José Antonio Lucendo: "Soy de los que piensa que hay que devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado"

¿Contento por el premio?

Sí, mucha satisfacción. Por motivos familiares y profesionales he tenido la obligación de vivir en varias ciudades y, al final, no asientas raíces en ninguna de ellas. Pero que te den un reconocimiento de este tipo incrementa indudablemente el sentido de pertenencia y arraigo. Estoy muy agradecido al comité de honores y distinciones y, por tanto, a la corporación municipal.

¿Cuándo llegó a Las Palmas?

Llegué con ocho años, aunque hasta los 17 años estuve yendo y viniendo. Por motivos profesionales desde los 28 años hasta los 36 estuve entre Madrid y Barcelona. Y finalmente me establecí aquí. Formé una familia canaria, tengo hijos canarios, mi mujer es canaria (ríe). Tengo aún familia en Ciudad Real pero ya voy muy de vez en cuando.

"Que te den un premio como este incrementa el sentido de arraigo y pertenencia a un lugar"

undefined

Ha estado 37 años en Endesa ¿cuáles han sido los mejores y peores momentos?

Los malos momentos siempre se olvidan. A lo largo de mi vida profesional hay muchos hitos que son muy agradables de recordar como la unificación de la atención de suministro eléctrico que hicimos para el Archipiélago, lo que permitió tener una red eléctrica más potente, solvente y con mayor garantía. Recuerdo también la implantación del sistema de gestión de clientes, al principio de los años 90, que permitió uniformizar todo lo que era la operativa con los clientes. Antes cada isla tenía su propio sistema, fue un hito, costó mucho implantarlo pero fue muy satisfactorio. Quizá si tuviera que destacar algo de mis últimos 15- 17 años en la empresa sería el esfuerzo que se ha hecho por mejorar la calidad del servicio y el acercamiento a los ciudadanos. Por varios motivos. Primero, porque el mundo eléctrico es un mundo complejo, que no todo el mundo entiende; hemos tratado de hacer pedagogía y, en ese sentido, que cada uno de los ciudadanos entendiera aquellas cuestiones básicas en su relación con la empresa. Y, por otro lado, procurar, en la medida de lo posible, dar respuesta, asesorar y potenciar lo que es la relación con los clientes. Y, desde el punto de vista institucional, dar un servicio universal. Siempre hemos tratado de mantener estrechas relaciones. De tal forma, que el nivel de respuesta fuera el adecuado y el nivel de servicio fuese también lo más alto posible.

¿Su peor momento fue quizá el 'caso eólico'?

Sin duda.

¿Cómo se sintió?

Sorprendido. En aquel momento era decano del colegio de ingenieros industriales y en mi junta directiva estaba Celso Perdomo, con el que tenía una fuerte y sólida relación. Parece que interpretaron que yo tenía algún tipo de relación con este asunto, cosa que se demostró que no a los pocos meses con el archivo de la causa. Sin duda fue un mal trago en mi carrera profesional.

Ha estado todo una vida en Endesa

Sí, prácticamente. Estuve haciendo algunos pinitos en el mundo de la ingeniería al principio de mi vida profesional con un grupo de amigos. Montamos un despacho, pero no tuve mucho éxito (ríe).

¿Por qué es tan caro el recibo de la luz?

(Ríe). El precio de la energía consta de dos partes. Una, que llamamos fija, que es el tener la potencia. Y que responde a la suma de potencia de cada uno de los electrodomésticos que tenemos en casa y que está relacionado con el confort, con la calidad de vida. Esa parte fija a lo largo del tiempo. Y otra es la parte variable del consumo, que está muy vinculada a los precios del gas. ¿Qué sucede? Que ahora con la guerra de Ucrania la situación se ha disparado. Y esto impacta directamente en lo que es la factura de la luz. Es cierto que han habido otros precedentes y que esto no ha sido siempre así. Y también es cierto que hay productos, que todas y cada una de las comercializadoras del mercado tienen a precios fijos, en el cual puede haber una mejora en la economía doméstica. Es decir, que sabes lo que vas a pagar todos los meses. Es lo que recomiendo a mucha gente, que vayan al departamento comercial, que pregunten y que se asesoren.

¿El futuro sostenible pasa por las comunidades energéticas tanto de vecinos como de las administraciones públicas?

