Sin soluciones fijas para suplir la falta de personal en dos guarderías de Bienestar Social

Desde el 2 de octubre, al menos dos escuelas infantiles de Las Palmas de Gran Canaria carecen de educadores suficientes para atender en condiciones adecuadas a la totalidad de los menores matriculados

Interior de una escuela infantil.

Interior de una escuela infantil. / LP / DLP.

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

Desde el 2 de octubre, al menos dos escuelas infantiles de Las Palmas de Gran Canaria carecen del personal suficiente para atender en condiciones adecuadas a la totalidad de los menores matriculados. Las bajas de dos educadores en Las Folías y de tres en La Fuente, encargados de atender a niños y niñas de 0 a 3 años, llevaron a la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias a activar una situación de emergencia: solo podrían acudir los menores cuyos padres tengan contrato laboral. Esto ha provocado las protestas de padres y madres que precisamente acuden a este tipo de centros porque están destinados a facilitar la conciliación familiar y laboral de las familias de mayor vulnerabilidad social.

Dos semanas después de activarse este protocolo, contemplado en la normativa de funcionamiento de las escuelas infantiles, la solución no llega. La Consejería de Bienestar Social asegura que el problema de fondo sobreviene porque no se llevaron a cabo los procesos selectivos necesarios para formar listas de reserva para sustituir a la plantilla existente que permitiera hacer frente a este tipo de situaciones. "Las listas estaban agotadas cuando empezó la legislatura", añade.

En este escenario, la Consejería indica que la única opción para suplir personal de la manera más rápida posible pasa por contratar a personas desempleadas, un procedimiento que requiere de la creación de un tribunal para que seleccione a los profesionales encargados de las sustituciones, con la correspondiente autorización de Función Pública. "Los plazos administrativos no los marca la Dirección General de Protección a la Infancia y las familias", matiza. Así, para que "la afección sea la menor posible", la Consejería dice que optó por priorizar la atención en esas dos escuelas "a familias en las que sus progenitores tienen contratos de trabajo".

La normativa que rige estas escuelas dicta que su apertura es de 08.00 a 15.00 horas y constan de seis aulas distribuidas según grupos de edad con determinadas plazas fijas. Y cada grupo dispondrá de un educador. Sin embargo, de forma excepcional, como la ausencia de dos o más educadores, el reglamento contempla la modificación de esas ratios, incluso la mezcla de grupos de edad, aunque siempre con unos topes máximos.

Las Folías

En el caso de la escuela de Las Folías (que suma 34 matriculaciones para este curso), Alexis Rodríguez, uno de los padres afectados, dice que ya se ha aceptado dejar acceder a todos los menores ante las protestas. Si bien, Rodríguez considera que se ha hecho "en precario", pues a su juicio "no se debería unir a un niño de tres años con uno de pocos meses".

En su caso, su hija tiene dos años y quiso matricularla a modo de aprendizaje de cara al futuro inicio del colegio. Cuando comenzó su periodo de adaptación, que según establece la normativa puede durar unas tres semanas, recuerda que estaba contenta, pero ahora reprocha que todo ese trabajo se ha tirado por tierra porque desde las bajas de los educadores no ha podido recibir una atención de calidad y adecuada a su grupo de edad.

La Fuente

En la escuela infantil Las Fuentes (43 menores admitidos), según progenitores afectados, hay seis aulas -tres de 2 a 3 años; dos de 1 a 2 años y una de 0 a 1 año- y ocho educadores, pero tres de baja. Que haya cinco educadores para seis aulas implica que ante cualquier imprevisto "los padres debemos recoger a los niños a la hora que nos digan porque no hay nadie más", apunta Sofía de Giorgo, una de las madres que tiene a su hijo matriculado en esta guardería.

Ascención Navarro, otra de las madres con su hija matriculada en La Fuente, recuerda que el pasado 10 de octubre, la ausencia de una educadora obligó a que los progenitores tuvieran que recoger a los menores. Y ya se le ha comunicado que el próximo 19 de octubre ocurrirá algo similar.

"Si alguna educadora se tiene que ir antes por el motivo que sea nos vemos en la tesitura de tener que recoger antes a los niños, así que poca conciliación familiar vamos a tener si seguimos así y la consejería no pone remedio", lamenta Sofía de Giorgo.

Un parche

Por ello, las familias afectadas por la falta de personal en ambas escuelas critican que la solución adoptada por la Consejería supone simplemente un parche, dado que si se dan nuevas bajas de personal, reprochan que se tendrá otra vez que llevar a cabo el procedimiento para contratar a desempleados con la tardanza que ello conlleva.

Así, demandan soluciones fijas y estables, como una convocatoria urgente del proceso selectivo para la constitución de una lista de reserva. Pero también se piden algunos cambios en la normativa que rigen estas escuelas para que se equiparen a las que dependen de la Consejería de Educación, que cuentan con docentes, técnicos de Educación Infantil y auxiliares, es decir, más personal y, a su vez, un horario más amplio que permita la atención temprana y tardía para compaginar las escuelas a los horarios laborales.

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