El pasado de Las Canteras vuelve a todo color

José Miranda es un aficionado a colorear fotos antiguas de la ciudad

La bahía capitalina es uno de los paisajes a los que ha devuelto el brillo

En sus ratos libres José Miranda se dedica a colorear fotos antiguas de Las Palmas de Gran Canaria, muchas de ellas son de Las Canteras. Miranda es un apasionado de la historia capitalina desde que es pequeño, por lo que su afición le sirve para conocer más acontecimientos de su ciudad natal. 

La playa de Las Canteras acoge miles de historias que han sucedido entre sus aguas y arenales. Algunas de ellas han sido inmortalizadas en imágenes que han pasado a la historia y permiten conocer cómo era una tarde de verano hace años. Cuando ojeamos las fotos descubrimos que a pesar de la diferente vestimenta o la menor urbanización, la esencia sigue siendo la misma, Las Canteras sigue su paso por el tiempo con sus bañistas, viandantes y el mismo espíritu de salitre y vida. El mayor cambio, por lo tanto, es el color de las fotos, que son en su mayoría, en blanco y negro. Por ello, José Miranda se ha dedicado a colorear las imágenes antiguas para devolver al pasado de la playa capitalina, todos sus colores.

José Miranda siempre ha tenido clara su pasión por la historia de Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal. Siempre ha sido muy curioso y otro de sus pasatiempos es buscar en internet los acontecimientos históricos que más le interesan. «Me gusta conocer el porqué de las cosas», afirma. Hace más de seis años que se ha aficionado a colorear las imágenes antiguas, como por ejemplo, las tomadas en Las Canteras, pero también del resto de la capital grancanaria. Gracias a su hobby las instantáneas vuelven a ser disfrutadas en todo su esplendor, con el mismo brillo que observaron los ojos de los fotógrafos al retratar aquellos paisajes años atrás.

«Empecé a investigar en Photoshop, fui mirando videotutoriales, sobre todo en inglés, (no sé nada del idioma, pero por las imágenes me voy fijando), y voy probando las técnicas», cuenta. Miranda ha sido completamente autodidacto, al empezar conocía más bien poco de ordenadores y ha terminado por manejar programas profesionales para el tratamiento de las imágenes. 

Una barca en La Puntilla.

Una barca en La Puntilla. / José Miranda

Un apasionado por la historia

Siempre se le quedó la espinilla clavada de estudiar Historia en la universidad, pero por cuestiones del destino ha terminado regentando una tienda en Guanarteme desde hace 28 años. Quizás tras su jubilación dentro de dos o tres años se proponga el reto de matricularse en la UNED. «Al final cuando a uno le gusta algo lo aprende con mucha facilidad porque lo ve como una diversión», considera. «Hay gente que tiene otros pasatiempos el mío es consultar páginas de historia», destaca. «Desde pequeño me entró el gusanillo, siempre me ha encantado, desde pequeño quería saber hasta las dinastías, pero porque me gusta no porque lo haya estudiado», indica.

Gracias a colorear las fotos antiguas ha conocido más información histórica, por lo que también se han convertido en una forma de aprendizaje. Aunque pretende en un futuro seguir formándose en su pasión, porque quiere «aprender de todo», confiesa que su mayor ilusión es tener una conversación con el cronista de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet. «Tengo tantas preguntas y él es el que más sabe de la historia de la ciudad», explica. Siempre ha querido asistir a las rutas por la capital que realiza Laforet donde explica los sucesos históricos más importantes ocurridos en los lugares de interés y algunos de los acontecimientos más desconocidas. 

«Me suelo informar mucho a través de la gente mayor, me da mucha pena que en las familias no nos damos cuenta de que son los mayores los que saben la verdadera historia y no preguntarles más es un error», valora. Pero no solo la sabiduría de los mayores es una de sus principales fuentes, también internet es una herramienta inmensa. 

«Hay gente que tiene otros pasatiempos el mío es consultar páginas de historia», comenta Miranda

La primera vez que presentó su trabajo al público fue a través de las redes sociales de Mi Playa de Las Canteras, que subió una recopilación de sus trabajos. La publicación se la debe a su mujer y su hija, que le insistieron para ello y, de esta manera, recibió los halagos de la comunidad en la red

Aunque fue entonces cuando se presentó a público mayor, su pasatiempo ya era conocido por toda su familia y allegados. Muchos de sus amigos le suelen pedir que coloree las fotos de algunos familiares como los abuelos, y así, recordar a ese ser querido en la juventud que no presenciaron, pero que pueden imaginar gracias al trabajo de Miranda. Justamente la foto que más le ha emocionado editar fue una en la que aparecían sus cinco hermanos. «Fue muy emotivo», afirma. Pero no solo le piden colorear las imágenes sino también eliminar a gente y otros retoques que ha conseguido aprender a lo largo de estos dedicados años.

«La foto que mejor me ha quedado ha sido la de la vista aérea de la playa», escoge de las por lo menos 200 imágenes que ha coloreado desde que empezó. «Suelo tardar en una cara un par de días, pero si es un paisaje lleva bastante tiempo», detalla.

Miranda no colorea las fotos sin más, sino que antes lleva a cabo un proceso de investigación para que sean lo más precisas posibles. «Veo las películas de la época para fijarme porque los colores de la ropa no eran los mismos que ahora, sería inviable poner esas tonalidades tan vistosas o llamativas», asegura.

Dos hombres sentados observando Las Canteras.

Dos hombres sentados observando Las Canteras. / José Miranda

«Aunque sé que hay gente que dice que no está bien colorear las fotos antiguas, yo lo veo bien porque a veces uno amplía la foto y se da cuenta de detalles que en blanco y negro no se aprecian», indica Miranda. Para el trabajo que realiza también necesita conocer bien la ciudad porque «hay veces que las fotos no dicen en el pie de foto de dónde son», por lo que tiene que «mirar de aquí para allá» hasta que dar con el lugar.

Para encontrar las mejores fotos Miranda tiene diferentes opciones: «Me gusta trabajar con fotos de buena calidad, así que sobre todo las encuentro en la Fedac y en el Museo Canario. Después hay páginas que también tienen como Fotos Antiguas de Las Palmas y además también consigo porque mis amigos saben mi afición y cada vez que tienen fotos me las mandan», explica.

Nuevo proyecto

Cuando Miranda habla con sus amistades se da cuenta de que no conocen lo suficiente la historia detrás del callejero de la ciudad. Por lo que, pretende preparar vídeos en los que cuenta una pequeña biografía de esos ilustres que han quedado inmortalizados en las placas de las vías capitalinas. Y como no puede ser de otra manera las fotos tendrán el antes y después de las fotos coloreadas. «Hay un montón de historia, pero no estamos informados, yo me voy documentando en el archivo histórico o en las bibliotecas y en la página de la universidad donde hay libros antiguos», comenta. 

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