Santa Lucía

El celador debe volver por sentencia al colegio Tajinaste

Una sentencia firme obliga al Ayuntamiento a readmitir a un empleado en su puesto tras 8 años y pasar por otras áeas

Robaina da gracias al apoyo de su familia

Servicios jurídicos de la Corporación  analizan el fallo que debe cumplirse el próximo día 12

José Robaina analiza la sentencia.

José Robaina analiza la sentencia. / Pepa Pallarés

José Robaina ha recibido una sentencia firme por el Juzgado de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Especifica que debe ser readmitido de inmediato en su puesto como celador del Colegio Tajinaste, en el municipio de Santa Lucía en Gran Canaria, donde ha trabajado 18 años. Han tenido que transcurrir 9 años de lucha hasta que la sentencia se ha hecho firme. El Ayuntamiento santaluceño, que está estudiando la sentencia, tiene hasta el 12 de este mes para ejecutarla y devolverle a su puesto laboral. Si no, podría enfrentarse a sanciones económicas o a posiblemente una desobediencia judicial.

Robaina estuvo de baja médica por accidente laboral, operarse de dos hernias discales a lo que se sumó otra por depresión por problemas familiares. Una vez dado de alta en la Seguridad Social su puesto de celador ya estaba ocupado por otra funcionaria. El Ayuntamiento le ofreció entonces su incorporación como peón de albañil o de poda. Eso incrementó sus dolencias al tener que cargar con peso, por lo que tuvo que volver a ser intervenido quirúrgicamente por una nueva hernia discal además de una prótesis de cadera. 

Apoyo familiar

Casado con Fátima González y con dos hijas, ha luchado todo este tiempo por lo que considera «una tortura». A la par, alega que «me han tratado como a un delincuente. Mis hijas me vieron llorar». Se refiere a que tras obtener el alta médica para incorporarse a su puesto como celador en el CEIP Tajinaste, «me quitaron las llaves y me dijeron que mi puesto estaba ya ocupado. Sin previo aviso».

Da gracias sobre todo al apoyo recibido por su esposa e hijas y su entorno familiar. Ahora considera que esta sentencia es el reconocimiento a sus 18 años como empleado en el colegio Tajinaste, donde «incluso realicé actividades por Navidad, etcétera. y todo por las tardes, fuera de mi jornada laboral». Ahora, tras estos años de lucha, ha logrado «ganar la batalla».  Su abogado, tras cumplirse el plazo de un mes para la ejecución de la sentencia, presentó ante el TSJC una obligatoriedad de ejecución.

Fuentes del Ayuntamiento, que tienen hasta el día 12 para hacer efectiva la sentencia, aseguran que sus servicios jurídicos están estudiando la resolución. 

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