150 vecinos de las costas de Tenerife desalojados por la fuerza de las olas

Agua y grandes rocas acaban en el interior en un centenar de viviendas en El Rosario, Candelaria, Güímar, Fasnia y Arico

Inundaciones costeras en el litoral de varias localidades de Tenerife y Gran Canaria

X de Policía LPGC

El fuerte oleaje registrado durante la pleamar de la madrugada y la tarde de ayer obligó a desalojar de forma preventiva a 150 personas (la mayoría reubicadas en viviendas de familiares), afectó a 151 viviendas (la mayoría, segunda residencia) y a varios vehículos, sin causar daños personales, en El Rosario, Candelaria, Güímar, Fasnia y Arico. Cruz Roja instaló un albergue en el Centro de Día de Abades, que registró siete usuarios. Consorcio de Bomberos, Policías Locales, Protección Civil, Guardia Civil, el 112 del Gobierno de Canarias y personal del Seguridad y Emergencias del Cabildo de Tenerife intervinieron en todo el Sureste.

En Candelaria fueron desalojadas cinco viviendas en Playa La Viuda (Candelaria); 15 en Playa de Lima (Arafo); en Arico, 60; una, en Bocacabgrejo (El Rosario), y en Güímar, otras 70. A última hora, el alcalde güimarero, Gustavo Pérez, decretó el desalojo (de dos a cinco de la madrugada) de las viviendas ubicadas en el entrono de la Palaya del Espigón (La Caleta), la playa Cala de La Puente, el paseo peatonal de Chimaje, Cueva de Cho Regino (El Puertito) y un tramo de la carretera del litoral de Agache (TF-616), al paso por Santa Lucía.

Grandes rocas movidas, caravanas enterradas por piedras, coches desplazados, casas con agua, sal y arena en sus entradas e infraestructuras destrozadas. Así amanecía en El Rosario, Candelaria, Arafo, Arico y Güímar tras una dura madrugada en la que el fuerte oleaje causó daños en avenidas, casas y los negocios próximos a la costa. La alerta sonó a las tres de la mañana con la pleamar.

La coincidencia de varios factores motivó el fuerte oleaje. El elemento más importante fue el «coeficiente de marea astronómica grande», que se asocia a la luna nueva del pasado lunes. Se le suman las alertas por viento. Además, estaba en vigor una alerta por fuerte oleaje desde el martes, que preveía una fuerte marejada con olas de uno a 2,5 metros de altura y oleaje de mar combinada con olas de dos a cuatro metros. Pero sorprendió lo ocurrido.

El temporal de mar 'engulle' el pueblo de Arrieta (Haría, Lanzarote)

La Provincia/@medusalg

El Rosario.

Una familia que reside en una vivienda situada en Bocacangrejo fue la única afectada por el oleaje en la costa rosariera. El agua entró, pero no fue necesaria la evacuación.

Candelaria.

Aunque escucharon ruido durante la noche, Antonio Darias y Marco Aurelio Poncio, vecinos de Candelaria, se enteraron por las noticias. «Al mar no se le puede poner puertas», sentenciaron. Otra vecina, Josefa García, afirmaba sorprendida que nunca en su vida había visto una marea tan fuerte. En Playa La Viuda, parte del acceso a la playa fue arrastrado y una vivienda deshabitada, que ya estaba en mal estado, podría caer al mar. Los accesos al litoral del municipio están cerrados, al igual que la Plaza de la Patrona, el Paseo de San Blas y el parking situado frente al Ayuntamiento. Una de las zonas más afectadas fue la piscina municipal. Las caravanas y el resto de vehículos que estaban por la zona quedaron enterradas en piedra.

Arafo.

La estampa era similar en Playa de Lima, con una quincena de viviendas afectadas. María del Carmen García no había podido pegar ojo en toda la noche alarmada por el ruido de las rocas chocando contra los muros de su vivienda y la posibilidad de ser evacuada en cualquier momento. La puerta de su casa está en un pequeño callejón. Para acceder, ayer había que caminar sobre grandes rocas y bloques de hormigón que arrastraron las olas que rompieron con los muros de su casa. Ayer colocó una plancha de metal para impedir el paso de más agua. Los servicios de limpieza del Ayuntamiento esperan retirar los escombros cuando acabe el temporal.

Güímar.

Es el segundo municipio con más personas afectadas. Desde El Socorro hasta El Tablado, toda la costa güimarera registró daños. De forma especial en El Socorro (daños en el Charco y en su paseo), El Puertito de Güímar –donde destaca que el mar terminó de romper el paseo de la calle Edelmira Pérez Campos– y en Santa Lucía, donde el Cabildo cerró al tráfico la carretera litoral al paso por el barrio. El caso Las Bajas, el caserío desalojado hace tres años (marzo de 2021), ya no tiene acceso rodado desde la zona de El Puertito de Güímar. Lo peor, sin embargo, se vive en el litoral de Agache, desde el túnel de la TF-1 hasta El Tablado. Aquí, casi a medianoche se decretó «el desalojo mínimo desde las dos hasta las cinco horas» de las viviendas anexas al Espigon de Caleta y a la playa y cala de La Puente; la Calle Toninas desde los números 147 impar y 132 par hasta 123 impar y la 88 par en Santa Lucía; el paseo peatonal de La Rabiosa, en Chimaje; y en El Puertito de Güímar las Cuevas de Choregino y desde el Club Náutico hasta Las Bajas.