Asuntos Sociales | Soledad no deseada

Cercanía y voluntad contra la soledad no deseada: “Si tengo quien me ayude, no me quedo en casa”

Cáritas desarrolla desde hace un año el proyecto de 'Apoyo a Mayores' en la provincia de Las Palmas, con el que atiende y acompaña a centenares de personas mayores de 60 años

De izquierda a derecha: Carmina Déniz; Raquel Estupiñán y Amada Santiago.

De izquierda a derecha: Carmina Déniz; Raquel Estupiñán y Amada Santiago. / Juan Carlos Castro

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

En un mundo que glorifica la individualidad, la soledad no deseada es una de las causas de exclusión social más frecuentes. En las islas, el 39% de la población que supera los 65 años vive esta situación , según la ONG Cáritas, que se agrava con el deterioro físico y mental de la vejez, junto a las pérdidas . Las acciones de proximidad de las instituciones y la sociedad se alzan como medidas fundamentales para mitigarla.

Cuando Amada Santiago (82 años) vuelve a su casa, ya no se le cae el techo encima. Hace años que la soledad invadió su hogar del barrio de Jinámar, en el municipio de Telde (Gran Canaria). Siempre ha estado acompañada, excepto en la vejez. Se crio con doce hermanos y formó su propia familia: su marido, sus tres hijos y un nieto. Empezó a sentir con frecuencia ese sentimiento "triste" que "te quita hasta el habla" cuando "se me fueron los que tenía alrededor", recuerda. Su marido murió y sus tres hijos la visitan de vez en cuando, ya con una vida hecha fuera de las paredes en las que crecieron. "Me ví yo solita en el rincón aquel, en el rincón de mi casa, como digo yo (...) Yo no les puedo obligar a que vengan a visitarme más", dice.

No recuerda bien cómo ocurrió, pero un día, cuando "ya lo tenía todo perdido", Amada dice que sin pedirlo llegó a su casa aquello que tanto ansiaba: empezó a ser una de las personas atendidas y acompañas del proyecto Apoyo a mayores de la ONG Cáritas Diocesana. "Yo siento mucho la soledad, yo necesito estar con gente, los abrazos... Soy una persona que necesito que me hablen, que me aporten, que me dejen hablar también y que me ayuden en todas estas cosas. Yo las necesito, mucho (...) Si yo tengo quien me ayude, no me quedo en mi casa, con lo bonito que es la calle, salir, ver gente y hablar. Con lo que me gusta a mí hablar", insiste.

Desde el año 2021, la ONG Cáritas Diocesana desarrolla un proyecto, financiado por el Gobierno de Canarias con cargo al Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF), que tiene como objetivo integrar a personas mayores de 60 años en su comunidad con iniciativas de envejecimiento activo y en coordinación con otros recursos y acciones existentes, tanto institucionales como de organizaciones sociales.

La voluntariedad se torna imprescindible para localizar casos y hacer acompañamiento en la comunidad

Raquel Estupiñán, técnica del área de Animación Comunitaria y Familia de la ONG, explica que este proyectó nació de un análisis realizado en varias zonas de la isla en el que se percibía un incremento en la atención a personas mayores de 60 años, que alegaban que principal problema era la soledad. Ahora, se encuentra implantado en Las Palmas de Gran Canarias -en los barrios de Las Rehoyas, en San Lorenzo o en el conjunto de Ciudad Alta- en Telde, sobre todo en Jinámar, en el municipio de Gáldar y en la isla de Fuerteventura.

Detección de casos

Los casos de personas mayores en soledad no deseada se detectan en este proyecto a través de trabajadores sociales de centros de salud o con servicios municipales, pero también gracias a personas voluntarias del área, que son parte imprescindible del proyecto de Cáritas. Carmina Déniz es una de las que colabora altruistamente con la iniciativa: "El párroco nos dijo que Cáritas estaba llevando a cabo un proyecto de acompañamiento a las personas mayores y quienes formamos parte de la comunidad nos sentimos con ganas y con responsabilidad. Empezamos unas cinco o seis personas y recibimos la formación de la ONG", recuerda.

Carmina Déniz y Amada Santiago.

Carmina Déniz y Amada Santiago. / Juan Carlos Castro

Según datos del gobierno canario, el 25% de las personas con más de 60 años vive una situación de soledad no deseada. En el primer semestre de 2023, Cáritas atendió a un total de 879 personas mayores de 60 años en las Islas, en su mayoría, casi en un 60%, fueron mujeres. Entre otros datos, Cáritas desgrana que el 43% cuenta con estudios primarios, mientras que un 16% no sabe leer ni escribir. En cuanto a su economía, el 20% no tenía siquiera ingresos; un 40% recibe una pensión no contributiva, el 30% una pensión contributiva y el 8% otros ingresos.

Cáritas también expone que el 39% de las personas mayores de 65 años viven en soledad, una situación que relaciona con la edad porque "el propio deterioro físico y mental genera dinámicas de aislamiento, además de las pérdidas personales y sus vínculos". En concreto, la ONG detalla que el deterioro de la salud de muchas de ellas no favorece las posibilidades de participación e integración en la comunidad y se crean situaciones cronificadas de soledad y aislamiento.

Realidad silenciada

"Esta es una realidad muy silenciada. Al final, una persona que está sola en su casa no recibe visitas y quién sabe si está en una situación de soledad no deseada. Es una realidad que es complicada de detectar. Aunque cada vez se va detectando más, hace falta más visibilidad para que haya más voluntarios y que haya recursos para afrontar este problema", abunda Estupiñán.