Va a ser uno de los instrumentos que se van a poner a disposición de los ciudadanos. Que ellos sean protagonistas en lo que a la gestión de energía se refiere. Antes, una empresa producía, distribuía y vendía energía, y ahora van a tomar protagonismo los consumidores, que van a poder gestionar la oferta y la demanda. Las comunidades energéticas tendrán una demanda de energía y para darles cobertura pueden optar por montar con permisos paneles solares u otras soluciones de energía alternativa. Sin duda alguna va a ir por ahí el mercado porque, cada vez, los niveles de acuerdo entre las comunidades tanto verticales como las unifamiliares se están incrementando. Tiene toda la pinta de que éste va a ser el futuro. Aparte de que está siendo promocionado y animado tanto por el gobierno de España como por la Unión Europea.

"Nunca nos libraremos de los combustibles fósiles, hay que garantizar una cobertura y un suministro eléctrico que no puede estar al azar de que haya sol o viento"

undefined

¿Nos libraremos alguna vez de los combustibles fósiles?

Nunca. Y el que incluya en su discurso esta aseveración cometerá un error en el sentido de que siempre habrá que garantizar una calidad y una cobertura de suministro, que no puede estar al azar de que haya sol o viento. Por lo tanto, los combustibles fósiles van a dar garantía y cobertura de suministro eléctrico. Y también suministro de calidad. Van a ser totalmente necesarios.

¿Las investigaciones en el sector nos darán pronto alguna alternativa o es muy complicado sustituir el petróleo?

Se están haciendo estudios sobre el tema del hidrógeno verde, las baterías, pero esto será para un medio o largo plazo. En unos diez, quince años, tendremos alguna solución al ritmo que va la innovación tecnológica en esta naturaleza. Pero, de momento, los fósiles serán imprescindibles en el sector eléctrico porque hay que garantizar el suministro de los ciudadanos.

Ha sido presidente del colegio de ingenieros industriales de Las Palmas ¿cree que están suficientemente valorados en la sociedad?

Hemos tenido distintas etapas. Al principio, que todo era desarrollo de infraestructuras, de mejoras industriales; habló de la especialidad que a mi me toca, éramos una figura clave, muy importante. Luego, con el crecimiento del país, y la necesidad de proponer soluciones eficientes también lo hemos sido. Hace unos años se cuestionaban nuestras competencias con los ingenieros y peritos industriales, había que operar con unos criterios de mayor eficiencia y de mayor calidad, y dar también mejores servicios. Creo que, en la actualidad, por muchas ramas que tiene la propia carrera, estamos abordando cuestiones muy importantes como es la gestión del agua, la digitalización, la gestión de residuos. Y sobre todo, y lo más importante, estamos entrando en las casas de los potenciales clientes incorporando soluciones innovadoras y sostenibles en relación a su proceso productivo. Algunos pueden tener sistemas obsoletos, otros pueden estar mejorables y es ahí donde está la ventaja competitiva de la ingeniería industrial.

Habrá muchos chavales que tras terminar la Ebau estén pensando qué hacer ¿qué oportunidades les ofrece la ingeniería industrial bajo su punto de vista profesional?

Es una carrera generalista lo que permite abordar materias de la ingeniería de distinta índole. Hidráulica, industrial, de gestión de innovación y desarrollo. Y, por tanto, da una visión global de los acontecimientos y, a partir de ahí, vía especialización se pueden obtener muchas satisfacciones profesionales. Les animaría a los estudiantes a que entraran en la página web del colegio y vean todas las posibilidades y potencialidades que tiene nuestra profesión.

¿A qué se dedica ahora que está jubilado?, ¿tiene algún proyecto entre manos o está disfrutando sin más de esta nueva etapa de su vida?

Soy de los que piensa que hay que devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado. Con esta visión altruista y utópica, que dicen algunos amigos, he entrado a formar parte del equipo de Energías sin fronteras. Una ong de desarrollo que lo que trata fundamentalmente es de incorporar soluciones de agua y energía a barrios marginales, familias vulnerables y que trabaja además internacionalmente en proyectos con muchos países africanos como Mauritania, fundamentalmente, en Marrakech y Cabo Verde. Y en eso estoy ahora, he empezado recientemente.

Suscríbete para seguir leyendo