Santa Lucía

Un incendio desaloja a 40 personas de unas oficinas okupadas hace 12 años

El inmueble de Vecindario acaba tapiado después de un enfrentamiento entre desalojados y policías

Los inquilinos evacuados trataron de okupar otro edificio

Reyertas en Vecindario por el desalojo de un edificio de okupas tras un incendio

C. A. C.

Un incendio en la tercera planta de un edificio de oficinas abandonado en la avenida de Canarias de Vecindario pasado el mediodía del pasado miércoles acabó con el desalojo de sus 40 okupas en la calle donde se produjo una reyerta. Los accesos al inmueble quedaron tapiados por ser «insalubre e inseguro» y tener «ratas como conejos». Efectivos policiales custodiaban toda la noche la zona. No había niños ni personas mayores y la mayoría era de origen magrebí. La trifulca en las calles provocó atascos de tráfico.

Lo que parecía un incendio de poca monta acabó con una situación casi de emergencia con un dispositivo de envergadura: Bomberos, Policía Local y patrullas de la Guardia Civil. Fueron abucheados y jaleados los agentes por los ocupantes, que se resistieron al abandono a pesar del fuego. Embistieron a los agentes y protestaron gritando y tirándose a la carretera. Y, por otro lado, los miembros de las fuerzas de seguridad aplaudidos por muchos vecinos, que llevan aguantando una «pesadilla de «escándalos» hace 12 años. En medio del caos, un grupo de los desalojados corrió e intentó invadir otra vivienda cercana con los agentes policiales persiguiéndolos para impedirlo. Al final, no hubo detenciones y todos los ocupantes, de entre 20 y 30 años, acudieron a su red de apoyo familiar para pasar la noche.

El incendio se inició en la tercera planta de un edificio de oficinas vendido recientemente a una entidad financiera en la calle Tenerife que hace esquina con el inicio de la avenida de Canarias y que linda con el municipio de Agüimes. «Ellos mismos prendieron fuego a un colchón cuando unos obreros que contratamos empezaron a hacer una obra para separar el patio interior en dos porque no podíamos vivir más así». Lo explicaba Néstor Cubas, presidente de la comunidad de propietarios Miró, que comparte este espacio común con el edificio de los ocupas, «por donde vemos, escuchamos y olemos de todo», explicó. «Quemaron el colchón para fastidiarnos. Dije a los obreros que se fueran al ver el fuego y el humo del colchón. Yo fui el primero en llamar a los bomberos y avisar a todos los vecinos para desalojar las casas», aclara.

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario.

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario. / LP/DLP

La odisea se inició en ese momento, pero solo acababa de empezar. Los bomberos sofocaron el fuego en un momento, pero al entrar en el edificio «se percataron de lo que nosotros llevamos denunciando hace años. Basura acumulada con hasta metro y medio, ratas como conejos, un olor insoportable y suciedad por todos lados», señaló.

El jefe de la policía Local de Santa Lucía, José Luis Herrera, declaró que las condiciones de el edificio no eran las aptas para ser habitables «tanto por su estructura como por las condiciones de insalubridad. Decidimos sobre la marcha proceder a tapiar todos los accesos», indicó. Herrera mantuvo un dispositivo policial toda la noche del pasado miércoles en la zona.

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario.

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario. / LP/DLP

En el momento en que llegó el camión con los bloques los okupas «empezaron de nuevo a gritar que querían entrar, que era su casa», prosigue el portavoz vecinal. En un arrebato, «un grupo echó a correr calle abajo, y trataron de derribar la puerta de otra casa para entrar», explicó también Cubas. «Pero los agentes fueron detrás y los frenaron», aclaró.

Néstor Cubas: «Es una pesadilla; hay temas de droga, prostitución y peleas»

Cubas asegura que ya se han presentado denuncias en el Ayuntamiento «pero por lo visto no han podido hacer nada». Afirma que el perfil de los habitantes de ese edificio es el de jóvenes. «Solo una vez vimos una familia, hace años. Pero hace cuatro años que son los mismos. Son jóvenes y se escucha todo. Es una pesadilla». Lo relaciona con «temas de droga y prostitución, peleas. De todo». También añade que «hasta se nos ha intentado colar alguna rata saltando por las ventanas del patio, que está hasta arriba de basura».

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario.

Imagen del desalojo que tuvo lugar el pasado miércoles en Vecindario. / LP/DLP

Salud pública

El revuelo movilizó también ya por la tarde a los responsables del Ayuntamiento de Santa Lucía. Entre ellos, el concejal de Seguridad, Mario Bordón. Aclaró que su ninguno de los afectados había solicitado ayuda para una vivienda después del desalojo y constató que sus perfiles «no responden al de una familia, sino más bien a personas posiblemente relacionadas con el consumo de estupefacientes». Recordó que la corporación local no tiene competencias en materia de viviendas y que ha solicitado para este jueves un encuentro con el director general del Instituto Canario del área para poder dar solución a los vecinos que se puedan ver afectados por situaciones de este tipo. 

El edil de Salud Pública, Saúl Goyés, también indicó por la tarde desde la zona del incidente que se había buscado la solución de un hotel para hospedar por la noche a los afectados, pero ninguno lo solicitó. Aclaró que se trató de un «desalojo forzoso» por el incendio y que el inmueble no reúne las condiciones de seguridad establecidas tras la valoración de los bomberos posterior al fuego.