San Bartolomé de Tirajana

El mundo a ojos del fotógrafo Marcial Rivero

Casa Saturninita acoge la exposición ‘Illusion Woman’, en la que el fotógrafo recopila 24 imágenes en las que fusiona mujer y naturaleza.

Una modelo viste con la vestimenta tradicional canaria y ‘pinta’ Los Azulejos de Veneguera. Hizo 200 fotos para quedarse con una.

Una modelo viste con la vestimenta tradicional canaria y ‘pinta’ Los Azulejos de Veneguera. Hizo 200 fotos para quedarse con una. / Marcial Rivero Hierro

Desde la ciudad japonesa de Kioto a las montañas chinas del Tíbet, pasando por el Amazonas peruano y colombiano, por una estancia con la tribu indonesia de los Metanwais, las cascadas más espectaculares de la isla filipina de Palawan o las siete maravillas del mundo moderno pero sin dejar atrás Los Azulejos de Veneguera, el Arco del Coronadero de San Bartolomé de Tirajana o el Faro de Maspalomas. El fotógrafo tirajanero Marcial Rivero Hierro ha recorrido hasta 24 países cámara en mano para inmortalizar desiertos, junglas, bosques, retratos y paisajes urbanos de un planeta que atesora en una colección de más de 30.000 fotografías que para él son «un compromiso visual con lo que observo en cada momento, con cada instante que consigo entender».

El fotógrafo y la modelo caminaron tres horas cargados con el material para llegar a una cascada escondida en la isla filipina de Palawan. |

El fotógrafo y la modelo caminaron tres horas cargados con el material para llegar a una cascada escondida en la isla filipina de Palawan. | / Marcial Rivero Hierro

Natural de San Fernando de Maspalomas, este fotógrafo inauguró este jueves su quinta exposición en San Bartolomé de Tirajana, en la Casa Saturninita, una muestra titulada ‘Illusion Woman’ que recopila de 24 fotografías en distintos formatos en las cuales representa a la mujer y la naturaleza. «La mujer tiene una forma de expresión que no tenemos los hombres», relata Marcial Rivero, quien tomó la idea de esta exposición después de formar parte de un grupo de trekking y haber tomado hasta una decena de instantáneas a una de sus componentes. «Estas fotografías tienen entorno, lugares diferentes, tienen color, luz, fantasía e ilusión», señala.

Mongolia, India, Sri Lanka, Japón, Vietnam, Malasia, Jordania, Laos o Camboya son solo algunos de los 24 países que ha visitado este fotógrafo «no menos de un mes» y en los que, afirma, siempre esquiva los destinos «populares» para integrarse en sus comunidades. Muchas de sus imágenes son buscadas y minuciosamente preparadas, como de las Los Azulejos de Mogán o una cascada en la isla de Palawan, pero otras tantas son espontáneas: de repente, mientras viaja, su ojo clínico ve una imagen que merece ser inmortaliza y allí dirige el objetivo de su cámara.

Marcial Rivero vincula su pasión por la fotografía con los campamentos juveniles y albergues por los que pasó durante su infancia y adolescencia. Ya de adulto, a medida que su economía se lo permitía, escogía destinos cada vez más lejanos. «Cuanto más raro es el país, más me llama la atención», cuenta.

Dos mujeres de espalda observan una calle de Kioto cuando el fotógrafo se percata de su presencia y toma una imagen espontánea.

Dos mujeres de espalda observan una calle de Kioto cuando el fotógrafo se percata de su presencia y toma una imagen espontánea. / Marcial Rivero Hierro

La mayoría de los viajes los realiza en solitario, después de pasarse varios meses documentándose sobre el destino, las vacunas, los seguros de viajes o el material. «Y cuando vuelvo ya estoy pensando en el siguiente viaje». Su último periplo fue por Jordania, Egipto, Roma, Tailandia y Filipinas para visitar y fotografiar las Puertas de Petra, las Pirámides y Alejandría, El Coliseo, el Templo de la Verdad y el río subterráneo de Palawan y en 2024 irá a Isla Mauricio. «Las mejores fotografías las he sacado cuando me he perdido por las calles, bosques o montañas y estoy solo», afirma, «viajar es maravilloso y si le unes la fotografía es aún más divertido». Se considera un fotógrafo «de campo» en una disciplina que le ha aportado «los mejores momentos» de su vida. De ahí que su viaje más largo fuese de once meses por China e Indonesia.

Marcial Rivero Hierro vive y lo cuenta. Y su experiencia alrededor del mundo la ha trasmitido a los alumnos de los siete institutos del municipio de San Bartolomé de Tirajana con un proyecto de divulgación sobre el sentido de viajar y fotografiar como enriquecimiento cultural y personal. «En los centros educativos trasmito tolerancia, respeto y multiculturalidad».

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