Anécdotas de una noche

La ceremonia institucional de Honores y Distinciones de Las Palmas de Gran Canaria dejó algunos momentos divertidos y entrañables en un acto sobrio

Acto de Honores y Distinciones de Las Palmas de Gran Canaria 2023 en el Teatro Pérez Galdós.

Acto de Honores y Distinciones de Las Palmas de Gran Canaria 2023 en el Teatro Pérez Galdós. / ANDRÉS CRUZ

El acto institucional de Honores y Distinciones de Las Palmas de Gran Canaria a 25 ilustres en el Teatro Pérez Galdós dejó algunas anécdotas para el recuerdo como el lucimiento de José Luis Galván, Naniana, de su nariz de payaso o el casi traspiés de la artista Juanita Hernández con su vestido. 

«Qué importante es la risa, la sonrisa», dijo ayer la alcaldesa Carolina Darias en su discurso en el acto institucional de honores y distinciones en el Teatro Pérez Galdós al reconocer la labor social que hace José Luis Galván, el conocido payaso ‘Naniana’. Y así es. El artista ya había roto el hielo de la solemne ceremonia minutos antes cuando, tras recibir el premio de manos de la regidora, se sacó su nariz roja y se la puso homenajeando de este modo a su oficio. Fue una de las anécdotas de la ceremonia, que inició la secretaria general del pleno Ana María Echeandía, y que al nombrar a la Red de lucha contra la pobreza, a la que se le otorgaba una de las medallas, se trabó con la «po, po, pobreza».

 Como siempre, la ceremonia se alargó por los discursos. Y eso que el catedrático de Historia José Miguel Pérez, e hijo predilecto en esta ocasión, advirtió de que no diría nada de los premiados para no hacerlo «interminable para el público» al tocarle hablar en nombre de todos. Menos mal que fue didáctico y reivindicativo al poner en valor el patrimonio prehispánico de Las Palmas de Gran Canaria. Esperemos que la nueva alcaldesa haya aprendido la lección y saque un diez al final de la legislatura.

Naniana, en realidad, ya había roto el protocolo al presentarse totalmente de sport a recoger el galardón. Fue el único de los hombres que se dejó la chaqueta en el perchero. Y es que, entre los premiados, primaron las chaquetas dado que de los 15 hijos predilectos y adoptivos solo dos eran mujeres: la artista conceptual Concha Pérez, que fue en traje pantalón, y la cantante Juanita Hernández. El equilibrio entre hombres y mujeres brilló por su ausencia, aunque menos mal que las chicas del Club de Balonmano Romade y las mujeres de la Asociación Mujeres y Solidaridad, dos de los colectivos galardonados con la medalla de oro, hicieron contrapeso.

La cantante Juanita Hernández mantuvo en vilo al público al casi dar un traspiés con su elegante vestido

La cantante Juanita Hernández fue sin duda alguna de las que más disfrutó al subirse al escenario y sentir el aplauso del público. Elegantísima, con un vestido negro de pedrería, mantuvo a los asistentes en vilo al acercarse a saludar con el premio y casi dar un traspiés. Ella, ni se inmutó, y agradeció el cariño de la gente con un inmenso abrazo a sí misma y besos al aire. A partir de ahí se vieron innumerables formas de agradecer el premio con el título en la mano. Unos se acercaban la mano al corazón, como José Miguel Pérez; otros lo agitaban como Lázaro Santana, y otros lo elevaban al cielo como Juan Ramón Martínez, al recoger el premio de su padre Dámaso Martin Martínez, fallecido. 

Precisamente, Juan Ramón tuvo un gesto cariñoso durante la ceremonia con el timplista Germán López, muy elegante también con un traje claro con pajarita, al darle una colleja suave cuando Darias alabó su trabajo. Fue también entrañable que Luis García Correa, primer presidente de Ascan, recogiera la medalla de oro.

El público disfrutó al final, como siempre, con el espectáculo que cerró el acto, y en el que actuaron, entre otros, la cantante Tania Gil, el verseador Yeray Rodríguez y el timplista Germán Suárez. Se habló y canto del Puerto y la ciudad, de lo que han sido y son. Y como dijo Yeray: «Que no nos hagan ser lo que nunca hemos sido» en alusión a la intransigencia, que arrancó los aplausos, al igual que la referencia de Darias a los que han venido a la ciudad como inmigrante, pero también a los que se ha tragado el mar.

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