Puerto

Un frente marítimo que necesita cariño en Las Palmas de Gran Canaria

Cristaleras agrietadas y chapas de metal agujereadas dan la bienvenida a los turistas a la ciudad

La pasarela Onda Atlántica, con óxido y pintadas insultantes en árabe

Mal estado del entorno del Muelle de Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria

LP/DLP

Una visita al muelle Santa Catalina y sus alrededores revelan el deterioro de infraestructuras nuevas, como el mirador de cristal diseñado para ver la llegada de los cruceros, la pasarela Onda Atlántica que conecta Las Canteras con el Acuario o la réplica de la carabela ‘La Niña’, que ardió en mayo y sigue siendo refugio de personas sin hogar. El frente marítimo, escaparate turístico de la ciudad, necesita mantenimiento.

El frente marítimo entre el Puerto de La Luz y la Base Naval, a donde este enero llegan los mismísimos Reyes Magos, necesita cariño. Solo hay que darse una vuelta rápida por el muelle y el parque de Santa Catalina para contemplar la ausencia de mantenimiento o la dejadez en algunas infraestructuras, sobre todo las que están más cerca del mar y dan la bienvenida a los turistas de los cruceros, un sector que ahora está en plena temporada alta y llena de ambiente esa parte de la ciudad.

Nada más pisar tierra firme, en las inmediaciones del centro comercial El Muelle y la plaza del Intercambiador, saltan a la vista las chapas metálicas instaladas sobre el dique y el pantalán, pues están corroídas por la acción del mar, con importantes boquetes que las atraviesan por completo. 

Hasta no hace mucho, una cinta colocada por la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) advertía a los transeúntes del peligro potencial de la instalación por su mal estado. El ente público portuario tiene previsto actualizar toda esa infraestructura cuando avance la obra de la nueva terminal de cruceros, que es ejecutada por Global Ports e irá completada con un bulevar para mejorar el acceso y el aspecto de esa zona.

Proyectos en marcha

El Centro Comercial también cuenta con un proyecto aprobado para reformarse, aligerar su impacto visual y relanzar su actividad a los pies del Puerto, pues a día de hoy está en franca decadencia, con muchos locales cerrados o en pleitos con la comunidad por el alquiler y la gestión del espacio. Al cierre de los multicines se unió el pasado septiembre la terraza Kopa, por citar dos de las últimas bajas en la cultura y el ocio nocturno de la capital grancanaria. 

Más allá, en dirección a la Base Naval, varias mamparas de cristal instaladas en el mirador marítimo del paseo están reventadas, posiblemente por actos vandálicos repetidos en el tiempo. 

El Puerto actualizará la parte del mobiliario del Santa Catalina que es de su competencia con la terminal de cruceros

A principios de 2023, el Ayuntamiento se había gastado más de 30.000 euros en reparar los destrozos del parque marítimo, que cumplirá este 2024 cuatro años desde la colocación del último tramo de barandillas. El gobierno local barajó entonces sustituir el vidrio por otro material más resistente, pero una veintena de mamparas continúan estalladas. Esa atalaya es uno de los puntos fuertes del proyecto Puerto-Ciudad, cuya ejecución final sigue pendiente de que el Consistorio apruebe el trasladado de las naves de ayuda humanitaria para liberar todo ese espacio a la entrada del Puerto por Santa Catalina.

Así se ve la pasarela 'Onda Atlántica' desde el aire

La Provincia

Indigencia y óxido

Muy cerca de esas naves desemboca la flamante pasarela Onda Atlántica, que conecta Las Canteras y La Isleta con el Acuario Poema del Mar, situado en el muelle Sanapú, al lado del Centro Comercial, un puente construido para sortear la autovía marítima que ha comenzado a llenarse de indigentes en los huecos de su estructura. Las chapas de metal, además, comienzan a ceder al óxido y la falta de mantenimiento, con pintadas en árabe que esconden graves insultos.

El Ayuntamiento dispone de un servicio municipal para dar cobijo a las personas sin hogar, pero en la mayoría de los casos suelen rechazarlo porque prefieren vivir en la calle. De ahí que resulte complicado mantener el decoro en las vías públicas afectadas por la pobreza y la exclusión social.

La carabela de Colón continúa calcinada a la entrada del muelle siete meses después de su incendio

También muy cerca de Onda Atlántica, en la trasera del parque de Santa Catalina, hay mobiliario y enseres que revelan la presencia de indigentes en la carabela La Niña III. La réplica de la nave de Cristóbal Colón ardió en mayo, precisamente debido al trasiego de gente en su interior, y ahí continúa chamuscada, a la espera de que la institución local decida hacer algo con ella.

La Asociación Canaria de Coleccionistas Marítimos (Accumar), con José Juan Rodríguez del Castillo al frente, recuerda que el homenaje a la expedición de Cristóbal Colón se pagó con dinero del Puerto de Las Palmas, y reclama que la carabela se restaure lo antes posible. En la Vela Latina, añaden desde el colectivo, existen carpinteros de ribera capaces de devolver a la carabela el esplendor de sus mástiles y de su casco de madera.

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