Podemos confirmarlo: Pablo Iglesias e Irene Montero son pareja no sólo de escaño en el Congreso de los Diputados. Un vídeo ha inmortalizado al secretario general del partido morado y a la nueva portavoz parlamentaria besándose en la boca junto a la ­barra de un bar al que fueron a tomar una cañita cerca del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Era un secreto a voces desde hace aproximadamente un año. Ya no.

Ocurrió el pasado sábado, horas después de que el consejo ciudadano ratificara a Montero como nueva portavoz parlamentaria de la formación morada. Las imágenes vieron la luz en el digital OK Diario. Montero sustituye en el cargo a Íñigo Errejón, que ha sido desplazado a la tercera fila del hemiciclo. Ironías de la vida: la nueva distribución de asientos del grupo parlamentario ha enviado a Tania Sánchez, exnovia de Iglesias y peso pesado del sector errejonista en Madrid, a la última fila, también conocida como el Gallinero. Su ruptura llegó hace dos años y fue comunicada por los interesados para acallar los rumores. "Ya no somos pareja", anunció el comunicado conjunto que publicaron en sus cuentas personales de Facebook. "Nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos, somos compañeros y compartimos las mismas aspiraciones de cambio político, por las que seguiremos trabajando. Simplemente ya no somos pareja".

La trayectoria política de Sánchez ha tenido entre tanto algunos altibajos. En aquel entonces, la joven militaba en Izquierda Unida. Posteriormente, tras zafarse de unas acusaciones de presunta corrupción insertas en el municipalismo que afectaban a su familia, Sánchez migró a Podemos, formación en la que no ha alcanzado ni el protagonismo ni la proyección mediática que acaparaba en la otra formación de izquierda. De cara a Vistalegre II, se posicionó junto al sector de Íñigo Errejón, en una línea de mayor moderación y cercanía a la social democracia. Como es sabido, este sector salió derrotado, y la fuerza centrífuga de esa derrota ha lanzado a la otrora pujante política a la periferia del hemiciclo.