El Hospital Negrín administrará la inyección para pacientes con VIH

La gerencia del centro da luz verde a la incorporación de este tratamiento novedoso

Imagen de un paciente en el momento de la inoculación

Imagen de un paciente en el momento de la inoculación / LP / DLP

El Hospital Negrín administrará la inyección para pacientes con VIH. La gerencia del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín anunció la incorporación de la inyección para pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que ya se está administrando en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), en el Hospital de La Candelaria, en el Hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife y en el Hospital General de La Palma.

El visto bueno a este novedoso tratamiento, que combina dos medicamentos, el cabotegravir y la rilpivirina, y que es el primero de acción prolongada, llega tras un primer rechazo por parte de la Comisión de Farmacia del citado centro hospitalario a sumar este medicamento. Ya en ese momento se apuntó que el rechazo a la incorporación de la inyección a las opciones de los pacientes no era una decisión en firme y que el centro podría cambiar de opinión, cosa que finalmente ha hecho.

Así, el centro se pone a la par del resto de principales hospitales de Canarias e igualando a todos los pacientes de Gran Canaria con VIH al acceso a este tratamiento.

Ventajas

La inyección tiene la propiedad de irse liberando gradualmente en el cuerpo de manera que su efecto permanece 60 días. Es decir, el paciente solo necesita inyectarse el medicamento cada dos meses frente a la toma diaria de las pastillas, que es el tratamiento habitual hasta ahora.

Este tratamiento se dispensa en los hospitales de día de cada uno de los cinco centros hospitalarios en los que está disponible, en una ventana temporal de 14 días, en la que el paciente podrá acudir entre las 08.00 y las 20.00 horas. Una opción que ayudará además a aliviar la presión que soportan las farmacias hospitalarias.

La ventaja mayor es que ya no se necesita tomar diariamente la medicación antirretroviral con el desgaste psicológico que implica no olvidarse ningún día de la pastilla por temor a perder la adherencia adecuada.

La decisión de no incorporar esta opción chocaba de lleno, según comentaron varios expertos consultados, con la propia ley de autonomía del paciente que establece que estos tienen derecho a acceder a la opción terapéutica que consideren mejor entre las disponibles. 

Cabe recordar que la inyección para pacientes con VIH no es en ningún caso un tratamiento generalizado ya que su administración solo se prevé en casos concretos, como pacientes con una carga indetectable previa y con una serie de condiciones preestablecidas.

Antes de iniciar la pauta inyectable los destinatarios deben tomar rilpivirina y cabotegravir en comprimidos orales durante aproximadamente un mes, o un mínimo de 28 días, para evaluar la tolerancia de cada pacientes a estos medicamentos.

Estudio clínico

 En el desarrollo clínico de este nuevo método colaboraron 44 centros españoles y participaron alrededor de 4.000 personas de las cuales más de 650 fueron de nuestro país, el equivalente a la mitad de toda Europa.

Otra de las ventajas de este nuevo tratamiento, según los especialistas, es que no presenta ningún efecto secundario grave. 

Una de los estudios que ayudó en la investigación científica para la creación de este inyectable (compuesto de dos fármacos) fue el del grupo de los/as controladores de élite del VIH quienes tienen unos anticuerpos especiales que estimulan el sistema inmunitario y combaten a la infección de manera natural.

La Agencia Española del Medicamento aprobó la incorporación de este novedoso tratamiento el pasado 1 de diciembre, convirtiéndose España en el octavo país que lo incluye dentro de las opciones terapéuticas.

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