Los vecinos de Juan Grande vuelven a estar 'enterrados' bajo nubes de polvo

La asociación de vecinos Amurga Juan Grande asegura que la situación es insostenible casi a diario y más con rachas de viento que superan los 60 kilómteros por hora

Los vecinos de Juan Grande, hartos de 'morder' el polvo por los aerogeneradores

LP / DLP

Enterrados bajo el polvo. Esta es la situación que han vivido este domingo, vecinos de Juan Grande, Castillo del Romeral, Salinas del Matorral, El Rodeo y Agadir por las enormes polvaredas que se levantan en la zona donde se instalan los ¡parques eólicos y fotovoltaicos cada vez que hay viento fuerte.

Este domingo, además, hay previsiones de rachas de hasta 60 kilómetros por hora y las imágenes que se pueden ver en varios vídeos que han compartido en las redes sociales dejan muy claro que la situación es claramente insostenible.

Sus casas se llenan de tierra, no pueden abrir las ventanas, el ambiente es irrespirable y denuncian también afecciones para la salud.

Los vecinos de Juan Grande ya se han movilizado y presentado quejas por esta situación. Así, “abandonados”, es como han dicho en multitud de ocasiones que se sienten ante la falta de actuación de las administraciones públicas.

Varias agrupaciones vecinales del municipio de San Bartolomé de Tirajana se han reunido con diferentes instituciones, entre ellas, el Diputado del Común, Rafael Yanes, trasladándoles las asociaciones de vecinos de Amurga-Juan Grande, Parque Marítimo del Castillo, Famara de Aldea Blanca, Las Salinas del Matorral y la plataforma Terreguero, de San Bartolomé de Tirajana, los distintos problemas con los que tienen que vivir como consecuencia de las obras de colocación de molinos de viento, placas fotovoltaicas y secadero de lodos.

La representante de la Asociación de Vecinos de Amurga-Juan Grande, Ana Demetrio, sostiene que "la situación absolutamente insostenible" a la que se enfrentan a diario. "Estamos respirando continuamente polvo y no se están poniendo medidas que mitiguen el levantamiento de esta tierra. No vivimos en un hábitat sano", añadió Demetrio.