El Guachinche de Agüimes muestra en Castilla y León su recetario ancestral canario

Santi Gorrín, jefe de cocina del restaurante El Guachinche de Agüimes, fue uno de los representantes del país el pasado 21 de febrero en las XIII Jornadas Gastronómicas de La Cuchara, que organiza la Junta de Castilla y León, a las que fue invitado a presentar su última publicación, El Chuchango es un Pescado, una de las 26 obras que atesora el estudioso de la cocina ancestral canaria. Acudió a presentar el libro y una degustación de su especialidad de caracoles en salsa, pero al final terminó preparando un menú especial con recetas canarias y de Agüimes. «Gustaron mucho y me invitaron a la próxima jornada, en 2025, donde presentaré un puchero canario», apuntó.

El chef señaló que fue el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Castilla y León, Luis Chico Luque, quien le contactó «tras enterarse a través de la prensa» de su libro. De ahí vino la invitación. El Chuchango es un Pescado viene a explicar cómo el Papa Pío V, amante de este molusco, decretó a través de una encíclica papal que era un pescado, para poder comerlo en Cuaresma.

El cochino con fresas de El Guachinche de Agüimes

Entre otras reseñas sobre estas jornadas anuales, a las que acudieron miembros del gobierno de Castilla y León, cocineros del país y expertos en gastronomía, el autor comenta que le sorprendió que «muchos de los invitados solo asociaran la gastronomía canaria con los tópicos típicos de las papas arrugadas y el mojo». El menú del jefe de El Guachinche estaba compuesto por Aborigen (la comida básica de los ancestros canarios); almogrote y batata bañados en guarapo (comida básica del campesino gomero); caracoles en salsa picante con cochino negro (actual premio Caracol de Oro en Agüimes); cochino negro en salsa de higos y castañas (actual primer premio de Cochino Negro en Agüimes); y golosinas de gofio y chuchangos.

El maestro cocinero realizó un almogrote como conexión con la gastronomía de Castilla y León. Aunque se asocia con Canarias, en concreto con La Gomera, es un plato sefardí, que se consumía en la cuaresma judía y cristiana.

«Todos los platos fueron degustados con mucha aceptación. Salvo dos personas, que no probaron los caracoles. Ya se sabe, o los amas o los odias», concluyó Gorrín.

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