El Refugio se hace puzzle con la MetroGuagua

La antigua carbonera de la Cory Brothers será desmontada pieza a pieza y restaurada | El nuevo skatepark tendrá el doble de superficie

Como un coloso de hierro, la estructura metálica de El Refugio es uno de los pocos testigos que siguen en pie de la frenética actividad industrial que vivió el Puerto de La Luz a comienzos del siglo XX. La nave, que en otro tiempo sirvió para almacenar el carbón que abastecía a los barcos que recalaban en la capital grancanaria, lleva más de dos décadas siendo protagonista de subidas, bajadas y saltos de patinadores de skateboard. Las obras de la MetroGuagua a su paso por el parque Santa Catalina obligarán a convertir este armazón en un puzzle, lo que facilitará su restauración pieza a pieza.

La pista de skate de El Refugio ha sido demolida en las últimas semanas -la idea es reconstruirla con el doble de superficie- con motivo de las obras de la MetroGuagua, puesto que coincidía con una de las bocas de salida y entrada del falso túnel por el que discurrirá. Según la concejalía de Deportes, la antigua estructura portuaria, perteneciente a principios del siglo XX a la compañía británica Cory Brothers, será desmontada en los próximos meses. Cada pieza será guardada, «para evitar que se deterioren». A continuación, se les aplicará «un tratamiento especial de restauración» y se volverá a montar tal y como se encuentra actualmente.

El skatepark ha sido demolido por las obras de la MetroGuagua.

El skatepark ha sido demolido por las obras de la MetroGuagua. / José Carlos Guerra

La estructura de El Refugio, bautizada así en la década de 1980 por encontrarse en el barrio que en otro tiempo llevó ese mismo nombre, está protegida como patrimonio arquitectónico por parte del Ayuntamiento. El edificio, un antiguo almacén que sirvió de carbonera, destaca por su entramado de vigas, especialmente los pórticos sobre soportales biarticulados y el trazado poligonal atirantado entre sí. Junto al armazón del mercado del Puerto, es la única edificación metálica que existe en la Isla, reflejo de ese pasado industrial que vivió La Luz en los años dorados del comercio internacional entre las metrópolis europeas y sus coloniales.

Minas en Cardiff

El Puerto de La Luz llegó a ser sede de nueve empresas que contaban con el suministro de carbón. La mayoría eran británicas, incluida la propia Cory Brothers. Esta se estableció en Las Palmas de Gran Canaria en 1904. Se trataba entonces de la casa inglesa más importante en la venta de carbones y aceites, con minas en Cardiff -Gales- y unos 30 depósitos carboníferos en los puertos más importantes del mundo.

El almacén fue rehabilitado en los 80 y reconvertido en sala cultural del Ayuntamiento

En un principio su sede estuvo junto a la nave de la Grand Canary Coaling, donde hoy está el IES La Isleta. Poco después, la compañía se trasladó al barrio del Refugio, a la calle Albareda, cerca de la Woermann y la Fyffes. Precisamente, el almacén de frutas de exportación de esta última y la carbonera de la Cory son las únicas estructuras del antiguo Puerto que quedan en pie, además de los edificios Elder y Miller en Santa Catalina y la antigua fábrica de Hielo.

Según el trabajo de máster de la ingeniera Iris Ester Melián Sánchez, La arquitectura portuaria en el Puerto de Refugio de la Luz (1880-1930), la carbonera y el astillero de Cory Brothers estaban en la esquina de Albareda con la calle Gran Canaria. Desde aquella zona las empresas navales suministraban a los buques el carbón «a través de gabarras que se abarloaban a los barcos que lo necesitaban».

En 1929 la Cory Brothers introdujo el combustible líquido en sus instalaciones y a partir de ahí comenzó el lento declive del carbón. La nave pasó a la casa Miller, que la reconvirtió en almacén de efectos navales; y tras la reordenación del muelle de Sanapú para la construcción de la Avenida Marítima el Ayuntamiento adquirió las viejas instalaciones.

Sala cultural

La estructura metálica fue reconvertida en sala cultural. Juan Rodríguez Doreste inauguró el renovado recinto en junio de 1983, su primer acto nada más ganar las alcaldía de la capital un mes antes. Fue bautizado entonces como El Refugio, en honor a ese desaparecido barrio de varaderos, almacenes y talleres navales del Puerto. La prensa de la época resaltó la amplitud del local. La compañía La Barraca Itinerante de Aranjuez fue la protagonista del estreno con una obra de Lorca.

Skatepark de El Refugio tras la remodelación de 2019.

Skatepark de El Refugio tras la remodelación de 2019. / José Carlos Guerra

Por allí pasaron diversos artistas a lo largo de los 80, de hecho en esas instalaciones se celebró el primer festival internacional de teatro y danza de ‘Ciudad de Las Palmas’, lo que ahora se conoce como Temudas, con la Fura dels Baus como plato principal. Sería ya en los 90 cuando la estructura vuelve a revivir y se convirtió en skatepark; en este caso, bajo el mandato de José Manuel Soria. Daniel Monzón, uno de los precursores de la iniciativa, contaba que patinaban en el parque Santa Catalina, pero que desde su remodelación se vieron huérfanos y solicitaron al Ayuntamiento una alternativa. Esta se materializó en el 97 y supuso «un antes y un después» en la práctica de este deporte en la capital grancanaria.

El Ayuntamiento pretende ahora ampliar la superficie de la pista de skate hasta alcanzar los 3.500 metros cuadrados. No obstante, el recinto ya fue remodelado en 2019. El Refugio crecerá así por el lado sur, hacia Santa Catalina, una vez finalicen los trabajos de la MetroGuagua, por lo que sobrepasará la antigua carbonera. Mientras tanto, Deportes ha habilitado alternativas en San Telmo y próximamente en El Lloret. La idea es que pueda seguir siendo una referencia entre los jóvenes.

Suscríbete para seguir leyendo