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Miden el nivel de radiactividad en las playas de la provincia oriental

El estudio de la ULPGC concluye que no existe riesgo para la población aunque la concentración es mayor en Gran Canaria

Héctor Alonso (i), Jesús García Rubiano(2i), Alicia Tejera y Pablo Martel. | | LP/DLP

Héctor Alonso (i), Jesús García Rubiano(2i), Alicia Tejera y Pablo Martel. | | LP/DLP / LP/DLP

La Provincia

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Investigadores del Departamento de Física y del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) han determinado por primera vez el nivel de radiactividad presente en las arenas intermareales -situadas entre el nivel de mar en marea baja y el nivel del mar en marea alta-, de las playas de la provincia oriental (Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa).

El estudio concluye que los niveles de concentración no plantean riesgos radiológicos para la población, pero advierte de que en Gran Canaria son más altos que en el resto de islas.

Esta investigación forma parte de la tesis doctoral de Ana del Carmen Arriola, bajo la dirección de Alicia Tejera y Pablo Martel, figurando también como firmantes del artículo que ha recogido los resultados Héctor Alonso, Neus Miquel Armengol y Jesús García Rubiano.

Márgenes de seguridad

Mediante el análisis de 108 muestras procedentes de 39 playas, se pudo precisar el nivel de concentración de radio (uranio), torio y potasio, confirmando que estaban dentro de los márgenes de seguridad establecidos a nivel internacional.

No obstante, llamó la atención de los investigadores el nivel superior de Gran Canaria, que parece estar relacionado con la presencia de sedimentos en sus playas con origen en litologías, cuyos valores de actividad son más altos, e, incluso, no aparecen en el resto de islas estudiadas.

Los autores del trabajo abogan por realizar este tipo de estudios con cierta periodicidad para seguir la evolución de la radiactividad en la costa y detectar posibles aumentos anómalos. Diferentes actividades humanas pueden elevar los niveles de radiactividad medioambiental, sobre todo con las llamadas industrias NORM (Naturally Occurring Radioactive Material), que son industrias no nucleares pero que generan materias primas o residuos enriquecidos con radionúclidos naturales.

Entre las mismas citan la industria del fosfato, la del petróleo y el gas, algunas industrias metálicas, o la industria cerámica. Tanto la cercanía de estas industrias, como, por ejemplo, en el caso de las plataformas petrolíferas que hacen prospecciones off-shore en la costa africana, como el transporte de sus productos, podrían causar vertidos que, aunque no sean detectables a simple vista, sí que aumentarían el nivel de radiactividad en las playas.