El incremento de la presencia del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en pacientes jóvenes preocupa a los especialistas de las Islas. Lo cierto es que la comunidad autónoma cerró 2018 con una suma de 5.213 personas afectadas por esta enfermedad, que apunta una elevada incidencia en el Archipiélago, y que puede desencadenar el virus del sida. Así lo comunicó la Consejería de Sanidad del Ejecutivo autonómico, con motivo de la celebración del Día Mundial de la lucha contra esta patología -que se conmemora hoy- y que en esta ocasión defiende el lema Las personas marcan la diferencia. Los datos ponen de manifiesto que el pasado año se produjeron en Canarias 272 nuevos diagnósticos, a los que hay que añadir otros 148 -que corresponden a casos acumulados- y que, hasta el momento, no habían sido incluidos en el cómputo total.

Siguiendo esta línea, y según los datos que figuran en el registro de información de nuevas infecciones por VIH, el 90,4% de los casos detectados en el pasado ejercicio anual corresponde a varones, con edades comprendidas entre los 20 y los 39 años. Por categorías, el 65,4% de los nuevos diagnósticos lo conforman hombres que tienen sexo sin protección con otros hombres; el 27,2% corresponde a relaciones desprotegidas entre hombres y mujeres; y el 1,8% restante son personas que se inyectan drogas (PID).

"En las Islas tenemos una incidencia superior a la media nacional -12,78 casos por cada 100.000 habitantes, frente a 9 casos- y hay que tener en cuenta que España es un país que ya de por sí presenta unas elevadas tasas", anota el doctor Rafael Granados, médico adjunto del servicio de Medicina Interna en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

No obstante, para el especialista, uno de los principales agravantes es que muchos de los nuevos diagnósticos corresponden a personas cada vez más jóvenes. "El 12% de los nuevos contagios que se producen en España son pacientes menores de 25 años. Esta realidad nos preocupa enormemente, porque estamos hablando de personas que van a necesitar seguir un tratamiento de por vida, con medicamentos que no están exentos de efectos adversos y que se deben consumir a diario", advierte el profesional del complejo norteño.

Confianza

A juicio del facultativo, "se ha perdido el miedo" a contraer esta afección, caracterizada por atacar a las células CD4, que forman parte del sistema inmunitario. Y es que, "probablemente", la confianza depositada en fármacos que han demostrado su eficacia en el manejo de esta patología ha contribuido a dejar atrás este temor.

"A esto hay que añadirle que los jóvenes hoy en día hacen uso de diferentes aplicaciones tecnológicas para tener encuentros sexuales. Estos pueden llegar a ser múltiples, y en muchas ocasiones, no utilizan ningún tipo de protección", advierte el experto.

Ante este panorama, el doctor Granados alerta de que, si no se crea conciencia social, el problema llegará a afectar a la sanidad pública. "Nuestros recursos son limitados y el sistema sanitario no puede sostener un número creciente de personas con VIH que requieren seguir un tratamiento de por vida. Estos fármacos tienen un coste muy elevado, y de seguir así, llegará un momento que no se podrán financiar", argumenta al respecto el profesional sanitario.

Por lo que concierne a la sintomatología, es importante tener presente que se trata de una enfermedad que puede permanecer oculta durante mucho tiempo. "Aproximadamente, un tercio de las personas infectadas desconoce estarlo. Este hecho les lleva a eludir hacer uso de medidas preventivas, a la hora de mantener relaciones sexuales", anota el especialista del Hospital Negrín.

Según explica, en la primera fase de la enfermedad, que se conoce como infección aguda, pueden hacerse notorios unos efectos similares a los de un proceso gripal. "Es frecuente que aparezcan entre tres y seis semanas después del contagio. Los síntomas pueden incluir dolor de garganta, crecimiento de los ganglios a nivel del cuello, aparición de fiebre, dolor de cabeza y sensación de malestar generalizado", enfatiza Granados.

Si no se detecta la enfermedad, con el paso del tiempo, entra en la fase crónica, en la que continúa una destrucción lenta y progresiva del sistema defensivo. "Cuando las defensas se encuentran muy bajas comienzan a aparecer procesos más graves, tanto infecciosos como tumorales, que definen lo que se conoce como sida".

Cambios

Lo cierto es que el tratamiento de la infección por VIH "está experimentando un cambio muy importante". Así, en los últimos años han surgido nuevos antirretrovirales, con una posología más cómoda y con menos efectos secundarios, así como fármacos inyectables que permiten facilitar el tratamiento. .

"Ya se encuentran en fase de estudio algunos fármacos que precisan ser administrados por vía intramuscular y que pueden ser aplicados en períodos más largos del tiempo", sostiene.

Cabe resaltar que el arsenal terapéutico disponible ha abierto una vía esperanzadora a los afectados por esta dolencia. "La eficacia de un tratamiento bien administrado para controlar la replicación viral se sitúa en torno al 90 y el 95%", celebra el profesional. Y agrega que, "la medicación debe ser tomada a diario para tener unas buenas expectativas de supervivencia".

Desde que se comenzó a celebrar el Día Mundial del Sida hace más de 30 años, el progreso en materia de prevención y tratamiento de la infección por el VIH ha sido extraordinario.