, va a tener 2.500 millones de habitantes. Va a ser el continente de mayor crecimiento demográfico. Si a eso le unimos la inestabilidad por las guerras, la pobreza extrema y falta de perspectivas de la población, la gente tendrá que salir y emigrar.    

«Seguramente me iré del Cabildo al final del mandato, con Morales, pero nunca abandonaré la política»

Antonio Morales ha declarado que este será su último mandato en el Cabildo. Teniendo en cuenta que es usted casi el único político de su generación que queda en activo en toda Canarias, ¿también se retirará en 2027?

Yo me voy con Antonio (Risas). A ver, lo primero es que uno está en política por vocación, aquí se trabaja muchísismo, con un proyecto de izquierda y en defensa del interés común. Como siempre, ha habido una decisión de la organización política para que gente como yo sigamos. Yo llevo desde 1979, que fui alcalde de Santa Lucía con solo 25 años. Antonio Morales entró un poco más tarde, pero siempre hemos tenido el respaldo de la organización y aquí estamos. Seguramente, por razones biológicas, este será el último mandato institucional, pero vamos a seguir en la política y en toda la actividad social mientras haya vida. Moriremos con las botas puestas, como se suele decir. 

¿Y no se cansa de la política? 

Claro, aquí trabajamos de 10 a 12 horas todos los días y siempre con conflictos, problemas y prisas. No nos estamos divirtiendo precisamente, pero cuando uno se cansa toca descansar y volver al tajo. Lo nuestro es una vocación y un compromiso político, si no fuera por eso no se aguantaba. Eso con nuestros criterios. Otra gente se puede plantear la política como un negocio o c-omo una manera de hacerse rico en poco tiempo. Ahí están los casos de corrupción. Seguimos porque tenemos una responsabilidad colectiva y creemos que la mejor manera de canalizarla hasta ahora ha sido a través de las instituciones, otros la canalizan a través de organizaciones sociales, o se va de misiones a África o a un país empobrecido. El caso es estar sirviendo a la gente necesitada. Lo importante es defender el bien común y tener una trayectoria honesta, asumiendo siempre los fallos y los errores que cometemos los políticos cuando tomamos decisiones.    

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