Como voluntaria, Déniz dice que sabe de los casos por vecinas y vecinos del barrio, pero no siempre es sencillo que acepten algún tipo de atención. "Hay veces que te encuentras con reticencias y hay que tener mucho cuidado porque el deterioro cognitivo viene rápido a las personas que están encerradas. Se aborda con paciencia, con diálogo y escucha. Empezamos hablando con la persona y es ella la que decide. A veces chocamos contra una pared, pero hay ocasiones en que la pared va cediendo. Y lo más importante es que esté en su entorno".

Amada Santiago, desde el primer momento, se adaptó al proyecto. "Me visitan, me hablan por teléfono, me ayudan mucho", indica. Entre otras actividades, descarta que salen del barrio, a Teror, por ejemplo, a visitar a la Virgen del Pino, pero también hizo una excursión a Osorio con personas en una situación similar. Estupiñán recuerda una iniciativa que se llevaba a cabo en el barrio que se denominaba Mejor en bici, que incluía un triciclo que daba paseos o quedaba con una persona y la trasladaba a donde quisiera o necesitara.

Amada Santiago y Carmina Dénix en las instalaciones de Cáritas en Telde.

Amada Santiago y Carmina Dénix en las instalaciones de Cáritas en Telde. / Juan Carlos Castro

"El proyecto del triciclo...", suspira con los ojos brillantes Amada. "Me decían que pidiera lo que necesitara, que ellos me llevaban. Yo creo que, de todas las personas, fui quien más lo aprovechó. Iba a ver los patitos en el parque, después pasábamos por la cafetería, nos tomábamos un café y volvíamos a casa cuando ya era la hora. Eso estaba muy bueno, muy bien", rememora con una sonrisa.

Además, dice que incluso ha convencido a una amiga que vive una situación similar. "No salía de su casa, solo cuando la llamaban, pero ahora ya viene a tomar café y hablamos de cositas, de proyectos para salir", señala Amada. A ella le cuesta caminar por sus propios medios y necesita de un andador o tacataca. "Si me duele la pierna y necesito ayuda para subir a la guagua, ella me ayuda y si ella lo necesita, yo le echo una mano. Una ayuda a la otra, la que puede a la que no puede", añade.

«Es una realidad muy silenciada porque es complicada de detectar», dice una técnica de Cáritas

Es un ejemplo de lo que se intenta conseguir con este proyecto, agrega Estupiñán, que las personas que viven en una situación de soledad no deseada puedan y quieran, con ayuda, volver a salir y vivan un envejecimiento activo. Aunque es una parte importante, no todo parte o depende de la voluntad individual. También es necesario contar con los recursos necesarios, que es una de las principales carencias en las Islas junto a los engorrosos trámites burocráticos, como sucede con la ley de Dependencia o el servicio de ayuda a domicilio.

Falta de recursos y burocracia

En la pasada legislatura, el Gobierno de Canarias aprobó el Plan Canarias Te Cuida con el que pretendía llevar a cabo distintas acciones contra la soledad no deseada gracias a los más de 200 millones provenientes de la UE; desde fomentar la teleasistencia a la creación de viviendas intergeneracionales, residencias más pequeñas o de un sistema de viviendas colaborativa. Sin embargo, un año después, apenas pudo desarrollarse nada de lo contemplado por falta de personal. Para la presente legislatura se pretende impulsar acciones en este sentido con la creación de la Dirección General del Mayor.

Amada Santiago, Carmina Déniz y Raquel Estupiñán en una de las salas de Cáritas en Juan Bosco (Telde).

Amada Santiago, Carmina Déniz y Raquel Estupiñán en una de las salas de Cáritas en Juan Bosco (Telde). / Juan Carlos Castro

"En nuestra trayectoria de siete años ha habido mujeres que no podían salir de sus casas y se ha conseguido que vayan a residencias", recuerda Carmina Déniz como uno de los principales logros de la las labores en comunidad con el voluntariado. "Luchando, luchando mucho hemos conseguido que salgan de sus casas, vayan a residencias y revivan... porque al final el motivo por el que estaban encerradas eran escalones, que para salir a la calle necesitaban a alguien que las ayudase".

Pero para cualquier persona que pueda moverse y viva en soledad en su casa, Amada Santiago tiene claro su consejo: "Que se mueva, mi niñita, que se mueva y que haga cosas y busque proyectos y cosas para salir de donde está. Porque se está mucho mejor que encerrada dentro de casa".

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Contar con los recursos necesarios, desde personal en servicios sociales a reducir la burocracia de la Ley de Dependencia o de la ayuda a domicilio, es uno de las principales carencias en la atención a mayores en situación de soledad no deseada. En la pasada legislatura, el Gobierno aprobó el Plan Canarias Te Cuida con el que quería llevar a cabo distintas acciones en este ámbito gracias a los más de 200 millones provenientes de la UE. Fomentar la teleasistencia, la creación de viviendas intergeneracionales, residencias más pequeñas o de un sistema de viviendas colaborativa formaban parte de la hoja de tura. Sin embargo, apenas pudo desarollarse lo contemplado por falta de personal. Para el presente mandato, se pretenden impulsar acciones en este sentido con la creación de la Dirección General del Mayor. | I. A. H.

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