Puerto

El buque 'Tarifa Primero' se prepara para ampliar el muelle de La Esfinge

El espigón llegará hasta los 1.325 metros con la obra, que tiene año y medio de ejecución

El dique flotante 'Tarifa Primero', atracado en el muelle Reina Sofía.

El dique flotante 'Tarifa Primero', atracado en el muelle Reina Sofía. / ANDRES CRUZ

El Tarifa Primero, uno de los grandes diques flotantes españoles que está especializado en la construcción marítima, ha llegado al Puerto de Las Palmas para iniciar la ampliación del muelle Nelson Mandela, también conocido como La Esfinge.

Se trata de la cuarta y última fase del muelle más exterior del Puerto de La Luz, una obra que la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) ha adjudicado por 25, 3 millones de euros a la constructora Dragados, un 18 % menos del precio de licitación inicial. 

Los trabajos, que salieron a concurso por 30,9 millones, consisten en alargar el dique 238,5 metros hacia el sur, con la finalidad de mejorar la operatividad de la dársena de África. En ese espacio de nueva creación, situado al fondo puerto, opera la naviera Armas Trasmediterránea y está a medio hacer un moderno silo de coches. 

También trabaja mediante concesión la multinacional Oryx, que suministra combustible a los barcos desde el mismo Nelson Mandela. Las obras de ampliación, en ese sentido, persiguen captar un nuevo tráfico marítimo, como los petroleros de gran porte o Very Large Crude Carrier (VLCC).

Zona de expansión

También está previsto que se instalen en la dársena de África todas las empresas interesadas en el negocio de la energía eólica marina y demás renovables, aunque ese concurso quedó desierto y la Autoridad Portuaria tendrá que redefinir el proyecto para volver a convocarlo.

El dique flotante Tarifa Primero mide 55 metros de largo, tiene una anchura de 45 metros y una altura 20 metros, de los cuales 11 están sumergidos. Ahí, en las profundidades, es donde empieza fraguarse la magia del acero y del hormigón, capa tras capa hasta fabricar los enormes cajones, que luego son trasladados y fondeados en línea hasta montar la espina dorsal del nuevo tramo del muelle.

El dique, que se desplaza siempre mediante remolques al no llevar motores de propulsión, pertenece a Flota de Proyectos Singulares (FPS), empresa filial de Dragados que desempeña sus actividades tanto en el mercado nacional como el internacional. A modo de ejemplo, el Tarifa Primero ha participado en el Musel, una importante ampliación del Puerto de Gijón, o en la creación de los muelles de Granadilla, Tenerife, y en la fabricación de los cajones para el puerto de Aberdeen, en Escocia.

Fondos de Europa

Desde la compañía han declinado ofrecer explicaciones sobre el tipo de trabajo a realizar, las características del buque o el proyecto, que se financia casi en su totalidad con fondos de la Unión Europea. Otras fuentes han confirmado que el barco lleva una semana preparándose para comenzar a fabricar los cajones de hormigón.

En la actualidad está atracado en el muelle Reina Sofía y se espera que comience a producir las piezas la semana que viene. La obra tiene un plazo de ejecución de 18 meses y, a grandes rasgos, consiste en la colocación de siete cajones flotantes de hormigón armado. De estos, cuatro serán de nueva construcción, con unas medidas de 33,9 metros de eslora y 28,5 de punta. Los tres cajones restantes serán reutilizados, tras reflotarlos del martillo actual, pues hay que eliminarlo y volver a fondear las piezas en la nueva ubicación.

Con esta cuarta fase, el Nelson Mandela llegará a su límite máximo de crecimiento exterior. Más allá de esa cota, con grandes profundidades superiores a los 25 metros, resulta poco rentable acometer nuevas obras de expansión. El muelle tiene una longitud actual de 1.087 metros y, tras la obra, llegará hasta los 1.325.  

Si margen para más retrasos

El alargamiento del espigón no será la última gran ampliación del Puerto de La Luz, como se preveía en el mandato anterior, pues existen dos proyectos para ensanchar y estirar el Reina Sofía, que es la gran dársena exterior de la bahía capitalina. Ambos están aún en fase de estudio y de redacción, no como La Esfinge, que está en plena ejecución y lleva retraso respecto a la planificación prevista, entre otros motivos por los recursos de las empresas que perdieron la licitación, así como del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que cuestionaban la idoneidad de proyecto al no estar visado por ellos, sino por los ingenieros técnicos.

La obra debería de haber empezado el pasado diciembre como fecha tope para ejecutarse dentro del calendario establecido y no perder los fondos europeos asignados. La Autoridad Portuaria de Las Palmas ha solicitado una prórroga de seis meses para no quedarse sin esos 20 millones de financiación.

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