‘Fachoesfera’ es más que el ‘Cara al sol’

No tengo nada claro que la fachosfera sea un proceso acumulativo de escombro ideológico en un internet reciclado por la ultraderecha para obtener votos. Tras las condenas contra Zorra, el tema de Nebulossa para Eurovisión, Sánchez predicó en una entrevista que a la fachosfera le hubiese gustado más la canción Cara al Sol. Seguro que existe un plan para alentar posiciones resistentes frente al aborto, inmigración, desigualdades sociales y desprestigio institucional; todo ello para engrasar los pistones de cara al populismo, la polarización y la posverdad, las tres P de Moisés Naim. ¿Pero realmente está tan organizada la fachosfera? Si bien parece de organización muy afinada que defensores y detractores se ensalcen tan velozmente en un volcado de opiniones sobre la idoneidad del tema musical para la mujer. Demos por hecho que el dúo quiere provocar, algo genial a la hora de subirse a un escenario. Sin embargo, el dogma (es la autoridad en la cúspide metida en la harina eurovisiva) del titular del Ejecutivo nacional puede servir para su lío con Junts y el pesado de Puigdemont, pero no tanto para el percal aquí desbrozado. ¿Todos los que conforman la fachosfera disponen del carnet de un partido que les da instrucciones o simpatizan con un medio de comunicación que los arenga? Sería muy reduccionista encapsular la revolución de los idiotas en el apolillado himno de la Falange. Es más laberíntico. Igual que hay personajes que buscan en la selva digital su salto a la fama, a veces de manera dramática para muchos, existen energúmenos que expulsan sus excrecencias corrosivas entre un rebaño dispuesto a apuntarse a cualquier cosa. La extensión de la digitalización, que les permite ser dueños y señores sin intermediarios, ha sido providencial para escapar de sus agujeros. Esta cloaca pueda acabar en cualquier sitio, ir a por un golpe de Estado, marcharse a servir a los hutíes en el Mar Rojo y, cómo no, a la ultraderecha. Pensar en macro con «los de la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer» es pura naftalina del ropero de Moncloa.

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