Emalsa condena los ataques a los coches de los miembros del comité de empresa

La empresa y la filial Emalsa Operaciones, a la que pertenecen los empleados, se solidarizan con las víctimas

La compañía también ha interpuesto denuncia

La investigación policial estudia si tienen relación con otro incidente en 2020 en el que se quemaron ocho camiones

Sabotaje contra los coches de miembros del comité de empresa de Emalsa

Benyara Machinea

L. S. V.

Emalsa y Emalsa Operaciones mostró este jueves su apoyo a los tres trabajadores y la esposa de uno de ellos, cuyos automóviles sufrieron actos vandálicos el pasado mes de agosto y durante los días de los finaos, al mismo tiempo que condenaron los ataques «en lo que parece un intento miserable de amedrentamiento». Los ataques, que están siendo investigados por la Policía Nacional y por la Guardia Civil de Arucas, afectaron a tres coches privados y a uno de la empresa que fueron pintados con insultos, quemados y rociados con químicos corrosivos cuando se encontraban cerca de las viviendas de los empleados.

En un comunicado en la red social X, las compañías señalan que han puesto a disposición de los trabajadores, que denunciaron los hechos en el momento, todos los medios jurídicos necesarios para que, una vez que se identifiquen a los autores de los hechos, «recaiga sobre ellos todo el peso de la ley».

Las empresas responden de este modo a la información publicada este miércoles por este periódico LA PROVINCIA/DLP sobre la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional sobre estos hechos ocurridos en Las Palmas de Gran Canaria y en Arucas. 

«Solidaridad y apoyo incondicional a las víctimas de estos ataques, así como a sus familias, que sufren una situación intolerable e injusta», indican en el manifiesto que han publicado ante los «cobardes ataques sufridos por tres de los trabajadores de Emalsa Operaciones. 

Los tres trabajadores afectados pertenecen a Emalsa Operaciones, filial de Emalsa encargada de la gestión y control de los servicios accesorios del ciclo integral del agua, y están vinculados al sindicato UGT

Sindicalistas

En el comunicado emitido por la empresa se indica que dos de las víctimas forman parte del comité de empresa; y uno de ellos es concretamente el presidente. El tercer trabajador es el número cuatro de la candidatura en las últimas elecciones. 

Los tres trabajadores denunciaron los hechos a la Policía Nacional y a la Guardia Civil de Arucas, donde se produjo uno de ataques. Los actos vandálicos ocurrieron a finales de agosto; en la madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre y del 2 al 3 de noviembre.

Vehículo privado de uno de los trabajadores de Emalsa atacado a finales de agosto.

Vehículo privado de uno de los trabajadores de Emalsa atacado a finales de agosto. / LA PROVINCIA/DLP

Tanto Emalsa como Emalsa Operaciones presentaron también las correspondientes denuncias ante la Policía Nacional después de los ataques y se pusieron a disposición de la misma, así como de la Guardia Civil, para la investigación de estos incidentes. Las empresas han indicado que están a plena disposición para una colaboración «estrecha y plena» con la Guardia Civil y la Policía Nacional para llegar hasta el final de la investigación con el objetivo de «identificar a los autores de estas «gravísimas e infames agresiones».

El primero de los ataques tuvo lugar a finales del verano. El coche del trabajador apareció pintado de azul con la palabra «chivato». Tres meses después, en la mañana del 3 de noviembre, el coche de su mujer apareció rociado con un químico corrosivo, que afectó al capo, en el barrio de San José de Las Palmas de Gran Canaria.

En la madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre, el coche del presidente del comité de empresa sufrió también un ataque. En esta ocasión, prendieron el vehículo, aunque el incendio pudo ser sofocado por el dueño con la ayuda de los vecinos. Casualmente, el vehículo había sido objeto de otro ataque hacía unos meses, aunque entonces fue de pintura y el trabajador no denunció los hechos.

El cuarto ataque fue a un vehículo de la empresa Emalsa Operaciones tipo furgoneta el mismo día 3 de noviembre, en el municipio Arucas. El coche fue incendiado apenas unas horas antes de rociar el coche a la mujer y el fuego afectó al motor por lo que quedó totalmente inutilizado para la circulación.

Investigación

Investigaciones

En el atestado policial, los agentes aseguran desconocer el autor o los autores de estos hechos contra la propiedad privada, aunque por la cercanía de las fechas bien pudieran estar relacionados con personas relacionadas con la empresa y el sindicato en la actualidad o en el pasado.

 «Si bien, por la cercanía en fechas de los mismos, presumen que pudiesen estar relacionados, presumiendo a su vez que el o los autores pudieran tratarse de personal actual o antiguo de la empresa y/o miembros de sindicatos diferentes al de las víctimas de los hechos mencionados», dice el atestado.

Los investigadores estudian además si estos actos vandálicos pudieran estar relacionados con otro incidente de similares características que ocurrió en junio de 2020 a vehículos de la empresa. En aquel momento, se calcinaron ocho camiones de Emalsa cuando estaban aparcados en las instalaciones de Barranco Seco y otros siete vehículos quedaron inservibles por la cercanía al fuego. 

El incidente pudo tener consecuencias peores, ya que los vehículos se encontraban a escasos metros de un depósito de combustible en el que se almacenaban 10.000 litros de gasoil, tal y como informó este periódico este miércoles. 

El incidente, que costó a la compañía graves daños económicos dado que cada uno de los vehículos estaba valorado en 250.000 euros además de problemas para ofrecer correctamente el servicio de averías al quedarse de golpe sin parte de la flota, se quedó sin resolver al no poder identificarse al autor o autores de los hechos.

El Código Penal en su artículo 263 señala que quien cause daños en propiedades ajenas podrá ser castigado con una pena entre 3 y 24 meses, según la cuantía del daño y las condiciones económicas de las víctimas. 

Si se ocasionan daños de especial gravedad; emplean sustancias corrosivas o venenosas; afectan a bienes de dominio o uso público o arruinen a la víctima, la pena de prisión podría ser de uno a tres años y la multa de doce a veinticuatro meses.