Helados a prueba de alerta por calor

Orlando Alemán y Sekou Kanté eligieron la popular heladería Peña la Vieja para refrescarse.

Primero fueron las microalgas en la playa de las Canteras y después los gusanos de fuego en el Puerto de Agaete. Gran Canaria afronta plagas como las de Egipto en el mes de agosto con la llegada de una masa de aire sahariano que ha obligado a decretar la alerta máxima en más de una decena de municipios de la isla. Al mismo tiempo que los pueblos de las medianias sufren temperaturas superiores a los 40 grados, la capital se resguarda a 27 bajo su manto habitual de nubes conocido como panza de burro. Ante la recomendación de evitar el baño en Las Canteras por la mancha marrón de microalgas, el plan de una parte de los capitalinos para refrescarse fue degustar un helado.

De tuno indio, manzana verde y el tipiquísimo de gofio o bizcocho de Moya. Los hay de sabores variados en la mítica heladería de Peña la Vieja, pero en el caso de Orlando Alemán y Sekou Kanté pararon a media mañana para degustar un vaso tamaño pequeño de frutos rojos y un cucurucho de mango. Alemán es capitalino, pero el natural de Mali, Kanté, nunca había degustado el sello tradicional de la peña de Las Canteras. En apenas un par de minutos la experimentada en el negocio de los helados, Rosario Carballo, despacha a los dos varones y sigue acicalando el pequeño local para hacer frente a la tarde, "el momento de más trabajo".

A solas colocaba pequeñas cucharitas de madera mientras echaba la mañana regentando el negocio. Carvallo es personal de confianza en la heladería de Peña la Vieja. El título se lo ganó a pulso después de trabajar en la tienda desde hace 22 años. Ella ha vivido en primera persona la transformación del paisaje de la playa urbana, y por ende, muchas alertas por altas temperaturas en la capital, no obstante, en esta ocasión la brisa de la avenida ayudó a amenizar la ola de calor en gran medida. La novedad para Carvallo fue la mancha de microalgas que lamía la orilla justo delante de la peña.

La ola de calor llega al entorno de la playa de Las Canteras

La ola de calor llega al entorno de la playa de Las Canteras / Juan Castro

Todo aquel ciudadano de la capital que se precie habrá podido ser espectador de las colas kilométricas que invaden el paseo a la espera de poder comprar un refrigerio en Peña la Vieja. En esos momentos durante las tardes es cuando el mostrador se cubre de personas en busca del sabor que más les convenza, y el ambiente de la tienda se torna "sofocante" para Carvallo. En el interior del local el mostrador isotérmico que mantiene frío el helado y el resto de máquinas aglomeradas al fondo de la tienda elevan la temperatura.

A apenas unos minutos a pie, la heladería Dassie de la avenida José Mesa y López crea su material artesanal italiano para todo aquel que quiera refrescarse mientras espera la guagua en la parada del Centro de Salud Alcaravaneras. Otros prefieren disfrutar del helado sin prisas y sentados en un banco mientras disfrutan de la jornada con calima y bochorno en Las Palmas de Gran Canaria.

Fieles clientes

Una gallega, pero canaria de corazón dibuja al cliente objetivo de la tienda. "Suele ser principalmente locales y vecinos" nada de imágenes estereotípicas de turistas con camisas hawaianas, calcetines hasta las rodillas y cholas. Los clientes de la heladera Vanessa González Otero hablan español y dicen "chacho" y "mi niño". "La zona turística termina en plaza de España", manifiesta la heladera.

El negocio lleva en funcionamiento desde hace dos años, justo después de la pandemia de Covid-19 y poco a poco, va ganando su hueco en la escena de heladerías en la capital. "La gente asiste a las heladerías por costumbre y reputación" explica González. Esa reputación cuesta trabajo y sudor ganarla, sin embargo, la baza con la que cuenta este negocio es la "cremosidad y el sabor" de su producto. El chocolate que se funde en la trastienda embriaga a todo el que pasa por delante de la parada de guagua, invitándole a probar el sabor premiado de cacao.

La ola de calor llega al entorno de la playa de Las Canteras

La ola de calor llega al entorno de la playa de Las Canteras / Juan Castro

En el laboratorio de Dassie se innova con sabores rocambolescos como chocolate con gorgonzola o el refrescante sorbete de limón con albahaca. Los atrevidos se atreven a probar el producto "experimental", pero los que son más convencionales eligen los sabores de pistacho o turrón como opción favorita para afrontar el calor. Una granizada de fruta fresca es otra de las selecciones de la carta.

Al establecimiento de Pliza 21 también le gusta comprar fruta del tiempo para incluirla entre sus sabores. En este caso, la especialidad del local es el helado vegano, compuesto solamente por fruta, agua y azúcar. Pero que no cunda el pánico porque para los que evitan lo refinado ofrecen opciones veganas sin azúcar, usando leche vegetal o edulcorante natural de stevia. Según el empleado de Oscar Colón, el momento favorito de sus clientes para degustar un refrigerio vegano es a partir de las nueve de la noche. "Nosotros cerramos a medianoche", justifica Colón sonriente. El negocio no quiere perder a los potenciales compradores nocturnos de helado, ni tampoco cerrarse en exclusiva a este tipo de alimento.

Enfriar neveras

En Pliza 21 sirven desayunos, batidos e incluso cócteles. Desde las diez de la mañana, los trabajadores de la tienda ya se encuentran al pie del cañón en la avenida de Las Canteras para ir aclimatando las neveras.

En la jornada de ayer no fallaron las gorras y las gafas de sol. Conforme fueron pasando las horas, el calor fue apretando y los que transitaban el paseo se vieron obligados a buscar otros puntos de la ciudad más resguardados del sol.

La sombra de los árboles frente al Mercado Central fueron el mejor soco para los que el sol cogió desprevenidos. Dentro del edificio, el frutero Antonio Armas Mendoza dirige su tienda homónima. Ante la subida de las temperaturas, los veteranos como él recomiendan beber agua y consumir el melón recién traído de Mogán. «La gente se ha dado cuenta de que nuestro producto es fresco» explica Armas. A la conclusión no solo llegan las personas que van al mercado, sino todas las anteriores heladerías como la de Pliza 21 que prefieren usar productos frescos para elaborar sus helados.

Suscríbete para seguir leyendo