El papeleo frustra la puesta a punto de un crucero de gran lujo en el Puerto de Las Palmas

El 'Seabourn Venture' atraca en el Reina Sofía tras su viaje inaugural por la Antártida

El 'Seabourn Venture' sale del Puerto de Las Palmas.

El 'Seabourn Venture' sale del Puerto de Las Palmas. / José Carlos Guerra Mansito

El Seabourn Venture, un crucero que ha revolucionado el sector de las exploraciones marítimas de gran lujo, ha pasado esta semana por el Puerto de Las Palmas para realizar la revisión de su equipamiento turístico estrella: el U-Boat Worx, dos submarinos con capacidad para bajar hasta los 700 metros y ver de cerca las entrañas de un glaciar, por citar algunas de las inmersiones privadas que el aparato realiza en grupos reducidos de siete pasajeros por todo el mundo.

El crucero atracó el pasado lunes en el Muelle Reina Sofía, que tradicionalmente es utilizado por plataformas y buques perforadores, con el objetivo de someterse a una inspección y obtener la certificación de clase que habilita la navegación del submarino, algo parecido a la ITV de los vehículos para circular, pero la burocracia impidió que las autorizaciones de las administraciones marítimas implicadas llegasen a tiempo para realizar la prueba, explican fuentes portuarias. El barco zarpó finalmente el miércoles por la tarde hacia Brasil y el Amazonas, que es donde realizará sus próximas expediciones.

Existe un compromiso de cada país para inspeccionar los barcos de su propia bandera y darles el certificado internacional de navegación, pero en el caso de los vehículos especiales, como ocurre con los submarinos, la Organización Marítima Internacional propone que se abanderen con certificados de clase expedidos por inspectores.

Oportunidad y experiencia

El Puerto de Las Palmas atesora experiencia y cuenta con profesionales preparados para realizar estos servicios, pues el 90 % de las plataformas y barcos perforadores que pasan por La Luz aprovechan la estancia para tramitar sus certificaciones. Por eso la naviera Seabourn, que pertenece al grupo Carnival Corporation y está especializada en el sector del ultra lujo, eligió la capital grancanaria para renovar la certificación de sus submarinos.

El calado del Muelle Reina Sofía, con hasta 45 metros de profundidad, es perfecto para sumergir los pequeños navíos y someterlos a las pruebas pertinentes, pero, al estar el crucero dentro del puerto y no en fondeo en el exterior, eran necesarios los permisos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) y de Capitanía Marítima, entre otros motivos porque la operación no se iba a practicar en seco o en un astillero, sino en las profundidades del Reina Sofía. De ahí que el papeleo frustrase el servicio contratado, con una empresa local de buceo preparada incluso para realizar la inmersión, un servicio sobre el que había cierta expectación en La Luz. 

Y es que cruceros de la talla del Seabourn Venture, que vino consignado por Hamilton y Compañía, no se ven todos los días en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, y menos aún para solicitar una asistencia técnica para un sumergible privado. Estos aparatos fueron desarrollados para el ejército y poco a poco se han ido incorporando a la sociedad civil, como ocurre con el que lleva activo varias décadas en el municipio de Mogán.

El taller de grandes yates ofrecerá servicios para vehículos especiales como sumergibles

El Seabourn Venture es un barco con diseño italiano de última generación. Lo mismo sucede con sus submarinos, que está construido por la empresa holandesa U-Boat Worx, cuya especialidad es la elaboración de sumergibles para yates, cinematografía, investigación, turismo y cruceros de lujo

La principal diferencia con el submarino de Mogán es que no está envuelto por una cápsula de acero integral, sino de metacrilato, lo que permite a los pasajeros una experiencia visual de 360 grados, totalmente inmersiva, perfecta para quienes no se atreven o no pueden bucear. 

El Seabourn Venture realizó su primera travesía el pasado verano, estrenándose en una exploración de 18 días por los fiordos chilenos y la Antártida. Es, por tanto, uno de los primeros cruceros de ultra lujo que incorpora la experiencia en submarino al catálogo de su oferta turística.

El Puerto de Las Palmas vaticina que este tipo de servicios en sumergible irán en aumento en los próximos años, pues las navieras que trabajan en este sector del gran lujo siempre buscan la exclusividad para sus clientes. 

Por eso quieren estar preparados para expedir certificaciones de clase, las cuales son necesarias para este tipo de vehículos especiales. Está previsto, además, que el taller de megayates, que está en fase de construcción, preste servicios de esta categoría en su futuro astillero del Puerto, añaden las fuentes consultadas. De ahí la expectativa generada por la visita del Seabourn Venture.

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