Picaresca en Las Palmas de Gran Canaria: usa una tarjeta de minusválido caducada

El permiso para personas con movilidad reducida (PMR) había caducado hace casi 30 años

Picaresca en Las Palmas de Gran Canaria: usa una tarjeta de minusválido caducada

Picaresca en Las Palmas de Gran Canaria: usa una tarjeta de minusválido caducada

El reto de todo el mundo al coger el coche es conseguir aparcamiento. Y Las Palmas de Gran Canaria especialmente, en el que debido al alto tránsito de vehículos, esto se ha convertido en todo un reto para los conductores.

Agentes de Movilidad de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, recientemente, descubrieron que un vehículo usaba una tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida (PMR) de una forma errónea: había caducado hace 30 años.

Según ha informado la institución local este permiso “no había sido actualizada y, por tanto, no era apta para su uso. En definitiva, no se ajustaba a la legalidad vigente.”

Debido a esto, los efectivos policiales terminaron interviniendo la mencionada tarjeta.

Multas y sanciones

Las plazas designadas para personas con movilidad reducida están reservadas exclusivamente para aquellos que poseen una tarjeta que certifica su condición. Utilizar estas plazas de manera ilegal puede acarrear sanciones severas, incluso penas de prisión.

Aparcar en espacios destinados a personas con discapacidad, identificados por el símbolo internacional de una persona en silla de ruedas sobre fondo azul, está prohibido a menos que se cuente con una tarjeta de discapacidad válida. Incumplir esta normativa puede resultar en una multa de 200 euros y el posible costo adicional de utilizar una grúa para remover el vehículo infractor.

Sin embargo, si poseemos la tarjeta de discapacidad pero la utilizamos de manera indebida, estamos cometiendo un delito conforme al Código Penal. Esta acción puede acarrear una pena que oscila entre los 6 meses y los 3 años de prisión, además de una multa de 6 a 12 meses.

La razón de estas sanciones radica en que la tarjeta de discapacidad es personal e intransferible. Solo podemos utilizarla cuando el titular de la tarjeta está presente en el vehículo, ya sea como conductor o pasajero. Falsificar o utilizar la tarjeta en cualquier otra circunstancia también constituye una infracción.