"No puedo decir que me sorprenda, porque sé con quién trabajo y quién me dirige". La hasta ayer por la mañana jefa de turno de las Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), Lisset Traveria, criticó así la decisión de la Gerencia del centro hospitalario de cesar el pasado lunes al coordinador de la unidad, Guillermo Burillo Putze, sin previo aviso. Una determinación que, a su vez, culminó con la renuncia de todos los cargos de dirección en el servicio, a excepción del nuevo coordinador, Juan Luis Alonso Jerez, que empezó ayer mismo a trabajar, pero sin equipo en el que apoyarse.

La posibilidad de este cese, sin embargo, se había puesto encima de la mesa desde enero pero su resolución había sido postergada durante seis meses por culpa de la crisis sanitaria. Tras haber superado los momentos más duros de la Covid-19 en el hospital, la Gerencia ha considerado que este era el momento oportuno para tomar una decisión que responde a "un cambio en la gestión interna".

La situación ha creado un verdadero revuelo en el centro hospitalario. En los pasillos del HUC ayer se podía escuchar el runrún de los comentarios de aquellos sanitarios para los que aún los motivos de la decisión tomada por la Gerencia eran indescifrables. Los más afines a la gestión del médico de Urgencias -más de medio centenar-, por su parte, se reunieron a las afueras del pabellón de Gobierno del HUC portando mascarillas y pancartas que improntaban el lema #TodosSomosGuillermoBurillo. Y entre vítores y aplausos manifestaron su total desacuerdo con la decisión tomada por la dirección, al tiempo que solicitaron revocarla de inmediato.

Para este grupo de trabajadores -entre los que se encontraban ayer médicos, enfermeros, informáticos, personal de mantenimiento y administración- , la noticia del cese les ha caído como un jarro de agua fría inesperado aunque no sorpresivo, que culmina con lo que han considerado un cese "injusto y arbitrario" del que ha sido el coordinador de Urgencias desde 2014.

Al haberse quedado descabezados y sin líder, sus seis subordinados directos (cinco jefes de turno y uno de sección) han tomado la decisión de dimitir en bloque para dejar de desempeñar este puesto de responsabilidad. Este cese de sus respectivos puestos tanto de los jefes como del coordinador de las Urgencias del HUC no significa que queden suspendidos de sus plazas como facultativos ya que las han obtenido a través de una Oferta Pública de Empleo (OPE). Por tanto, la gestión en las Urgencias seguirá realizándose con el mismo personal, entre los que se encuentran 44 médicos.

Que la noticia no haya "sorprendido" a sus subordinados responde a que desde el pasado enero todos tienen constancia de haber sido evaluados por la actual Gerencia del centro, un puesto que ocupa la experta en gestión sanitaria Mercedes Cueto desde octubre de 2019, cuando fue designada.

Dicha evaluación responde a una necesidad de la actual gerente para comprobar si sus ideas y fórmulas de trabajo comulgaban o no con las del coordinador que venía desempeñando el cargo desde 2014. En todo caso, el centro hospitalario ha desmarcado esta resolución de la gestión de la crisis del coronavirus, que según insisten "no ha tenido nada que ver". Asimismo, han afirmado que el servicio se sigue prestando con normalidad aunque ahora sea bajo el mando de Alonso Jerez.

"La Dirección del centro ha manifestado en varias ocasiones que la respuesta de los profesionales del HUC, incluidos los del servicio de Urgencias, ha sido ejemplar, con una alta dedicación y compromiso durante la pandemia", resaltó el centro hospitalario en un comunicado. Asimismo, el mismo hospital agradeció "la labor realizada por Guillermo Burillo Putze durante estos años como coordinador de este servicio", recordando, eso sí, que el puesto que ocupaba es de libre designación.

Una respuesta ejemplar

Por tanto, el puesto de Burillo, como muchos otros cargos intermedios en el hospital, es seleccionado por la Gerencia a dedo. Esto significa asimismo que la máxima responsable del centro tiene la posibilidad de sustituir a la persona que lo ocupa en cualquier momento, sin que para ello tenga que convocar un concurso de méritos. Burillo es, a su vez, quien designa al resto de su equipo al ser cargos de confianza. Cabe recordar, en este sentido, que Mercedes Cueto tomó posesión de su cargo como directora gerente del Hospital Universitario de Canarias el 20 de septiembre de 2019, resultando ser uno de los últimos puestos designados por la anterior consejera de Sanidad, Teresa Cruz Oval. Desde que aterrizó ha evaluado a todos los equipos que integran el centro hospitalario para detectar cuáles son más o menos afines a su proyecto. De hecho, según argumentó el centro hospitalario "con este cambio, que estaba previsto en enero de 2020, se pretende mejorar algunos aspectos de organización interna y algunos indicadores de gestión"

Sin embargo, los trabajadores no se esperaban que la decisión se fuera a tomar definitivamente, y menos aún que Cueto lo hiciera justo después de haber estado al pie del cañón en la lucha contra el coronavirus. Los sanitarios han estado sometidos a la misma incertidumbre y miedo que el resto de sus compañeros en otros lugares de España y consideran que esta decisión no se corresponde con la labor realizada. "Hemos permanecido semanas sin ver a nuestros familiares ni nuestros hijos y somos de los pocos servicios hospitalarios en España donde no se ha contagiado ni un médico adjunto", señaló Benito, que indicó que además han estado colaborando en momentos clave de la emergencia sanitaria en Canarias, como, por ejemplo, durante el cierre, a finales de febrero, del H10 Costa Adeje Palace. "Fue Burillo quien nos animó a hacerlo, nos lo pidió", remarcó este médico. Pero no es lo único. Los trabajadores aprovecharon la oportunidad para reivindicar que el hospital aún les adeuda más de 10.000 horas por sus servicios por la cantidad de horas extra que han acometido durante los últimos 10 años, como comentó Miguel Benito, hasta ayer jefe de sección de Urgencias.