Las voces, independientemente de su género, deben tener la capacidad de expresarse y ser reconocidas dentro del ámbito artístico. Tanto en la música como en el cine, con su universalidad y poder expresivo, hemos presenciado a mujeres derribar barreras y asumir roles de liderazgo y creatividad. Aunque históricamente hayan sido relegadas a roles secundarios o vistas simplemente como intérpretes, figuras como Larisa Shepitko en el cine y Maya Plitstskaya en el ballet han sabido utilizar su arte para expresar sus luchas, sueños y reivindicaciones. A pesar de los desafíos y obstáculos, las mujeres creadoras han dejado una huella indeleble en la literatura, el arte, la música, la ciencia y la filosofía a lo largo del tiempo. Su legado no solo enriquece nuestra comprensión del mundo, sino que también continúa motivando a las futuras generaciones a romper barreras y seguir creando, investigando y pensando en un mundo que cada vez reconoce más su valor y contribución. Desde su establecimiento en 1918, la Escuela Luján Pérez ha permanecido como un faro de expresión creativa para mujeres, un espacio donde sus voces y visiones artísticas son valoradas y respetadas por sus propios méritos.