Canarias precisa contar con una red pública de servicios de atención temprana que trabaje de forma efectiva con los niños menores de seis años que sufren dificultades en su desarrollo. Así lo puso ayer de manifiesto la catedrática de Psicología Evolutiva de la Universidad de La Laguna (ULL) María José Rodrigo, durante su participación en el I Congreso Internacional de Educación e Intervención Psicoeducativa, Familiar y Social, que ocupa hasta mañana el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria. Siguiendo esta línea, Rodrigo pronunció una conferencia que llevaba por título, Intervención y educación familiar desde el enfoque de la parentalidad positiva, centrada en acentuar todos aquellos factores destinados a brindar apoyo a las familias.
Según explicó la ponente, la atención temprana favorece el ejercicio de la parentalidad positiva (dirigida a velar por los intereses de los menores), "al prestar ayuda a todos aquellos niños que nacen con cualquier trastorno o alteración, para poder llevar a cabo cuanto antes las intervenciones correspondientes, tanto en el ámbito hospitalario como en el educativo, para luego informar a sus padres. En las Islas no contamos con estos servicios, solo con los que brindan las asociaciones", lamentó la catedrática.
Sin embargo, quiso poner en relieve que "ya se ha elaborado un borrador de una red de servicios oficiales y públicos" para dar cobertura a estas necesidades en el Archipiélago, "pero esto es algo que lleva demandando la sociedad desde hace muchos años".
Sobre la mesa también las exigencias de reforzar los servicios de mediación, al tener presente el gran número de divorcios que registra Canarias y que puede afectar en gran medida a los intereses de los menores. "Hacen falta más servicios de mediación que traten de llegar a acuerdos y de aconsejar a las familias acerca de cómo abordar esta situación. Hay que tener en cuenta que en las Islas hay más divorcios que en el resto del territorio nacional", apuntó la conferenciante.
No obstante, la otra cara de la moneda la pone la "óptima" calidad de la red de atención a la infancia y a las familias. "La comunidad autónoma tiene una de las mejores redes en esta materia al disponer en todos los municipios de servicios sociales que atienden a sus necesidades, tras la creación de la Ley de 1997 de Atención Integral a los Menores".
Pero a juicio de la catedrática hace falta ir "más allá". Por esta razón, aprovechó la ocasión para poner en valor la Estrategia de Infancia, Adolescencia y Familia, que ha sido aprobada por el Gobierno de Canarias, y en la que ha ejercido de coordinadora. "Antes, solo se trabajaba con las familias en riesgo de exclusión social y la idea es que ahora se extrapole a todos los núcleos familiares".
Asimismo, defendió la necesidad de fortalecer todas las acciones encargadas de dar apoyo a las familias desde la base. "Esta previsto un refuerzo en el sector educativo y sanitario, la justicia, y los servicios sociales. Todo esto, a través de una correcta coordinación entre las instituciones públicas".
De la parentalidad positiva, Rodrigo señaló que se trata de un enfoque que en la actualidad está trabajando el Consejo Europeo "para ofrecer recomendaciones de políticas de familia a todos los estados miembros, y así apoyar el ejercicio de ser padre o madre". En base a su criterio, se trata de una tarea que no se tiene que trabajar de manera aislada por parte de las figuras parentales, y más aún teniendo presente la gran diversidad de núcleos familiares que existe en la actualidad. "Es necesario el respaldo de los Gobiernos y de la sociedad en general para que pueda ser realmente efectiva", defendió.
