Cruz Roja trabaja en la detección precoz del maltrato psicológico, a través del Dispositivo de Emergencias para Mujeres Agredidas (DEMA), que coordina la institución en la Isla. "El maltrato psicológico es lo que precede al físico y al económico, por lo que es importante que las féminas dispongan de las herramientas necesarias para detectar a tiempo este tipo de violencia", manifiesta la responsable del servicio, Pastora Pérez. Por esta razón, la coordinadora hace hincapié en las principales señales que indican que se esté produciendo un episodio de estas características. "El control del teléfono móvil, de las relaciones sociales, los celos, el aislamiento social y la falta de apoyo para progresar en un puesto de trabajo son características propias de la violencia machista", subraya.

El DEMA ha atendido en Gran Canaria a 354 víctimas de la violencia de género a lo largo del presente año, según datos registrados hasta el cierre del pasado mes de septiembre. Siguiendo esta línea, durante 2017, fueron 488 las féminas que demandaron la atención del servicio. Una cifra que se traduce en un aumento de 76 nuevos casos, en comparación con los datos recogidos en el ejercicio del año anterior, cuando el cómputo alcanzó hasta 412 solicitantes de ayuda. "Este dispositivo, además de acompañar y asesorar a las víctimas de la violencia de género, ofrece la posibilidad de dar acogida de inmediato, sin necesidad de que exista una denuncia previa", manifiesta Pérez.

El servicio cifra en 52 las mujeres que han solicitado acogida hasta el pasado 30 de septiembre. Asimismo, en 2017 lo hicieron 68; mientras que en 2016 recibieron este tipo de amparo 83 víctimas. "Nos gusta creer que el descenso del número de acogidas está relacionado con la rapidez de las resoluciones judiciales. El hecho de que una afectada pueda tener en 24 horas unas medidas de protección adecuadas, supone que no requiera nuestros servicios de acogida", expresa la integrante de la red de asistencia.

En base a su testimonio, el Dispositivo ofrece acogida a las víctimas durante 96 horas. Sin embargo, en casos más complicados, "se puede prolongar hasta 15 días, si lo considerásemos necesario", apostilla la profesional. Para después añadir que, "somos el primer paso de la Red insular de violencia de género, y damos protección inmediata a las solicitantes".

El DEMA es un servicio que se encuentra disponible las 24 horas del día, y todos los días del año. Su activación puede realizarse a través de una llamada efectuada por la propia víctima de la violencia de género, o de cualquier otro individuo que tenga constancia de este tipo de episodios. "Nuestro dispositivo trabaja con el 112 . Lo cierto es que tenemos un teléfono directo, y cada vez que existe una alerta por violencia de género solicitan nuestros servicios, y nos desplazamos a un lugar seguro", explica la coordinadora.

Según explica, la víctima puede encontrarse en un hospital, en comisaría, o bien, en cualquier otro espacio situado en cualquier punto de la Isla. "Una vez establecida la primera toma de contacto con nuestras usuarias, realizamos una entrevista de valoración. A partir de ahí, las acompañamos a interponer denuncias, e incluso, a las consultas médicas para llevar a cabo un parte de lesiones".

Por lo que respecta a los perfiles mayoritarios que solicitan los servicios del DEMA, Pastora Pérez indica que, por lo general, son mujeres con edades comprendidas entre 26 y 46 años. "Pero en los últimos años hemos registrado un incremento de mujeres por debajo de esta marca. De hecho, cada vez hay más chicas menores de edad que requieren nuestra atención", sostiene la coordinadora.

A esto cabe sumarle que suelen ser usuarias con un bajo nivel de formación, con cargas familiares, en situación de desempleo, y de nacionalidad española en un 80% de los casos. "Pero también es cierto que la violencia de género no se ciñe a un único perfil, y atendemos a mujeres con titulaciones universitarias, y con ocupaciones bien valoradas a nivel social", aclara la integrante.

En la actualidad, el DEMA está compuesto por 13 mujeres que dan cobertura a todos los municipios de la Isla. Así, psicólogas, educadoras sociales y trabajadoras sociales ejercen sus funciones sin descanso para dar apoyo a todas las mujeres que son víctimas de esta latente lacra colectiva.