En los poco más de 1.500 kilómetros de costa que tiene Canarias se pueden disfrutar de las más variadas experiencias en las aguas del Océano Atlántico. Playas, charcos, charcones y piscinas naturales en Lanzarote ofrecen a locales y turistas la posibilidad de darse un chapuzón o practicar una variedad de deportes acuáticos para todos los gustos y edades, dependiendo de las zonas.
Aunque no todo el litoral es adecuado para el baño por su peligrosidad o la dificultad de la orografía para acceder al mismo, sin embargo, existe una riqueza natural de gran belleza que invita a sumergirse sin pensárselo dos veces.
Mejores piscinas naturales en Lanzarote
Entre los lugares con más encanto de Canarias se encuentran los charcones y piscinas naturales, espacios por los que entra y sale el agua del mar sin apenas intervención humana, a no ser para instalar pasarelas, solariums, escaleras, protecciones frente al mar abierto o hacer transitable sus accesos, pero no en todos. Y algunos de ellos se mantienen totalmente vírgenes. Son pura naturaleza salada. Eso sí, hay que extremar la precaución y evitar salir a mar abierto.
Alberto Luengo, autor del libro Charcos de Marea de Canarias, ha recopilado más de 900 piscinas naturales en el Archipiélago. Para Luengo los más impresionantes son los Charcones de Lanzarote en la costa de suroeste. 150 charcos con formas, tamaños y colores diferentes. “Es un espectáculo grandioso”, asegura. En La Graciosa, el arquitecto ha contabilizado 13 charcos de marea y 33 vasos.
A continuación te ofrecemos un listado de los cinco mejores charcones y piscinas naturales de Lanzarote y La Graciosa para que los disfrutes.
Piscinas de Punta Mujeres
Si hay un lugar en Lanzarote donde las piscinas naturales son su seña de identidad ese es Punta Mujeres (Haría), en el noreste de la Isla.
Las casas blancas de Punta Mujeres contrastan con sus negras rocas de lava costera que moldean los pequeños entrantes a lo largo de todo el frente marítimo. De Punta Mujeres bien puede decirse que es un parque acuático natural para todas las edades situado cerca de dos los principales Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote: Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes Y El Mirador del Río.
Piscinas naturales de Charco del Palo
En la urbanización Charco del Palo está la primera comunidad nudista que se creó en Lanzarote, en la década de los años 70 de manos del empresario alemán Gregor Kaiser, y una de las primeras de España.
En la localidad hay dos piscinas naturales que se llenan y vacían con las mareas y una tercera que permita nadar a mar abierto, donde hay que extremar la precaución. Hay unas escaleras para facilitar el acceso del pequeño acantilado al mar y una cuerda para agarrarse.
Charca de Guatiza
En Los Cocoteros, en el municipio de Teguise, se ubica una charca que ha sido delimitada por muros para proteger el espacio del oleaje característico del norte de Lanzarote.
También en Los Cocoteros está el bañadero, situado en una cala de arena negra con un dique de protección y zonas para tomar el sol.
Los Charcones del sur de Lanzarote
Las piscinas naturales más fotografiadas de Lanzarote son las bautizados como Los Charcones, situados entre Pechiguera y Janubio, en la costa suroeste de la Isla, en el municipio de Yaiza. Hasta allí se accede por una pista de tierra desde Playa Blanca o la desaladora de Janubio.
Un conjunto de charcos de diverso tamaño y profundidad ideales para pasar el día refrescándose, solo o en compañía, y esperar a ver uno de los atardeceres más increíbles de Canarias.
Charcones en La Graciosa
La isla chinija de Canarias, La Graciosa, es el paraíso en la tierra. Playas de arena blanca y aguas cristalinas que bien valen una inmersión al menos una vez en la vida. No te arrepentirás.
Si ya has probado sus playas, te gustarán también los charcones que hay desperdigados por la costa noroeste de La Graciosa. Todo un descubrimiento para aquellos que quieran sentirse aún más en el paraíso.
Eso sí, hay que tener mucho cuidado para no dejarse arrastrar por las olas cuando sube la marea porque, como el resto de charcos totalmente vírgenes, están a mar abierto y sin rompeolas.
