Ciencia

La brecha de género de la investigación se resiste a cicatrizar en el Archipiélago

Cuatro de cada diez investigadores en Canarias son mujeres

La Consejería de Ciencia se compromete a articular fórmulas para garantizar la igualdad de oportunidades

Una investigadora del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) realiza trabajos en laboratorio.  | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Una investigadora del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) realiza trabajos en laboratorio. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ / Verónica Pavés

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La ciencia en Canarias está aún lejos de conseguir la igualdad. Pese al progresivo aumento de las personas ocupadas en el sector de la investigación y de las incipientes iniciativas para estimular el mercado privado, la brecha de género en los laboratorios canarios se resiste a cicatrizar. Sólo cuatro de cada diez investigadores en Canarias son mujeres, una cifra que se reduce a tres de cada diez en el caso de las empresas privadas. Y la situación apenas ha cambiado en los últimos años.

Así lo pone de manifiesto los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los que se puede comprobar que entre 2019 y 2021 el porcentaje de representación de mujeres en la investigación se mantiene estable a lo largo del tiempo, pese a que se haya conseguido alentar a muchas más a dedicarse a la investigación.

En 2019 había 1.019 mujeres trabajando en la investigación en Canarias y representaban el 38,7% del total. En 2020, con la crisis del coronavirus, el empleo femenino aumentó discretamente hasta 1.060 mujeres investigadoras que representaban el 39,7% del total. En 2021 aumentaron otro poco más hasta alcanzar 1.158 mujeres investigadores, pero en proporción son menos aún que en el año anterior: 39,31%.

La brecha no ha sido tan difícil de cerrar en todos los sectores de la ciencia canaria. En las universidades, por ejemplo, las mujeres científicas representan el 43,2% del total de investigadores y aunque lo deseable serían obtener cifras más cercanas a la paridad (50/50), existe consenso general en que la representación de mujeres u hombres en cualquier órgano decisor de la vida pública y política no debería estar por debajo del 40%.

Plano nacional

Sin embargo, los datos que maneja el Ministerio de Ciencia y que hizo públicos en su informe Las científicas en cifras, 2023, muestran que la ciencia en Canarias son peores incluso que los números que se registran en el resto del territorio nacional. A nivel nacional los porcentajes más elevados de participación femenina se dieron en la Administración Pública (23.845 mujeres, un 54% del empleo total) y en las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL, 332 mujeres, un 52,3% del total). En la Enseñanza Superior este porcentaje se situó en el 46,0% (40.605 mujeres), mientras que en el sector Empresas fue del 31,1% (36.215 mujeres).

En Canarias el sector con más representación femenina es el de las Instituciones Privadas sin Fines de Lucro (IPSFL). Sin embargo, este consta de una plantilla muy reducida, de apenas 5 personas de las que 3 son mujeres. Le siguen, al contrario que en el resto del Estado, las universidades, donde de los 1.678 investigadores que realizan su trabajo en las Islas, 724 (43,2%) son mujeres. Esto significa, por otra parte, que las universidades ocupan al 60% de las mujeres que se dedican a ciencia en Canarias. Las cifras más reducidas las tiene, en este caso, la administración pública, con apenas un 35,8% de mujeres investigadoras (234, frente a los 655 hombres).

Conseguir un acercamiento a la paridad en el ámbito científico será uno de los ejes sobre los que se sustente la acción de la Consejería de Ciencia, en consonancia con las políticas que se vienen haciendo desde el Ministerio de Ciencia. En este sentido Javier Franco, director de la Aciisi, ha explicado que desde el área, «queremos hacer un esfuerzo para que la representación de la mujer siga creciendo en este ámbito y fortalecerlo».

La ciencia en España se enfrenta a diversos retos que deben obtener respuesta de políticas de igualdad. Por un lado, se ha notado un descenso de las tesis defendidas por mujeres en los últimos dos años, lo que el propio ministerio considera «preocupante». Y es que esto supone que las nuevas generaciones de investigadores mantienen la brecha de género e incluso aumenta.

Preocupa, asimismo, el «efecto tijera». Este fenómeno, enquistado en la ciencia, hace alusión a la imposibilidad de las investigadoras de avanzar en su carrera, ya sea por las faltas de políticas de conciliación, por la cantidad de tiempo que requiere o por los propios roles de género instaurados en la sociedad. De esta forma, a medida que se avanza en la carrera científica, la proporción de mujeres desciende hasta que solo una de cada cuatro mujeres ostenta un puesto de grado A, que es el más alto.

También se ha visto una diferencia en las solicitudes de sexenios de investigación, Esta gratificación, que supone un aumento salarial, viene a premiar a aquellas carreras que justifiquen haber investigado durante seis años. Si bien en 2021 se evaluaron 14.349 solicitudes de tramos de investigación, de los que 57,5% por hombres y 42,5% por mujeres. La brecha de género persiste, especialmente, en las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), donde hay ramas de conocimiento, como matemáticas, donde las mujeres que solicitan esta gratificación apenas representan el 28% del total.

Los escollos para que las mujeres desarrollen una carrera investigadora con las mismas condiciones que los hombres, suponen, en última instancia, que tampoco ostentan puestos de responsabilidad. Aunque en los últimos dos años, las mujeres han aumentado su representación en los puestos de rectora, decana y vicerrectora, siguen estando infrarrepresentadas en los tres cargos. En 2021, hubo 19 rectoras (25%), 333 decanas o directoras de centro (37%) y 240 vicerrectoras, el 33%.

En este sentido, el Real Decreto -Ley 6/2019 ha supuesto un avance con respecto al escenario anterior. Desde enero de 2021 todos los padres y madres pueden disfrutar de las mismas semanas de baja de paternidad por el nacimiento de sus hijos, lo que permitirá dentro de la carrera científica equilibrar la balanza en el «parón biológico» que ha supuesto hasta ahora la maternidad y el cuidado de los hijos. Además, todos los organismos públicos de investigación (OPIs) tienen en marcha en 2022 medidas de conciliación de la vida personal, laboral y familiar desde la corresponsabilidad institucional.

Éstos incluyen la flexibilidad horaria en la jornada laboral, posibilidad de hacer jornada continua, preferencia para escoger turno por motivos familiares, o los permisos para acompañar a familiares a visitas médicas, entre otras. Este porcentaje también es muy alto en las universidades: el 92,0% en el caso de las públicas y el 96,2% de las privadas, pero en los centros de I+D de las comunidades autónomas el porcentaje desciende hasta el 85,7%.

Además, la Ley de la Ciencia se ha tratado de confeccionar con perspectiva de género, lo que permite consolidar ciertos avances y consolidar otros tantos. Ahora las líneas prioritarias del Ministerio de Ciencia están en visibilizar la desigualdad, avanzar en la estabilidad de la carrera de las mujeres, fomentar medidas para que su presencia esté equilibrada y fomentar una mayor visibilidad.

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