La Fundación César Manrique homenajea al folclorista Antonio Corujo con el libro sobre su vida

El autor de 'Antonio Corujo. Siglos de arena y sal', Gregorio Cabrera, resalta que «Personas como Antonio nos demuestran que existe un hilo conductor entre el ayer y el presente que jamás debemos perder de vista

Gregorio Cabrera y Antonio Corujo, el pasado viernes durante la firma de ejemplares del libro en la sede de la Fundación César Manrique en Arrecife.

Gregorio Cabrera y Antonio Corujo, el pasado viernes durante la firma de ejemplares del libro en la sede de la Fundación César Manrique en Arrecife. / FCM

La Fundación César Manrique (FCM) homenajeó el pasado viernes, 24 de noviembre, al folclorista Antonio Corujo con la edición de un libro autobiográfico titulado Antonio Corujo. Siglos de arena y sal, escrito por Gregorio Cabrera. Ante una sala llena de público, el prologuista del libro, Saúl García, abrió el acto destacando la autenticidad y el carácter genuino del autor y del protagonista. Calificó a Antonio Corujo de «artista innato» y puso de relieve su valor como depositario de una tradición que hace suya y a la vez transforma, «como hacen los grandes». Además, aprovechó la ocasión para solicitar la culminación de los trámites para su nombramiento como Hijo predilecto de Lanzarote.

Por su parte, Gregorio Cabrera comenzó señalando que hay acontecimientos que permanecen para siempre en la memoria: «El eco de ese timple, de esas lapas y de esas coplas resonó para siempre en nuestro interior», aseguró en relación a una actuación que contemplaron él y sus compañeros de clase siendo niños. «Nos entregó su arte, su verdad, su conocimiento. Por eso nadie que haya escuchado a Antonio puede olvidarlo», incidió. El autor del libro enlazó este hecho con la impresión que debieron llevarse los hombres que estaban en la barbería y cantina de su padre Domingo, en San Bartolomé, «aquel día en el que el pequeño Antonillo se arrancó a cantar y los dejó a todos con la boca abierta». «Antonio, en definitiva, es un artista porque deja huella», consideró.

Colección Islas de Memoria

Cabrera narró el proceso de entrevistas con Corujo para afrontar la escritura de este libro, que supone el séptimo número de la colección «Islas de Memoria», editada por el Departamento de Publicaciones de la FCM, con títulos anteriores dedicados a Guillermo Topham, José Molina Orosa, Gabriel Fernández Martín, Miguel Pereyra de Armas, Luis Morales Padrón y Pepín Ramírez. Autor y protagonista comenzaron dialogando en la peluquería de don Antonio, pero las entrevistas se veían interrumpidas por los clientes, y, después, en restaurantes, donde Antonio solía terminar enhebrando una copla, una seguidilla o un poema tras otro, «así que era normal que acabara llamando la atención de todo el mundo, lo cual no era lo mejor para la entrevista, pero sí suponía la mejor demostración de que donde está Antonio está el escenario».

Antonio Corujo, durante su intervención en la sede de la Fundación César Manrique el pasado viernes.

Antonio Corujo, durante su intervención en la sede de la Fundación César Manrique el pasado viernes. / FCM

A juicio del autor del libro, Antonio Corujo siempre ha vivido en el presente, aunque lo haga desde la defensa de la tradición. Prueba de ello, aseguró, es que algunos de los proyectos musicales más innovadores que han tenido lugar en las últimas décadas en Canarias han contado con su colaboración. Al respecto indicó: «Personas como Antonio nos demuestran que existe un hilo conductor entre el ayer y el presente que jamás debemos perder de vista. No como un ejercicio de nostalgia, sino porque tirar de este hilo invisible nos hará ver el presente y el futuro de una manera más clara y diferenciar entre lo que es un legado y lo que es simplemente un lastre», agregó Cabrera.

El autor finalizó su intervención hablando del proceso de escritura del libro. Explicó como su intención «ha sido transmitir parte de ese conocimiento y de esa particular manera de estar en el mundo de Antonio». Como colofón estelar, Antonio Corujo, de 90 años de edad, recitó magistralmente ante el público el poema Lanzarote, de Vicente C. Hernández, y, a continuación, durante más de una hora, el autor y el protagonista procedieron a la firma de ejemplares.